CULTURAL MADRID 13-02-1998 página 26

A B C de las artes 13 de febrero de 1998 PINTURA OmUNJERA ms? r A estas alturas de siglo, creo que lo más difícil para un artista es seguir utilizando los antiguos lenguajes y las antiguas fórmulas de su disciplina y no ser un creador del pasado. Se da la circunstancia de que hoy en día es más sencillo justificar el interés de una diapositiva proyectada sobre una pantalla de televisión, por ejemplo, que el de un retrato al óleo. En el medio artístico y en ese halo difuso y precisamente un poco sacralizador que constituyen los aficionados al arte, la innovación y el experimento gozan siempre de un plus de confianza. No hay nada que objetar a esta actitud, pero debemos reconocer que en este ambiente, un Pintura en su sentido clásico, óleos como los de siempre, telas que no faltan en este ARCO finisecular. Sin embargo, las nuevas tecnologías y los experimentos más novedosos ganan espacio: la cibernética se incorpora como una parte de la realidad. Es la pintura joven en la era electrónica. Una apuesta: lo que presentan en la feria las galerías alemanas y norteamericanas, sin olvidarse de Iberoamérica tiene media hora la SIobra de losrecorrido: para conocer le pintores extranjeros propongo este una aproximación a figuras y corrientes diversas en la galería Ramis Barquet. Ahí están Schnabel, Elizondo y Ray Smith. Vaya entonces a contemplar algunas piezas escogidas: José Bedia, en OMR; Tony Devan, en Michael Hue Williams; Kcho, en Barbara Gladstone. Ahora puede enfrentarse a los poderosos lienzos de Baselitz, Lupertz e Inmendorf, en Mlchael Schuitz, para después acercarse a otras representaciones de la figura humana: las de Manuel Ocampo, en OMR, y las de Kacero, Benedit y Porter, en Ruth Benzacar. Para marcharse de buen humor, eche un vistazo a ese retrato irónico de nuestro tiempo en los cuadros- pantalla de Liz Arnold, en la galería Lotta Hammer. TELAS pintor se encuentra en situación de desventaja, y su obra va a ser sometida a un escrutinio más riguroso que la de otros artistas. La representación internacional de pintura que podemos contemplar sugiere a primera vista varias cosas. Una de ellas es que, dejando de lado la pintura- ya histórica, las obras de los artistas más jóvenes están contaminadas por varios factores externos. Es una pintura que, siendo realista, ha Incorporado, por ejemplo, la cibernética como parte de la realidad. Y así tenemos la serie de la joven inglesa Liz Arnold, en la galería L. Hammer, o a la australiana Anette Bezor en la galería Greenaway, o al mexicano Alonso Montero, en OMR. Son todos ellos lienzos en los que creemos ver la pantalla de un monitor: figuras deformadas, colores planos, artiflcialidad de la composición. Pintura en la era electrónica, sí, pero también pintura que utiliza los recursos del arte conceptual, el mlnimanillsmo o del arte povera. En la galería holandesa A pert podemos contemplar retratos al carbón con sendas leyendas de Fleming, cuyo interés no está en la habilidad de la representación o el carácter de los retratados, sino en el contraste entre la soltura y ligereza de la escena y la punzante ambigüedad de las frases. Algo parecido podríamos decir de los inquietantes retratos de Schierenberg, en Angela Flowers: primeros planos enormes que captan una expresión instantánea: pintura a medio camino entre el expresionismo y el fotomatón. Vale también la pena acercarse a ver el retrato torturado de Tony Bevan en la galería Michael Hue Williams. En Yvonamor Palix se presentan obras de Pasque, sulul II II rM í! l ¡í, l,i (r; I, 1 H U. liilibChl UtC á i V Fragmento de una instalación de Aimeé García (Galería Habana. Cuba) j n 2 S