BLANCO Y NEGRO MADRID 03-09-2000 página 41

VMMA C orría el año 1770 cuando el capitán de la Marina Británica James Cook tomó posesión del sureste de Australia en nombre de su Graciosa Majestad, Dieciocho años después, y en sustitución de los recién independizados Estados Unidos de América, el Gobierno británico decidió dar el uso de asentamiento penal a esas olvidadas tierras de las antípodas. Un primer cargamento de presos desembarcaba en Port Jackson, fundando así la colonia de Nueva Gales del Sur. Durante los siguientes ochenta años, 160.000 reos fueron condenados por los tribunales británicos a ser deportados a Australia. Este tenebroso origen de Sidney- y, por ende, del resto del paíspasó a los anales de la historia y solamente es recordado por aussús (australianos) que, frente a sujosier, justifican así su carácter práctico, animoso, receloso de la autoridad, alegre y bravucón. En poco más de dos siglos, Australia ha sufrido una metamorfosis espectacular, pero el carácter de sus habitantes sigue sin haber variado considerablemente. Australia forma parte de Oceanía, el menor de los continentes, pero la superficie de esta isla es mayor que la de Europa sin Rusia (tan grande es. que la avioneta es el medio de locomoción de muchos de sus habitantes) Grande y también desolada, ya que tiene una densidad de población de 2 habitantes por kilómetro cuadrado. Constituye un Estado Federal bajo la Corona Británica, estatus refrendado en un referéndum de noviembre de 1999. en el que una mayoría de la población rechazó la posibiUdad de convertirse en república. Los 18 millones de habitantes se concentran, en su mayor parte, en las siete capitales- todas ellas dan al mar- de sus cinco estados y dos territorios. Y la razón es muy fácil de entender: el interior de Australia (más del 80 por cien de su extensión) tan magnético y atrayente, es prácticamente inhabitable debido a sus altísimas temperaturas y desiertos bellísimos, aptos solamente para reptiles y eucaliptos. Mezcla de razas La población australiana es hoy una mezcla de aborígenes (I por cien de la población total) poco interrelacionados con otras razas, y de descendientes de ingleses, irlandeses y europeos continentales (yugoslavos, italianos, griegos y españoles) y últimamente asiáticos. La política oficial de los últimos años favorece el multiculturalísmo. actitud que suscita críticas por parte de los que temen que provoque antagonismos sociales en la medida en que la exaltación de las tradiciones puede contribuir a no olvidar agravios del pasado. El problema es particularmente candente en el caso de los aborígenes, quienes rechazan asimilarse a la sociedad mayoritaria y exigen que se les reconozca una identidad propia respaldada por sus derechos territoriales no suficientemente reconocidos. Así están las cosas hoy en día, y es que los accesos- aniquilación brutal de los pueblos abo IV KI A- 4