CULTURAL MADRID 16-01-1998 página 6

A B C Cultural 16 de enero de 1998 LA PAPELERA Primavera de premios cuentan que, el Bonilla, les dije, Marlborough de cambia de casa y su Mepasado, launa fiesta. viernes Juanen Espasa. comopublicaque Nueva York era Exponovela Sospecho nía, como les dije, el escultor gallego Francisco Leiro sus últimas creaciones en madera, y allí acudieron todos. Por ir, fue hasta el ex presidente González- inédito durante sus trece años en las galerías españolas- que se paseaba esos días por Nueva Yor con su Romero. Se presentaron también a la cita neoyorquina de Leiro Rafael Moneo, Antón García Abril, los pintores Juan Uslé, Manolo Valdés y José Manuel Clria (que también ha inaugurado en Nueva York) Inocencio Arias, el cónsul Allendesalazar... En fin, un tumulto. Tanto, que al final hubo confusión de abrigos, y Moneo se fue con la seña madridista de Chenche Arias en el bolsillo. más que correcta por io ve, la P olíticamente que serecibió Marlborough madrileña también la visita de Ana Botella. La presidenta seguía el rastro del americano Richard Estes, que la otra tarde inauguró su exposición en Madrid con bastante menos artisteo, eso sí, y precios más altos, que para eso es Estes uno de los pintores vivos más cotizados del momento. Hasta cuarenta millones de pesetas suben sus cuadros y mi interés está ahora en los compradores. Me cuentan que hay nombres conocidos entre ellos. Vivísimo este Estes. hace buen cambio, porque la novela no tiene aún título pero, ¿tendrá ya premio? ¿Qué les parece el nombre de Juan Bonilla para el próximo premio Primavera? A mí bien. veredicto de Pilar Como si elno fuera suficiente, Sedaño han montado un simposio internacional para demostrar lo obvio, lo evidente. El estado de conservación del Guernica ha tenido en jaque, otra vez, a especialistas de los más importantes museos del mundo. Para decir lo mismo, pese a los vaivenes de la ministra. El cuadro de Picasso no puede viajar a ninguna parte. Ni siquiera al Guggenheim, que acoge a multitudes Imprevisibles desde su inauguración (supera ya los doscientos cincuenta mil visitantes) sin necesidad del Guernica. do, antes y ahora, uno de E duardo Arroyo sigue siennuestros pintores más mimados. Tiene una habilidad a prueba de ministra, subsecretario y director o directora de museo. Sé lo que me digo. Las paredes del Reina Sofía colgarán en este próximo febrero una muestra antológica de su obra. Me cuentan que María Corral se sube por las paredes mientras Carmen Gamarra prepara y prepara dossieres. imperio de las listas contraE lataca. Los diezlosmejores, los veinte magníficos, cien nombres del siglo... Ahora le ha tocado el turno a la música. Gran Bretaña y Francia han confeccionado su lista de músicos para el siglo XXI y no aparece un nombre español por ninguna parte. Ni la BBC lo hace entre los 250 artistas que habrán de brillar en el siglo XX ni Le Monde de la musique incluye a ninguno de los nuestros entre los ciento veinte instrumentistas del próximo milenio. ¿Qué pasa con nuestra música contemporánea? A todo esto, ¡os presupuestos no cuadran, los programas no acaban de cerrarse y todo el mundo llama Chuüni ai más real de No hay precedente en España de semejante traca. La película de Amenábar ha pulverizado todas las taquillas. Un millón de espectadores, más de seiscientos de recaudación Ágata Ruiz de la Prada Ilustra una colección de literatura infantil, Eduardo Arroyo (a la izquierda) prepara su antológica para el Reina Sofía y Daniel Múgica (abajo) escribe cartas de amor S Los hermanos Semprún Maura publicar memorias. Garios, Dolíticas y furiosas, para Planeta; Jorge, más tibias y políticamente más correctas, para usquets e mueve más el arte que la literatura, créanme. De no ser por los premios apenas se hablaría de libros. Menos mal que se nos avecina una primavera cuajada de festejos y sorpresas. Editoriales, críticos, Ayuntamientos y grandes almacenes, todos tienen su premio y esta papelera revienta de buenos y malos presagios. Vayamos a ellos. El primer premio en llegar, o uno de ellos, es el Castilla- León de Literatura. Tiene un cartel discreto pero una dotación nada despreciable de cinco millones de pesetas. Se otorga al conjunto de una obra y hay que ser, eso sí, castellano- leonés para recibirlo. Como Antonio Colinas.