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CULTURAL MADRID 16-01-1998 página 45
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CULTURAL MADRID 16-01-1998 página 45

  • EdiciónCULTURAL, MADRID
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16 de enero de 1998 A B C de la música H Juan Cambreleng. Director artístico polutos zapatos de charol de mi y musical: García Navarro y, des- esposa, los míos y los bajos de los pantalones! Frente a la puerta hay pués, el resto. Como me da por preguntarme una manifestación pro Cano con (Dedicado a Fernanfíor demasiado, me pregunto a qué tu- pancartas que rezan ¿Por qué Porgy sí y Luna no? Con la socronista anónimo del rista o potencial espectador le imTeatro Real de finales del XIX; porta cómo diablos se llamen tales lución tan fácil que tiene el asunto. Groucho, Harpoy. Chico) cargos. Me acuerdo además de la Vean si no el meditado programa. comunicación que enviaron para Primera parte: Luna de Cano. un coloquio en el teatro. En él hay Segunda parte: Selene de Tomás OY vuelvo al Real para ver tanto jefe y tanto cargo que Cam- Marco. Bises: La tercera luna por cómo funciona tras sus breleng, que naturalmente era Neil Sedaka y La luna y el toro cien primeros días de vida y como siempre el moderador, ya no por Carmen Sevilla. gracia. La visita ha de ser amplia. Me apunto a uno de los recorridos en los que voluntarios de los A punto de cumplirse los cien primeros días de Amigos de la Ópera enseñan el teatro. Hoy se enseña poco por vida del Teatro Real como teatro de ópera, las trescientas pesetas obligadas. Beckmesser hace balance con una visita de la que Hay dependencias ocupadas cuenta lo que, de una u otra forma, les ha para presentar unos jabugos y no se puede acceder a ellas. La guía sucedido a muchos de sus espectadores tiene prisa porque ha quedado en Embassy a tomar el aperitivo y nos lleva al galope, una señora se cae y se hiere. Alguien, delante del retrato del Rey, pregunta por su autor, pues la firma no consta. Un amigo de un alto cargo del ministerio es la escueta respuesta. La rerspuesta al motivo por el cual no hay un retrato de la Reina tampoco tiene desperdicio. Hojeo las últimas revistas y periódicos. En un ¡Hola! aparece la llamada muestra de la cultura de 1997 En la imagen figuran, muy sonrientes, Cambreleng y García Navarro junto a Carmen Alborch. Me imagino la sonrisa de la ministra Aguirre, que dio empleo y sueldo al primero y aprobó al segundo. En un diario, entre los acontecimientos del año, viene la foto de familia del Patronato. Pienso que los políticos que en ella aparecen no tendrán que sufrir cada tarde las penalidades de los demás mortales para ir y salir del Real. Ellos, con chófer a la puerta, no han pasado por el trago de tener que ir andando a la salida, bajo la lluvia y de tiros largos, hasta la Puerta del Sol para conseguir un taxi. Imagínense viernes y sábados a las once de la noche, el recorrido entre quinquis. Los políticos ya se han hecho la foto en la inauguración de la Plaza de Oriente y lo que quede por funcionar poco les importa. A nadie se le ha ocurrido tener avisados a los taxistas de la OY al guardarropa y trato hora de salida para que, como en se hacía llamar así, sino presidente de la mesa ¿De Ajuria Enea de dejar los abrigos. Está Nueva York o Munich, estén espelleno me responden, pero rando al final de la función. Spain acaso? Decido ir con tiempo sosigue siendo different Pero afor- brado por si las moscas y menos veo toda una fila de perchas vatunadamente ya está inaugurado el mal, porque la cola para entrar en cías. No tenemos las chapas me aparcamiento de la plaza y puedo ir el aparcamiento es monumental. informan. Y, ante mi insistencia, se en coche. Miro la cartelera para Logro dejar el coche aún con me encara uno de los muchos jefecomprobar la hora de la función y tiempo para ver si en la plaza hay cilios de seguridad. Su amabilileo textualmente: Teatro Real. alguna novedad. Vaya si la hay. dad está siendo harto comentada por ia gente que quiere acercarse a Plaza de Oriente, s n. Gerente: Con la lluvia se han formado charcos y charcos porque no toda la las taquillas o o los camerinos. Un plaza está empedrada. Para elimi- apuesto acomodador nos acomnarlos se le ocurrió a alguien la bri- paña con la mano abierta y extenllante idea de echar tierra encima y dida a nuestras localidades de la el barrizal es enorme. ¡Adiós los im- primera fila de Paraíso. Nuestro gozo en un pozo. La barra quitamiedos nos corta en dos ia visión del escenario. Me inclino para poder ver y los de atrás se quejan porque entonces no ven ellos ni torta. A mi lado tengo un espectador griposo que no para de toser. ¿Por qué los enfermos se empeñan en salir donde no deben? Al de mi mujer, un obeso desparrama su humanidad sobre el reposabrazos de ella. Y si las butacas, ignífugas o no, fueran amplias y cómodas... Se apagan las luces, suena la música y, ante la sorpresa de cuantos mamamos el otro Real, siguen entrando espectadores. A pesar de todo, disfrutamos. Estupendo teatro antiguo oigo calificar con acierto. El público reacciona con contención. La mayoría modera sus aplausos porque piensan que Divinas palabras Peter Grimes y Porgy and Bess son demasiadas cosas raras acumuladas. Abro el programa de mano- mil doscientas pesetas- para comprobar si el próximo título sigue el mismo rumbo. Paso y paso hojas pero en ninguna de ellas figura el resto de la temporada. España sigue siendo diferente. Y salimos. Nos montamos en el coche tras hacer cola en el aparcamiento y nos dirigimos a una rampa. Un ruido y un golpe seco en los bajos nos advierten de que algo ha pasado. Efectivamente, el cárt: er se ha roto. Sale un empleado y nos dice: Si no hubiese tanto jaleo les habría podido advertir de que los coches bajos no pueden usar esa salida porque dan en el suelo El móvil, el RACE y la grúa solucionan el asunto. Sigue lloviendo pero Radio Mercedes no nos abandona. Esta vez es el chófer quien me escucha a mí. ¿Hay derecho a tales chapuzas? Y ya no se cuál de todas me indigna más. Llego a casa y enciendo el vídeo para comprobar que se ha grabado la retransmisión de la ópera por La 2. Leo los títulos finales. Algo se ha grabado, pero no sé si Porgy El Empresario de Mozart o más bien El dúo de la Africana porque en el reparto aparece un nuevo papel estelar. El de gerente: Juan Cambreleng Me tomo un somnífero potente y me duermo preguntándome si merece la pena ir al Real en tales circunstancias y a precios más altos que en el Metropolitan. BECKMESSER V 45

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