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BLANCO Y NEGRO MADRID 02-06-1996 página 12
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BLANCO Y NEGRO MADRID 02-06-1996 página 12

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
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Cine Por JULIÁN MARÍAS E STÁ peTcuia de Efian Gibson, The Jj ffor -Coacc- ón a j jurado- hubiera pedido ser e ceferHe, si los que la l i reaüzacio hubesen sido más modesiD 5. La seixillez suaie ser acor eíatte; cuaixlo va inda a aigm talento, sus resultados m con fTEcuerida satisfflcionos. a núcleo del argijmento rej es nuevo; más aún, se parece extraoidireriaiDente al de olra peEcLfe que vi hace tiempo, y aj Otitulono recuerdo. Annje Demí Mcofc) es una mujer ¡oven, separada, esaítofa cuyas extrañas obras son muy inrovadoras, madre de un híp cas adolescente. La nombran girado de un grff caso da asesinato, ligado a la maña; el juez se muestra dispuesto a exonerada de ese deber, pero ella inásle. a pesar ae las ¿ficuStades, en paítidpar, o í parte ilusionada por ia emocicíi que le prometa dramafemo de la causa, Pero es vijlnerat) ie por si misma y por su hijo. La poderosa organización se moviliza para t c e r presión sobre eJia y ayude a cpje el culpable sea declarado ¡nocenle. híasla aqui no hay no v edad. y las intrigas amenazas, engaños y sorpresas se desaioltan de manera poco sorprendente. La actriz. Demi DELAfíEM. ACíÜEm ESPAÑOLA Y OTROS EXCESOS Mcx) re es una mujer afr y encama eficazmente y con acierto a su csfscíTaJe. Q que podemos llamar antagonista, a quien llamara Teactier ¡yoi es Afee Bad- vin, buen actor tamiáén. La direcoún cinemaEográfca es imaginatKa y compleja Oeo que demasiado compteja. Participa de esa moda reciente d cir oscuro, que se va exlendíerxJo como m a epícfernía y me par una peligrosa tentación. La ma or parte de la peleóla tíarjscure, si no en la oEci idad. a rrtedia iuz b que resulta íatigoso y, sobre todo, casi siempre ir ustiricsdo. Tal vez se pensa que eso añade misterio o e m o c pero creo que es un ccfiaderabte estorbo. La oscuridad se extienda a píxcionas del argumento: hay demasiadas cosas, rvn cmpre darás: la inteiigiWdad íaiia en mucíxis rsTcmentos, y esto, lejos de aumentar el lnier lo atenúa o cEsipa. B género poTdaco. al que en sentido lato pertenece- The Jifor- se nutre de una claridad que acentúa el misterio, EEIO hace que lae grandSE noveJas o pefcuias poTiciacas se disÜr n por su transparencia En esta película pasan dema- iadas cosas, parte de enas imecesarias. Se acurinjian detalles del espicnaje a que es scmetida Ame, de la casa en que vive con su hf 0, de las discusiíxes del jurado, que senan más dramáCicas si su lúiea Jese más sencilla y dará- recuérdese íTvvet je An y 4 en t iuia siempre mal traducido como- Doce l TT bres sin p; edad Tamtuén hay más violencia de la nK esana, lo que siempre introduce un etemento de inverosimiDlucI qije engerxira la indiíe- rencia. Y es lástima, porque es una petoJa estimable, con adores competentes, con enxición pe- rturbada porfos eMcesos, Hay p a s a de efcaz intriga, de efectivo dramatismo, se estx zan relaciones perscfiates que prometen rrds de tó que dan pofqus e raso dorTrLiante las perturtia. La parte Tr il de la historia. trasladada a un pJnloresGO lugar da Guatemala, pem- íte introducir escalas isíosas y compiicadi rnas de un festejo popUar lleno de cobr. Pero UTO se pregunta sJ argumenialmsfite esto parece justifcado, Se sacrifica la sobriedad a la especfaciaidad o la sorpresa. Y la sotíiodad es una de las corriciones del buen cine poricraco. Ríe v 3 urcf- es un buen eiemp- io de las tentaciones que acosan al cine. 0 exceso de rect sos de todo ílpo- desde la técríca h sta los econúrrioas o la rriuf ipl cación de elementos- Peva a aprovecharlos sin perdonar ninguna. Ocurre c c i esto como con los investigadores que no renundaí a poner en sus libios lodo lo que han le do o averiguado, todo lo que saben y hasía b que no saben muy bien, B arle de renunoar es esencial, y no se practi dsnasrado. Por eso el dne anligoOn hecho en situación de escasez de (odo, s u ser una lección, f qufere esto decí que los reCLTSos ssan deadet -abies o íTNConver tes. Lo que pasa es que todo, en el aile, la LteratLffa, r la trrv sligación y, sobre todo, en la vida leai, los recuses son- páralos proyec 1o s y en caso de desequilibrio deben predcminaf los últirroE. CuarKio los proyectas sen atractivos, intenses, auténücos, ercen b qus pcdriamos Cama) -una succi tfi sobre los recursos, por modestos que sean, y Jos obligan a dar un rendirrtenio que puede ser fabuSoso. S se repasan las grandes creac ¡Cí s de fa histeria, o esa forma suprema de creacíÉn que SCO las vdas ejemp res, se pueda ccíTiprobar con mil ejemplos hasta qué p íito esto es asi. 12

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