BLANCO Y NEGRO MADRID 21-05-2000 página 46
- EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
- Página46
- Fecha de publicación21/05/2000
- ID0005367150
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REPORTAJE Existen artículos que se venden nnás baratos en Polonia. Incluso insignias nazis prohibidas en Alemania y que son adquiridas por grupos ultras. Se da la paradoja de que las víctimas (los polacos, objeto de múltiples agresiones) venden a sus verdugos sus símbolos se sabe muy bien qué hacen en esas latitudes, hasta insignias nazis de nueva producción, prohibidas en Alemania y que son adquiridas por militantes de grupos ultras alemanes. Con ello se da la paradoja de que las víctimas venden a sus verdugos (los polacos inmigrantes en Alemania pueden set objeto de agresiones por parte de los neonazis) los símbolos que les enardecen. Éstas no son las únicas ofertas. A los lados de las carreteras que se adentran en Polonia deambulan prostitutas, que pueden permanecer largas horas en espera de clientes aún en condiciones climáticas especialmente adversas, sobre todo en invierno. Detrás de la fachada Detrás de toda esa fachada pintoresca de una frontera muchas veces colapsada, está la lucha sin cuartel de la Policía contra el contrabando y la inmigración ilegal. Aunque Alemania también limita con la República Checa, otro país del antiguo telón de acero, el esfuerzo técnico y policial se dirige hacia Polonia, que mantiene 1.200 kilómetros de frontera con Rusia, Lituania, Bielorrusia y Ucrania, y por ello constituye el corredor de paso de las mafias que provienen del Este. Precisamente la frontera este de Polonia es la que preocupa más a la Unión Europea, ya que la próxima incorporación de los polacos a la UE la convertirá en el límite oriental de la Europa comunitaria. En 1999 cruzaron esa frontera 27,3 millones de personas, un 16,3 por ciento más que el año anterior. La UE ha contribuido con 40 millones de euros (6.600 millones de pesetas) a la modernización del equipamento de la Policía polaca, que recibe formación específica en países comunitarios y cieñe acceso a datos informáticos del acuerdo de Schengen. La frontera también cuenta con campos de refugiados que esperan el trámite de su solicitud de asilo en Alemania, petición que fue planteada el año pasado por 80.000 personas y que sólo obtuvo respuesta positiva en el 3,5 por ciento de los casos. Mientras las autoridades alemanas se disponen a repartir 20.000 permisos de residencia para extranjeros especialistas en informática, mantienen con fuerza la impermeabilidad de su frontera oriental a ByN 4 6