CULTURAL MADRID 09-12-1994 página 15

ABC literario- Pensamiento- O RTEGA y Gaconsiste sólo en lo di- f sset escribió ferencial. Los dos que lo humano opuestos errores de- s Julián Marías se escapa a ia razón fíben ser igualmente evi- j Editorial Acervo. Barcelona, 1994. 186 páginas, 1.600 pesetas sico- matemática como tados. ¡el agua por una canasEntre las peculiarida- tilla. De ahí que la tarea más urgente del penPenínsula Ibérica no ha habido más nación des catalanas destaca su idioma, riqueza de j sar fuera para él sustituir la razón pura por la que España y, desde. cierta fecha, Portugal todos los españoles. Cataluña ha sido, es y razón vital y que proyectara titular su gran obra Nada hay peor quq no reconocer la realidad. será bilingüe. La metáfora de la casa con dos j filosófica, que no llegó a concluir, Aurora de Pero no ser una nación es una deficiencia sólo pisos que utiliza Julián Marías ilustra la situala razón histórica Esta razón histórica no tesi se admite, cosa que es falsa, que la nación ción. También en esto la razón histórica alerta nía nada que ver con ninguna suerte de contra dos errores, uno cometido en el parelativismo o irracionalismo más o mesado reciente, el otro en el presente. nos postmoderno. Debía ser razón en el Acierta el autor al rechazar la idea de que la más riguroso e ilustrado sentido del térescasa producción escrita en catalán dumino. Esta nueva forma de razón tiene rante cuatro siglos se deba a una inexisque desprenderse de las viejas categotente imposición que sólo tuvo lugar muy rías estáticas, inaptas para aprehender recientemente. Toda política lingüística es, lo humano y sustituirlas por otras nue en un profundo sentido, antiliberal. Un vas dinámicas, fluyentes y cambiantes, nuevo error opuesto no borra el error del como la vida y la historia. pasado; lo duplica. Los catalanes tienen todo el derecho a usar libremente los dos Entender cualquier humana realidad idiomas que son suyos. No cabe otro prinentraña aplicar sobre ella la razón histócipio que la libertad pues, como afirmó Jurica. Esto es lo que intentó hace ya casi lián Marías hace treinta años, la privación tres décadas Julián Marías con esa de libertad es la gran corruptora, que hiere magnífica parte de España que es Caal hombre en su misma raíz taluña. El libro Consideración de Cataluña que ahora se reedita sin tocar Pero no es sólo esto lo que ofrece el enuna sola palabra, nació en 1965 de la sayo, que incluye reflexiones sobre el petición de José María Hernández Parmodo de vida catalán, centrado en lo pridos, amigo del autor y director de El vado, la maravilla de sus paisajes, la belleza Noticiero Universal de Barcelona. El rey el orden de sus ciudades con la excepsultado fue una serie de quince artícución de las descuidadas urbes que rodean los publicados como libro en 1966. Maa Barcelona, las variadas Cataluñas y la adrías expuso su visión personal de Catavertencia sobre la propensión catalana haluña con entera libertad en tiempos en cia el retraimiento. que no era fácil hacerlo. Tal vez ahora Uno de los mayores aciertos es la crítica tampoco lo sea plenamente. de lo que el autor califica como la interpreLo primero que asalta al lector es el tación regional del descontento que conprofundo amor que el autor siente por duce a atribuir a la vinculación a la nación Cataluñg, por sus monumentos, sus española todos los males y a la propia repaisajes, lenguas y gentes, siempre gión el origen de todos los bienes. Esta presentes en estas páginas. Pero hay cultura de la queja suele proporcionar que recordar que el elogio no revela la sustanciosos beneficios políticos y, a veforma suprema del ces, económicos. amor. Si el amor busca Julián Marías desla perfección de lo taca la radical españoliamado, no es posible dad de Cataluña. Casin el dolor de sus inebría decir que si el parvitables insuficiencias. ticularismo ha sido una Por eso el amor auténcaracterística de la histico es doloroso y crítoria española, las retico. Pero tampoco es giones más particulaposible amar la pura ristas serían, en cierto imperfección. sentido, las más españolas. Lo grave es que Cataluña es una forsi hace quince años la midable posibilidad essegunda edición del lipañola, una de las bro fue recibida con agradecimiento y casi con es la forma suprema de la existencia colectiva. múltiples modalidades que reviste el ser espaentusiasmo por Tarradellas, hoy sus ideas tal No hay que olvidar que las naciones aparecen ñol. Por ello, fuera de la circunstancia espavez sean incomprendidas o rechazadas por en fecha muy tardía de la Historia y en un ámñola, Cataluña es una abstracción ininteligible los nacionalistas, que no pueden aspirar a rebito espacial muy limitado. Es paradójico el o una atroz falsificación. presentar a toda Cataluña ni siquiera a su porempeño de ser nación cuando la hora de las Dos problemas atraviesan el esclarecedor ción mayoritaria. El hecho revelaría que entre naciones ya ha pasado. El nacionalismo cataensayo de Julián Marías: la cuestión lingüística las cosas que han mejorado en España en los lán, como todos tal vez, se nutre en gran mey, de modo más latente, el nacionalismo radiúltimos años no se encuentra quizá el estado dida de la frustración y del resentimiento, cal. Sus ideas continúan siendo hoy relevande la unidad nacional. cuando no del puro interés político. Si se intes y no parece que hayan sido convenientetenta una historia nacional de Cataluña, se la mente atendidas. Esto hace que la reedición Entre tanto vocerío politizado, entre tanta convierte en la historia de una frustración no resulte superflua, aunque tal vez hubiera tergiversación, cuando no pura falsedad, que sido deseable incorporar a los análisis las intenta propagarse, estas casi viejas páginas Pero todas estas certeras críticas al nacioenormes transformaciones sufridas por Catade Julián Marías sobre Cataluña, esa magnínalismo no ocultan la sinrazón del centralismo luña y por el resto de España en las últimas fica realidad española, constituyen algo pareuniflcador que niega la peculiaridad de Catatres décadas. cido a una InvitaGlón a la serenidad en la torluña y es por ello tan antiespañol como el namenta. cionalismo al que se opone. Nada más anLa afirmación, tan certera como categórica, tiespañol que el Intento de disminuir la persotiene que irritar a los nacionalistas catalanes: nalidad de Cataluña Pero la personalidad no Ignacio SÁNCHEZ CÁMARA Cataluña no ha sido nunca una nación... En la Consideración de Cataluña Entre tanta tergiversación, cuando no pura falsedad, qu intenta propagarse, estas casi viejas páginas de Marías sobre Cataluña, esa magnífica realidad española, constituyen algo parecido a una invitación a la serenidad en la tormenta 15