BLANCO Y NEGRO MADRID 19-03-2000 página 52
- EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
- Página52
- Fecha de publicación19/03/2000
- ID0005368212
Ver también:
presidente, porque tiene muchos más conocimientos, valentía y honestidad que la mayor parte de los políticos de mi país. -Cuando estrenó Unstrung Héroes se autocalificó como una ladrona de ideas ¿Sigue sintiéndose así? Más o menos. Si no como ladrona, como vampira. Cuando dirijo me dejo llevar por cosas que he visto antes, eso desde luego. Colgadas está dominada por personajes femeninos. ¿Se siente más cómoda dirigiendo a mujeres? -No, no es eso. Lo que pasa es que me interesan mucho los personajes femeninos, sobre todo en la comedia, porque las mujeres suelen tener un carácter muy intenso, y creo que pueden dar mucho de sí en el plano cómico, algo que, sin embargo, ha estado dominado tradicionaimente por el hombre. La hora de las mujeres ¿Cree Hollywood se ha vuelto más femenino en las dos últimas décadas? -Creo que sí, especialmente en los puestos ejecutivos. Siempre ha habido grandes e influyentes actrices, por supuesto, y aunque no tantas, algunas escritoras y directoras; pero, sobre todo, para que Hollywood dejara de ser un negocio controlado por los hombres era necesario que a los puestos ejecutivos de los estudios empezaran a llegar mujeres con las ideas claras y con ganas de cambiar las cosas, que es lo que está sucediendo desde hace algunos años. ¿Se sigue considerando una feminista? -En realidad, yo nunca me he declarado feminista, que es un término que puede identificarse con un sentimiento de cierto recelo hacia el hombre, cosa que yo no he sentido en mi vida. Pero sí defiendo la igualdad de oportunidades no sólo en el negocio del cine, sino en cualquier otra actividad humana. ¿Y qué le parece cuando alguien se atreve a calificarla a usted misma como la gran musa de la progresía? ¡Ja! eso fue hace mucho tiempo. Ya no creo que sea la musa de nadie, ni siquiera de la progresia. ¿Sigue estando vivo en usted el espíritu rebelde de los años sesenta? -Supongo que sí, aunque las cosas han cambiado mucho y ahora soy sumamente realista. En aquellos años, los jóvenes creíamos que era posible tenerlo todo en la vida... Pensábamos que podíamos ser unos completos hedonistas y, al mismo tiempo, hacer cosas importantes en la política, en la literatura, en el cine... Luego, el tiempo nos ha hecho ver que el hedonismo tiene muchos riesgos y que las cosas importantes sólo las consiguen hacer unos cuantos. Éramos unos soñadores, como los jóvenes de todas las generaciones. Pero creo que la nuestra fue una generación todavía más inclinada a la utopía. Y ese espíritu sigue vivo, ya no en mi, sino en toda la sociedad, porque los sueños y las utopías a veces son muy necesarios. ¿Siente algún resentimiento por el hecho de haber estado encasillada siempre en la comedia? ¿Resentimiento? ¡Ninguno! Al revés, me encanta BUICD V lEBII t i