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BLANCO Y NEGRO MADRID 29-10-2000 página 66
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BLANCO Y NEGRO MADRID 29-10-2000 página 66

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
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i i -ff. ij Historia teatral Teresa de Bustos, duquesa de Andría, es la propietaria de la Torre de Pinto, donde, por orden del Rey Fefipe II, estuvo encerrada la princesa de Éboli. No se sabe exactamente por qué, pero se cree que por considerarla cómplice de Antonio Pérez en el asesinato de Escobedo. Su aislamiento era tan severo que le servían la comida dentro de un cesto izado con una cuerda hasta el primer piso. Teresa Andría, que heredó esta torre, escribió una pequeña obra de teatro que se estrenó allí mismo, haciendo Ana Mariscal el papel de princesa de Éboli. El doctor Marañón la prologó y se representó una sota vez, asistiendo a ella la élite del Madrid de entonces. Esta representación fue de carácter benéfico y la recaudación se destinó a la reconstrucción de la torre de la Iglesia de Pinto. Veinticinco años más tarde, se volvió a dar lectura a esta obra en mi casa de ta Rinconada, con actores como Josefina de la Torre, Esperanza de Toro, el marqués de Santo Floro o Gonzalo Anes. Entre los invitados, había algunos que habían acudido al estreno en Pinto, cosechando también esta vez un gran éxito. Teresa Andría realizó una edición limitada de esta obra dedicada a sus amigos. S US orígenes se remontan A los tiempos de la Reconquista, cuando en el sur de Madrid se construyen fortines y torres como puntos defensivos y de vigilancia. Aunque ésa fue su principal misión, esta torre ha pasado a la historia por la importancia de los personajes que en ella estuvieron recluidos, pues sirvió de prisión nada menos que a doña Ana de Mendoza y de la Cerda, princesa de Eboli, caída en desgracia ante el Rey Felipe II. Más tarde también acabaría encerrado en sus calabozos el enigmático Antonio Pérez. Tras sucesivos cambios de dueños por herencias, a través de los siglos, la torre ha llegado hasta nuestros días en mal estado. Gracias al esfuerzo durante muchos años de su actual propietaria, la duquesa de Andría, y de sus hijos se ha logrado recuperar este conjunto. Esta torre nunca perteneció a un castillo o por lo menos no hay prueba de ello. De estructura ovalada, cuenta con tres plantas de altísimos techos, comunicados por una empinada y estrecha escalera de caracol. Desde el gran vestíbulo en la planta baja, se accede a una gran sala circular amueblada austeramente con piezas del siglo XVI y a un antiguo palomar que comunica con la terraza desde la que se contempla una vista panorámica que llega casi hasta Aranjuez. A la sombra del torreón, cruzando el jardín, se encuentra la antigua casa de labranza, hoy en día convertida en vivienda de fin de semana de la duque- sa y de su familia. D e muros encalados y formas cuadradas cuenta con dos plantas de líneas muy sencillas. El interior está c o m p l e t a m e n t e reformado. Las obras se llevaron a cabo bajo la dirección de la duquesa y el asesoramiento de los decoradores Pin Morales J E S Ú S IRIBAR y Román Arango. Los d o r m i t o r i o s con todos los baños totalmente nuevos, se instalaron en la planta superior, mientras que en la inferior, que estaba destinada a almacén de grano, se pintaron las vigas y las carpinterías en azul añil, mientras que los suelos se pavimentaron con losetas de barro cocido. El azul y el blanco son la base de color de toda la casa que se extiende desde las paredes hasta las vestiduras de las mesas del comedor confeccionadas con tela de funda de colchón. En cuanto a los muebles, se aprovecharon las piezas familiares, entre los que destacan las patas de la mesa de juego, que son antiguas, la colección de retratos de época de los reyes de España o una colección de cerámica de todos los países. avN 6 6

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