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BLANCO Y NEGRO MADRID 06-08-2000 página 17
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BLANCO Y NEGRO MADRID 06-08-2000 página 17

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
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Salvador Távora El mito de Don Juan baja al aioero Tras el éxito de su Carmen, ópera andaluza de cornetas y tambores Salvador Távora emprende una nueva aventura y en Don Juan en los ruedos sitúa a un mito universal en el albero de un coso taurino. El público tiene la palabra el próximo día 11 en la histórica plaza de Ronda TEKTo J E S Ú S M O R I L L O I FOTOGRAFÍA R A Ú L DOBLADO S íávador Távora nació en el sevillano barrio del Cerro del Águila, a pocos pasos del matadero municipal, donde hacían su último viaje los toros lidiados en la Real Maestranza. De ahí que sintiera desde pequeño la llamada de las plazas, el albero y el toro, la sangre y los trajes de luces. La afición por la fiesta a punto estuvo de convertirse en su profesión, pues llegó a actuar como novillero en la Real Maestranza. Sin embargo, su pasión por la escena fue más tuerte y, tras más de treinta años dedicado al teatro al frente de su grupo La Cuadra, se ha convertido en uno de los directores más populares de España. El mundo de los coros ha continuado presente en los montajes de Salvador Távora, aunque se hizo especialmente evidente con ía Hdia de un toro en Carmen, ópera andaluza de cornetas y tambores Ahora, el director sevillano da un paso más con Don Juan en los ruedos al situar en el centro de la plaza a uno de los personajes más universales de las letras hispanas. Pero a diferencia de Carmen que se desarrollaba en dos espacios diferentes- ruedo y escenario- Don Juan en los ruedos centra la acción dramática en el albero de la plaza. Un montaje que combina flamenco y música clásica, drama y lidia de dos toros, tanto a pie como a caballo; un espectáculo en el que, según Távora, no se sabe donde acaba el teatro y comienza el toreo y que protagonizan los rejoneadores Ángel Peralta y Alvaro Montes, y el diestro Javier Conde. El ritual taurino como gusta llamarlo el director de La Cuadra, introduce en la obra un principio de incertidumbre, ya que la lidia de un toro es algo imposible de planificar a priori Además, entre sus pretensiones iniciales está devolver a la lidia los tiempos dramáticos que tenía en el siglo XIX y que se han perdido con el actual reglamento taurino por lo que ha prescindido del tercio de varas. Pero no ha sido ésa la única licencia que se ha tomado el director sevillano, ya que durante la lidia a caballo que realiza Alvaro Montes, una bailaora hace un zapateado en una tarima que se eleva en el callejón. Don Juan, mito andaluz La figura de Don Juan sirve a Salvador Távora para unir estos dos mundos y reivindicar para el personaje la condición de mito andaluz: Lo elegí porque creo que Don Juan es otro mito andaluz que hay que reconsiderar. Para mí Don Juan es un conquistador que tiene mucho del ser andaluz, de esa conquista sin engaño Para elaborar su visión de Don Juan, el director teatral reconoce que ha leído las numerosas versiones que se han hecho del personaje que creara Tirso de Molina en el Siglo de Oro. Sin embargo, reconoce que cuando me puse a concebir el espectáculo, lo creé a partir de lo que vivo, nimca a partir de lo que leo Por eso, el director de La Cuadra ha querido despojar al personaje de sus ropajes literarios, con la intención de hacerlo de carne y hueso: El teatro puede carecer de todo, pero de arte no. Sufro mucho con la gente que entiende el teatro como un arte exclusivamente literario, y el teatro escrito es sólo un libro mientras no se ponga en escena. Esto es algo que he tenido muy claro con todas esas obras geniales, magistrales y consagradas del Siglo de Oro y BYN 17

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