CULTURAL MADRID 02-01-1998 página 41

2 de enero de 1998 A B C de las artes Linternas de luz en los tejados del museo. Abeyo, sala del museo con las entradas de luz cenital Danteum de Terragni, desde los cambios de escala y la tensión central, sustituyendo la columna que Terragni propone para presidir las salas por linternas a modo de columnas de luz. Este orden continuo se desdobla, así como en el proyecto de Terragni, en dos tipos de espacio, uno unitario desde la fragmentación y multiplicidad de las linternas, que acoge la sala de exposiciones temporales, y otros fragmentados planteados desde la unidad de los focos de luz, percibiéndose global y continuamente un recorrido casi laberíntico que ofrece un desarrollo quebrado pero lineal, referenciado a la espina dorsal del edificio y a las fracturas entre bloques, que permiten divisar el paisaje. siones de otro museo que se inaugurará próximamente en Don Benito (Badajoz) Son los condicionantes de la arquitectura los que Moneo trasforma en grandeza. Cada propuesta es un ejemplo, identificado por los invariantes a los que la arquitectura no debe renunciar, y que Moneo hace personales. Su arquitectura resuelve en cada lugar los problemas específicos de cada proyecto, sin la tiranía metodológica que arrastra a los arquitectos a insertar un signo lingüístico en cada ciudad que se lo requiere, con la libertad irrenuncia- ble de soportar un pensamiento intemporal no reclamado en foros de consumo. La arquitectura de Moneo incide sobre el tiempo que ocurre en la Arquitectura; este es el tiempo de la ciudad, del hombre, de la memoria. Definido como ecléctico, ha reelaborado tipos y reconsiderado la ciudad, el lugar y la cuestión de ia arquitectura, muy lejos de la producción de imágenes o fetiches que le identificaran. Ha ganado así con la defensa de la Arquitectura la batalla a una vanguardia que pasado el tiempo, o es tradición o no es nada. -A. G- A. Biínatía princíf de Ja C a de Cultura de Don Benito de en el pueblo de L AlaCasamuyCultura, situadacomo centro def un edificio Don Benito, ofrece la esquina acceso a que trata luz singularmente en sus diversos usos de biblioteca, sda de exposiciones y auditorio. Un orden de cilindros a modo de columnas inyecta luz desde el plano de cubierta a niveles inferiores. La singular atalaya de esquina afirma el rotundo volumen prismático, muy compacto, que se divisa desde ia plaza del puebio, con los huecos de color añil y revoco blanco rallado hacia la esquina. El proyecto en Don Benito parece recuperar motivos utilizados por Moneo a lo largo de su fecunda trayectoria, como tas bóvedas del aparcamiento de Atocha, la esquina de Previsión Española de Sevilla, los lucernarios del museo Thyssen. El interés de Moneo por la arquitectura no le hace acometer exclusivamente grandes encargos internacionales, sino que vuelca por igual toda su energía y trabajo a proyectos de menor escala como pueda ser esta casa de cultura en Don Benito, que se inaugurará próximamente con una gran exposición de 2.000 anos de arte e) áremeño comisariada por José María Viñuela. Actualmente trabaja Moneo en la Catedral de Los Ángeles, el Ayuntamiento de Murcia, el Auditorio de Barcelona, el Auditorio de San Sebastián y un Museo en Houston. Imparte ciases en la Universidad de Harvard y atiende personalmente todas sus obras. Ha recibido los mayores reconocimientos y premios a los que cualquier arquitecto puede aspirar, y con todo, pasa el tiempo trabajando en su estudio, reflexionando y transmitiendo a su reducido grupo dé alumnos todas sus enseñanzas, ofreciendo así la mejor cara de la Arquitectura española por todo el mundo, desde Don Benito a Estocotmo. L AS dos plantas inferiores al nivel de- exposición contienen todas las dependencias del museo, además de distintos usos públicos como un pequeño auditorio, biblioteca, talleres... Veinte mil metros cuadrados construidos con un presupuesto de unos 8.000 millones de pesetas para albergar una colección de unas 6.000 obras contrastan con las preten- 41