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BLANCO Y NEGRO MADRID 30-01-2000 página 11
BLANCO Y NEGRO MADRID 30-01-2000 página 11

Descripción

CARTA DESDE NUEVA YORK (Alfonso Armada) Atroz melancolía en Coney Island l tren N es largo como un día sin pan y sus veintiún estaciones después de cruzar bajo la desembocadura del East River permiten completar uno de esos tratados de geografía humana que el metro de Nueva York imparte por el precio del billete. Ha llovido y helado con furia desde que Federico Garcia Lorca escribiera en Paisaje de la multitud que vomita (Anochecer de Coney Island) que sólo cuando izaron la bandera y llegaron los primeros canes la ciudad entera se agolpó en las barandillas del embarcadero La estación es un aviso del desprendimiento, pese a las anclas y los bañistas dibujados en los fragmentos de techumbre que se jMM salvan de las estalactitas de I H pintura- desolación. Venden H H H manzanas caramelizadas de B sesenta años el primer do B B mingo del nuevo siglo. Los ven R I W dedores de vidas arruinadas BL no se esmeran en adecentar su mercancía: tramos de acera rota y chiringuitos amaestrados por la herrumbre. Es en medio k de esa melancolía atroz de CojÉÉ H ney Island, la playa pobre de V H I H I I R I York, arena vieja y un H M. 2 j y y parque de atracciones moribundo, donde la melodía de un carrusel parece la banda sonora de Luís Buñuel para una placa del pecho de la ciudad que se cree y se vende como reina del planeta. El carrusel es un tiovivo rescatado de la noche de los tiempos que Hitchcock hubiera aprovechado para alguna de sus maldades. Los caballitos suben y bajan como si la madera no estuviera domada del todo, y la gigantesca caja de música tiene castañuelas y triángulos de verdad que acompañan la melodía de los dos encargados con cara de rufianes que mantienen vivo el mecanismo y se encargan de atar la cintura de los niños con cinturones de cuero viejo como la infancia de Coney Island. El paseo sigue siendo de madera como en Atlantic City, pero en pleno invierno la decadencia del parque de atracciones clausurado y la montaña rusa en la que nadie volverá a soX ñar son el contrapunto a la ciudad donde Lou Reed Coney Island Baby dice uno de sus viejos discos) descubrió a solas, en plena noche, que su alma estaba en venta. La torre de metal parece una antena para difundir melancolía sobre una pía- r- ya de arena pálida, donde perros y neoyorquinos pobres, rusos, hispaI j l g p f c y orientales se recortan contra el mar. En Coney Island el porvenir es en blanco y negro. Contfy Island: un parque de atrncciones moribundo HISTORIA DE DOS CIUDADES Ahora que la prestid i gitac ion de las fechas permite hablar de siglos que se apagan y siglos que dan la vuelta al reloj de arena, nada como la exposición que el Museo Judío de Nueva York dedica a una de las metrópolis por antonomasia en el tránsito del siglo XIX al XX. La metrópoli de Berlín: los judíos y la nueva cultura entre 1890 y 1918 es una visita imprescindible para indagar en los orígenes del cosmopolitismo y la posibilidad de comparar aquel maelstrom de la vanguardia europea con esta capital contemaporánea del dinero y las imágenes del mundo. E Hr. NA (I M I K M O S Ahora que el frío ha instalado sus reales en la ciudad, con ráfagas de viento que ponen el t e r m ó m e t r o más de veinte grados por debajo de cero, recorrer Hariem un d o m i n g o por la mañana sin abrigarse hasta las cejas puede ser una t e m e r i d a d El barrio negro por antonomasia renace a marchas forzadas. Tanto para celebrarlo como para entrar en calor tras una mañana a la intemperie, nada c o m o Norma Jean Darden (más conocido c o m o Míss Mamie s) un restaurante entre la inacabada catedral de Saint John the Divine y la parte alta de Central Park (364. Cathedral Parkway) donde sirven unos pancakes con huevos fritos o revueltos y patatas al m o n t ó n que serán el mejor revulsivo contra el frío. El precio, la decoración y el ambiente serán uno de osos recuerdos de Nueva York que uno saborea después c o m o genuinos. liiM- i JIKII (Icilrrii una exposición al Berlín del tránsito del nielo XIX al XX BLAICa T lEeiO 11

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