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BLANCO Y NEGRO MADRID 23-07-2000 página 61
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BLANCO Y NEGRO MADRID 23-07-2000 página 61

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
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En el interior, las tierras altas de Madagascar están coronadas por elevadas montañas, algunas de cuyas cimas superan los 2.500 metros, como el Tsaratanana, que alcanza los 2 8 7 6 Esta región está impregnada de un encanto discreto y nostálgico. Su historia está vinculada a la de la dinastía Merina los que viven en lo alto El pueblo de arcilla que emerge enere los arrozales, el eucalipto, las columnas de cebúes que avanzan en fila de a uno, constituyen los principales elementos del paisaje. El rojo arcilloso de los pueblos contrasta con el verde suave de los arrozales, y los dos colores se repiten en un infinito tablero de damas que se extiende hasta el horizonte. Vascas extensiones de cierra cortadas por profundos barrancos de roja laterita y escalonados arrozales transportan al espectador a una visión del sureste de Asia. En esca región montañosa, que una vez estuvo completamente cubierta de bosque, la madera se ha convertido en una mercancía escasa. Además de las construcciones zoifimaniry, la vivienda tradicional de las cierras altas se construye con adobe o ladrillos de barro. Estos hogares, armoniosos canto en forma como en color, a menudo cuentan con una planta baja unida a un primer piso mediante una escalinata exterior, construida en madera o en barro. AntsiraAana -mjanga Toatnaslna ANTANANARIVO kbAGASCAR. Morondava Flanaranboa Océano 1 VfMananJa ry H Parece seguro que los antepasados más lejanos de los actuales malgaches llegaron a la isla tanto de Asia como de África Manakara Tofiara M índico 1 Totanaro r 0 m m Din KB XBni H H Una tierra cargada de misterio Protegido por sus cadenas de montañas, el sur no se beneficia de los vientos alisios y de las lluvias. Allí la palabra sequía es sinónimo de hambre, y la búsqueda de un suministro estable de agua constituye una fuente de preocupación constante. Pero la dureza de esta tierra no impide que sea un excepcional fondo de riqueza natural y recursos humanos. En las montañas Isalo, los cañones, las cuevas y los recodos de roja arenisca esculpidos por el viento y la lluvia transportan al viajero a un universo mineral. Los cráteres recortados de la elevada meseta, los desiertos de piedra y el silencioso ambiente contribuyen a crear una sensación de misterio donde el viento sopla entre los picos Calcáreos, que parecen cargados de significado. Más al sur, en Mahafaly y en la tierra de Antandroy, el paisaje se ve dominado por matorrales, desiertos de cactus y de broza marchita, por plantas espinosas y por vegetación más carnosa... En estas zonas, en las que la vida es dura, es donde se encuentran los estilos de vida y los paisajes más excepcionales de Madagascar. En esta tierra inhóspita, tanto los hombtes como las mujeres han aprendido a adaptarse a unas condiciones extremas de existencia. De piel muy oscura, despreocupados y trabajadores, su carácter ha sido forjado por una vida muy difícil en una tierra hostil. Sus pueblos, prácticamente invisibles, se encuentran escondidos tras espesos setos espinosos que también protegen los pastos para el ganado y los escasos campos de maíz y mijo. Aquí el cebú tiene la misma importancia que en el resto de la isla; el animal es omnipresence y sagrado y, alternativamente, una fuente de prestigio y una víctima que sacrificar. Cada uno de los animales se encuentra estrechamente ligado a su propietario. Cuando fallece el amo se sacrifica todo el rebaño, que muere de este m o d o con su amo. Los cuernos se plantan en la tierra que rodea la tumba y simbolizan el prestigio del fallecido en vida. Hacia el noroeste, frente al canal de Mozambique, una sucesión de islas paradisíacas recrea un auténtico oasis que recuerda al jardín del Edén. En este lugar combatieron antaño flotas de barcos de guerra, la trata de esclavos desarrolló su triste y desafortunado comercio, y los piratas descubrieron un lugar ideal para su cuartel general. En cuanto a los pescadores, hoy igual que en el pasado, siguen protegiendo sus artes de pesca bajo los cocoteros. Emplazado en la zona noroeste de Madagascar, frente al canal de Mozambique, el archipiélago de coral de Nosy Be se hace merecedor de su reputación de paraíso en miniatura. Fascinante y sensual, se le ha llamado la Isla de los Perfumes por la presencia Acylang ylang y de caña de azúcar, así como de plantaciones de café y de pimientos. Hay largas playas de arena blanca ribeteadas de cocoteros y lagos de una increíble pureza del color de las esmeraldas, que ponen de relieve las siluetas de las canoas con bacanga. Cuando el canal de Mozambique resplandece con una última y llameante puesta de sol, pot el horizonte parecen emerger naves de otra era, y el espectador se ve envuelto por la sensación de que el tiempo se ha detenido. BVN 6

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