Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
CULTURAL MADRID 17-06-1994 página 15
CULTURAL MADRID 17-06-1994 página 15
Ir a detalle de periódico

CULTURAL MADRID 17-06-1994 página 15

  • EdiciónCULTURAL, MADRID
  • Página15
Más información

Descripción

ABC literario OJ ípnn CTJ et rT Julián Marías cumple hoy ochenta años. Sobre los pensamiento actual. Como cuando descubrió en La hombros de este intelectual honesto y valiente se España real que la verdadera transición, social, se había asientan páginas esenciales de la filosofía española anticipado varios años a la política... ABC Cultural celebra contemporánea. Rebelde en tiempos pastueños, su el cumpleaños del hombre y del filósofo, del amigo y del independencia casi provocativa y. su lucidez sin padre. Escriben sobre Marías su hijo Javier, Carlos Seco concesiones son referencia obligada para diseccíonar el Serrano, Pedro Laín Entralgo y Helio Carpintero LA MESURA DEL PENSADOR V ENGO tratando, estudiando y siguiendo a Julián Marías desde Inace medio siglo: de 1941 datan nuestros primeros contactos, convertidos luego. en fructuosa amistad. Alguna vez he referido que acudí a su hogar de recién casado cuando yo iniciaba mis estudios universitarios en la Central, en noviembre de ese año. Lo hice aconsejado por los parientes en cuya casa me alojaba, y a quienes unía una estrecha amistad con Lolita Franco, la joven esposa de Marías. Julián me recibió con su cordialidad característica: me trató corrió un hermano mayor; me proporcionó libros- -la Gramática Griega de Veruela, entre ellos- -y me dio sanos consejos (por ejemplo, que acudiera, siempre que me fuese posible, a escuchar las clases. que impartía aún, en el viejo caserón de San Bernardo, don Manuel García Morente) Cuando terminé la carrera acudí de nuevo al piso del matrimonio Marías. Julián me introdujo entonces- -no podía ser menos- -en la lectura sistemática de Ortega; que yo hice, cada vez más fascinado, en la primera edición de sus supuestas Obras Completas: el famoso tomo (único) con pastas de color naranja. Luego seguí a Marías en sus conferencias y en sus libros. Claro es que mi camino no era el de la Filosofía, sino el de la Historia; pero las orientaciones de Ortega y las sugerencias e intuiciones de Marías, también en este campo, me fueron siempre útilísimas; quizá por una reconocida afinidad de temperamentos y actitudes. Por entonces- -a finales de los cuarenta- -estaba muy de moda el llamado método histórico de las generaciones utilizado por Pedro Laín en una de sus obras más sugestivas, y sistematizado por Marías. Un breve, pero espléndido libro de Ortega- -por cierto no Incluido en el tomo de color naranja- el curso En torno a Gallleo fijaba el concepto de crisis histórica definido por la divergencia entre coetaneidad y contemporaneidad de generaciones preclaras. Cuando yo hice mis primeras y frustradas oposiciones a cátedra, en 1953, mi lección magistral, titulada El Renacimiento como crisis histórica debía mucho, si no todo, al legado de Ortega a través de Marías. Un deslumbrante libro de Julián, publicado hace pocos años- España inteligible -coincide plenamente con los conceptos desarrollados por mí durante largos años cuando explicaba- -en la cátedra que gané, por fin, en 1 9 5 7- Historia General y que se traduce en la exigencia de una impregnación española del cuadro europeo y en la referencia, ineludible, a lo español americano. La segunda matización en la visión histórica de Marías- -matización que por lo demás preside su obra toda- -es el constante empeño de introducir clarídad y sensatez en la desmesura carpetovetónica Como expresión de lo disparatadamente desmesurado (o exagerado ha definido Marías, en uno de sus luminosos ensayos, la lamentable crisis en que se forjó nuestra guerra civil. En lo desmesurado se resume no pocas veces el juicio adverso que de su historía próxima, o de su propio presente, ha hecho el español contemporáneo. Al denunciar la desmesura Marías ha podido salvar, poniendo luz en la confusión, parcelas nada despreciables de nuestra Historia, como la Restauración canovista y la España entre dos siglos. Julián Madás, visto por Alvaro Delgado de España en la Universidad de Barcelona. El concepto de España como proyectó que a lo largo de nuestro Medioevo supone una lucha multisecular (la Reconquista) para seguir siendo España la realidad de una España anterior al brote de las nacionalidades peninsulares, surgidas de esa misma lucha, venían, a reforzar aquello sobre lo que- -tanto en Barcelona como en Madrid, en mi cátedra como en mis libros y artículos- -me he esforzado siempre en clarificar: esto es, que España no es simplemente un Estado plurinacional -como tanto se repite hoy- sino una nación de naciones y que la proyección de España, a partir del Renacimiento, en el vasto continente americano que ella había descubierto, esto es, el alumbramiento de las Españas de Ultramar, fue la culminación universalista del viejo proyecto peninsular La visión histórica de Marías está matizada, a mi entender, por tres matizaciones sustantivas: Primera, un apasionado sentir de lo español- -lo español castellano, sobre todo- Ese apasionado sentir, que a veces es, como én el verso de Garcilaso, dcJIorido sentir se nos hace presente, casi día a día- -yo diría que pedagógicamente- -én sus artículos de Prensa: eS un apasionado sentir que busca forma, luminosamente, en la obra cumbre cervantina, L A tercera matización es una reacción, yo diría que instintiva, contra determinadas escuelas historiográficas muy en boga hace pocos años: las de cuño marxiste, atenidas exclusivamente a los condicionantes económicos; o las que pretenden convertir la historia en pura estadística o en cuestión de ordenadores. La reacción de Marías apela a lo que es sustancial en la Historia: el protagonismo del. hombre en toda su realidad; la virtualidad del individuo diferenciado en el acontecer histórico. Es como una valiente proclama a favor de lo que yo alguna vez he llamado escuela humanista Pero esta última matización, este último rasgo es como una afirmación más de la proporción, el equilibrio, el seny característicos de Marías. El seny expresión catalana, tiene su equivalente castellano, más que en la palabra sensatez en esta otra: Mesura La mesura, cualidad casi insólita en el español medio es, quizá, lo que mejof define a Julián Marías: al hombre, al pensador, al escritor. Esa es su gran lección, la que nos ha dado a todos, la que espero que por muchos años aún, a partir de estos primeros ochenta que acaba de alcanzar gloriosamente, siga dando a las nuevas generaciones españolas que son, cuando menos, nuestra gran esperanza, pero también nuestra gran preocupación. Carlos SECO SERRANO S

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.