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CULTURAL MADRID 13-02-1998 página 29
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CULTURAL MADRID 13-02-1998 página 29

  • EdiciónCULTURAL, MADRID
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13 de febrero de 1998 A B C de las artes mundo del arte portugués viva su mejor momento. Ni las apuestas parecen en exceso arriesgadas ni tampoco los despliegues realizados causan expectación mayúscula. Hay un tono correcto, acorde con el momento actual y con la escena internacional, sin que por ello se difumine, tampoco, cierto carácter periférico y, al tiempo, cierta vocación multiculturalista, procedente quizá de su tradición atlántica. Mariano NAVARRO (1948) ambos en Novo Seculo. Del elevado número de instalaciones realizadas, impulsado por el hecho de contar con ocho Project Rooms y dos más en la zona internacional, destacan Fernanda Fragateiro (1962) que presenta en el stand de Elba Benítez la maqueta del montaje realizado en la galena del mismo nombre; a André Gomes (1951) -sobresaliente también en el uso de la fotografía- en Diferenga y Presenta; Paulo Mendos (1966) de 1991, Joáo Graca; Paula Soares (1964) y Daniel Blaufuks (1963) de Luis Serpa; Joáo Motta (1949) y Rui Serra (1970) y Rigo, que se sirven de la pintura. Leonel Moura (1948) mejor en Visor y Oliva Arauna, que en Quadrado Azul; Miguel Soares (1970) y Lucio de Miranda, se distinguen, junto a otros ya nombrados, en la fotografía. No presenta la pintura grandes cotas, pero destacaría a los pintores Manuel San Payo (1958) en Monumental; Manolo Mantero (1957) en Gilde; Paolo Bernardino (1963) en Luis Serpa; Pedro Calapez (1953) en Presenga, y Ana V ¡digal (1960) en Galería 111. De los clásicos, Paula Regó (1935) en Marlborough. Más floja es la representación de algunos nombres bien conocidos, así Pedro Portugal (1963) Jorge Pinheiro (1931) y Alvaro Siza (1933) desde luego mejor arquitecto que escultor. El resultado final no depara para el conocedor grandes ni medianas sorpresas, pues permanecen vigentes en primera línea aquellos artistas ya conocidos y valorados tanto en España como internacionalmente. Otra cosa es, además, que, al menos económicamente, no da la impresión de que el O que no I debe perderse el visitante son las fotografías de Helena de Almeida en 1991- Joáo Graga y la serie de dibujos Isola de la misma artista, en Presenga. Las dos esculturas de José Pedro Croft en Quadrado Azul. Las dos espléndidas piezas, realizadas en Sao Paulo por Cabrita Reis para Camargo Vilaga, que remiten a sendos barrios de la ciudad brasileña. Las distintas obras de la serie Un LO QUE HAY BBE VER cuerpo desnudo, cubierto de flores de Rui Chafes, primero en Fúcares, luego en Juana de Aizpuru- con piezas también de Cabrita y Croft- y, por último, Dormido en el MEIAC de Badajoz, que ha adquirido otras seis obras de artistas portugueses, entre ellos Juliao Sarmentó- representado, también, en la Joan Prats, Senda y Juana de Aizpuru- y la sorpresa de Janine Saile, en ¡a galería Monumental. 4- hi L A obra portuguesa en ARCO presenta toda clase de formas y precios. Así, del omnipresente Juliáo Sarmentó se puede encontrar pintura por 4 millones The House with the upstairs in it en Joan Prats) o 5,5, en Pedro Oliveira, llegando su escultura a los 8 millones y medio de Juana de Aizpuru. Otro pintor al alcance de pocos es Alvaro Lapa, con los 8 millones que cuesta su tempera sobre papel As profecías de Abdul Varetti en Quadrado Azul. Más asequible, también en Pedro Olivelra, es My home is a logo de Antonio Oíalo por 66.000, aunque no es el único que no se dispara al millón de pesetas. En Gilde, Manolo Mantero se queda en las 400.000, y en Fernando Santos, se en- cuentra a Pedro de Portugal desde 250.000. Rogério Silva, con su serie Para un corpo próximo ronda las 300.000 en Novo Sáculo. También en esta galería, las originales tablas de planchar de Carlos Barroco por 400.000 pesetas, mientras que las tallas de madera de Alberto Carneiro valen 3 millones en Quadrado Azul o los relojes decorados por autores que van de Guimaráes a Rocha da Silva (junto con tablas pintadas a juego) alcanzan los 10 millones en Fernando Santos. También de Guimaráes, sus carnavalescas obras, que Michael Sohuitz ofrece hasta por 2 millones y medio, Bastante más que las 800.000 pesetas del conjunto Carneiro de Jorge Camoes (Novo Século) Y si, en Juana de Aizpuru, la escultura de Rui Chafes puede llegar a los 8 millones y medio. Rico Sequeira, en Antonio Frates, bordea las 400.000. Para obra gráfica, la de Leonel Moura que, en Quadrado Azul, presenta su serigrafía Timor valorada en 3 millones y medio de pesetas. Y, en fotografía, precios que van desde 80.000 en obras de Luisa Ferreira, en Novo Século, a las más de 400.000 del tríptico Three and one chain de André Gomes, de la galería lisboeta Diferenga. Por 120.000, las bellas imágenes de José Afonso Furtado Linha de costa en Imago Lucis. 29

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