BLANCO Y NEGRO MADRID 18-06-2000 página 12

LAS MEJORES INTENCIONES A Hollywood, como a todo, es pillarle el punto El cine norteamericano ha conseguido, a lo largo de los años, convertir las situaciones insólitas en tóDicos ODRJGUEZ M A R C H A N T E I cine de Hollywood ha inventado más conceptos visuales (bocadillos de viñeta en unas cuantas décadas que el resto de las artes en toda la historia de la civilización. Y de no ser por ese tipo de películas, que han convertido en tópico situaciones y visiones insólitas, no tendríamos ni la menor idea de cosas que hoy nos parecen obvias. Por ejemplo, si en una película americana alguien está alojado en un hoteüto de París, desde su ventana siempre se verá la torre Eiffel... O éste otro: si están unos soldados hablando relajadamente en una trinchera del frente y uno de ellos saca la fotografía de la mujer y los hijos y se la enseña a los demás, ese soldado no tiene la menor posibilidad de sobrevivir a la próxima batalla... O un ejemplo realmente bueno: en una película policíaca que se precie, el detective encargado del caso sólo será capaz de resolverte cuando le hayan expulsado injustamente del cuerpo tras acusarle de los más abyectos pecados... Hay muchos, muchísimos ejemplos de detalles, situaciones y aspectos que el cine nos cuenta de tal manera que resultarían muy sospechosos en la vida real, y algunos de los mejores y más graciosos de los que circulan por ahí (por ahí, hoy en día, sólo puede ser la dichosa red están referidos precisamente a las películas de policías: lo normal, en el cine americano, es que para llegar a jefe en una comisaría sea condición indispensable pertenecer a la raza negra; luego, cuando el comisario jefe, negro por supuesto, destituya a su detective favorito (con el fin, como queda dicho, de que pueda resolver el caso) le ofrecerá extraoficial mente unas cuantas horas (48 es el número que mejor suena) para resolver por su cuenta el problema; es evidente, también, que en las comisarías del cine americano se les hacen a sus agentes unas pruebas físicas y psicológicas muy estrictas e infalibles para lograr que cada uno tenga como pareja patrullera a alguien que sea completamente opuesto. De todos los tópicos visuales que los buscadores han encontrado en el cine americano, el que resulta más hogareño, cotidiano y entrañable es ése que obliga a toda madre hollyw oodiense a preparar para el desayuno familiar huevos, tocino, panecillos calientes y café; y cuando todo esté apetitoso y humeante en la mesa, resultará que el marido y los hijos no tendrán tiempo de probar bocado y tendrán que salir de la casa apresuradamente y con un sorbo de café en la puerta. Por lo demás, Hollywood nos ha enseñado que los taxis cuestan la primera moneda que salga del bolsillo; que las bombas siempre llevan unos numeritos rojos que anuncian cuándo van a explotar; que los que sufren una pesadilla han de incorporarse en la cama de golpe, sudorosos y jadeantes; que en los chinatown de Occidente, los orientales del barrio siempre están celebrando el Año Nuevo chino; que un tipo duro aguantará a pie firme una paliza, pero se quejará muchísimo cuando la chica le ponga unos algodones en las heridas... Y si no se nos acabara la mecha, haríamos ahora una relación de esas películas cuyo argumento se desmorona con la aparición de la telefonía móvil, que le complica cantidad ai asesino: por ejemplo, ya no podrá cortarle el cable del teléfono a la pobre cieguecita cuando quiere pedir auxilio. Con el móvil inventado, ya no hay enemigo pequeño... SOM 12