BLANCO Y NEGRO MADRID 03-09-2000 página 53

a aportación española a la historia de los Juegos Olímpicos va mucho más allá del archiconocido Amigos para siempre que Perec y Los Manolos elevaran a la categoría de himno durante la inolvidable ceremonia de clausura de Barcelona 9 2 Trasciende incluso las desigual trayectoria dibujada por nuestros atletas a lo largo de una centuria de olimpismo moderno. N o se trata de la plata conquistada por la selección española de baloncesto en Los Angeles 84. o del más reciente oro que el equipo nacional de waterpolo pescó en una piscina de Atlanta, no. El asunto no va por el camino del citius, altius, fortius, sino por otro muy distinto: el trazado por los cables, la transmisión de datos y la informática. Por absurdo que pueda parecer, el dispositivo tecnológico de Sidney 2 0 0 0 se ha habilitado en España. Para ser exactos, en Tres Cantos, un municipio al norte de Madrid que ya empieza a ser conocido en el resto del mundo como el Silicon Valley hispano y. lo que son las cosas, prácticamente situado en las antípodas de la ciudad australiana que dentro de unos días estrenará la capitahdad mundial del deporte. A 17.000 kilómetros de ella no debe ser nada fácil mentalizarse sobre que el trabajo de uno sin duda es fundamental para el éxito de un acontecimiento de repercusiones siderales. Pero un equipo de cuatrocientos profesionales, con José Miguel Mata a la cabeza, ha tenido tres años para hacerse a la idea. Mata es el director del Carnes Systems Centcr que IBM y la Worlwiiie Olympic Technology (W W O T) -la organización responsable de gestionar el soporte que la multinacional presta a los Juegos- instalaron en 1 9 9 7 en la localidad madrileña con el objetivo de que allí se creara la mfraestructura tecnológica necesaria para cubrir la cita olímpica. Los cuatrocientos profesionales son, sencillamente, lo mejor de lo mejor: expertos en informática, administración de sistemas o logística de la más alta cualificación, escogidos entre lo más granado del panorama tecnológico internacional. Y. un dato para el optimismo, casi todos ellos españoles. L Todo bajo control A escasas jornadas de que la antorcha proyecte su mítica luz desde la otra parte de la Tierra, en Tres Cantos hace mucho que quedaron atrás los ensayos de última hora. Tampoco nadie cruza los dedos o se encomienda a santo alguno con el ruego de que todo discurra según lo previsto. Aquí no hay lugar a la improvisación, ni a los nervios. Lo tenemos todo muy rodado dice Mata. La propia complejidad del desafío nos ha obUgado a hacer las cosas con mucha antelación En consecuencia, los sistemas tecnológicos de información requeridos por el COI ya han sido desarrollados, contrastados, íntegtados en la maquinaria olímpica y transportados hasta el escenario de la competición. Sólo resta esperar confiada-