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BLANCO Y NEGRO MADRID 01-10-2000 página 23
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BLANCO Y NEGRO MADRID 01-10-2000 página 23

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
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Dos tercios de los crímenes que se producen en el país están con la Ya ba rplacionados elevado y la alta presión de la sangre se prolongan durante treinta horas, consumiendo el cuerpo v destrozando los ner ios. Comer resulta imposible. Dormir está fuera de toda cuestión. La euforia da paso a una sensación de irritabilidad, agresividad y depresión. Un estudiante, consumidor empedernido, lo describió así: Cuando llega el bajón, sientes como si tu cerebro fuera un ordenador con un programa estropeado. Cierras los ojos y lo único que puedes ver son imágenes carentes de sentido. Tus pensamientos, recuerdos y emociones se entremezclan. Tu personalidad se ttansforma en algo horrible. N o hay ninguna tecla de escape ni de borrar y no puedes apagarlo. La única forma de evitar un mono incómodo es seguir mcriéndote. Cuanto más colocado estás, más dura será la caída. Un aumento de la dosis puede dejar al consumidor despierto durante días. La energía del cuerpo almacenada empieza a agotarse peligrosamente. Las dosis altas, en especial si se repiten con frecuencia a lo largo de varios días, producen delirios, pánico, alucinaciones y paranoia Los años de crecimienro económico fueron un factor muy importante para el auge de la Ya ba afirma Rasamee Vistaveth. del Departamento de Control de Narcóticos (ONCB, siglas en inglés) El pueblo tailandés empezó a cambiar. N o valoraban las cualidades tradicionales tailandesas de timidez y reser a. Querían hacer ostentación del di- tico de primera categoría, así que se impuso la pena de muerte como condena por traficar con ella. Pero, aunque las autoridades intentaban aniquilar la producción de Ya ba en Tailandia, los señores de la guerra del estado Shan, a lo largo de la frontera con Birmania, en el Triángulo de Oro, ya estaban utilizando su imponente fuerza para producir la droga. Hoy, en el Triángulo de Oro se produce entre cuatro y cinco veces más Ya ba que heroína. Nadie sabe con certeza cuántas pastillas pasarán a través de la frontera hasta Tailandia durante este año, pero los cálculos más conservadores afirman que entre JOO y 400 millones. Este no es tan sólo un problema de adolescentes fanáticos de las modas que se meten una pastilla y bailan durante todo el fin de semana. Su consumo no distingue edades, clases o límites geográficos. Se trata de algo mucho más universal: tiene que ver con el trabajo, con una occidentalización inmediata, con el dinero. A diario La habitación ha adquirido un brillo propio. Hay ocho personas (la madre y su novio están en el piso de abajo, con su propia reserva) La conversación es cálida y sincera. Empecé hace tres años dice la chica, delgada como un suspiro. Presté dinero a una amiga y me lo devolvió con unas cuantas pastillas. Desde entonces, fumo Ya ba casi a diario. Me hace sentir segura. Se supone que los tailandeses somos tímidos. Pero no quiero ser tímida. Si fuera tímida no podría hacer mi trabajo. En ocasiones, pienso que hay dos yo; el yo bueno, que es una chica tradicional muy tímida, y el yo malvado y moderno, al que le gusta bailar, beber, hablar, gastar, follar y... Se queda traspuesta. ¿Qué le está ocurriendo? Los ingredientes básicos de la droíja son anfetamina, metanfetamina y efedrina. En esencia, se trata de una forma de cristal de metadona. parecida a la droga en polvo shabu hiclo) popular en Filipinas. El subidón dura un par de minutos, pero la taquicardia, el pulso

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