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BLANCO Y NEGRO MADRID 14-01-1996 página 8
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BLANCO Y NEGRO MADRID 14-01-1996 página 8

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
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Libros 0 W s MANUEL B- Pr -r o U A eso fuetoque a j espiritu sintió o animó, pero b que duan sc n iros verdes de los que pueblan la tieita c (yTipact 03 y desiguales para que no puedan Camtíse sino con acfjel nombre Yo dfia corro Zumel es maestro en las tonaüdades de las apa- ioncias ¡g eles Sus Cipresesestán Sídados en uias manchas de verdegay azulado y de oscuridades irritMas. Oeo qije es mucho saber el que a se acurrruia pc rque practkra iria especie de sincretismo S Í las arles Í- Poasfa y cctef qje abocara en la pj- a atisijacciírf inieieciu Feüoidad perttiteda tan s 6 to por la presencia del hL rribre, Por eso su pintLía pcdrá ser orüica, como, al ver criaturas transidas por los colores que las cercan, nos da la ¡rídedsa luz del aHa o la fusión da la b e con el pas 3; e Entonces asoma a sus 6 eos i i c o m p mundo en el que el cokDr íitenia sii nfcados ajerxjs a la píiEua y se tice SUSP D- H íCyce sueño- -Paz- -Bosque soñadO Piacidaz Véiligo- o los mil moJos Q Ne scn Zumel feie pa- a interpretarse y trasoendeíse. Luego, ei Xi f rxro: Sinfooá en verdes- FOTKJO a ¿TJ ÍJJZ de la mai a Ra t de Ive Néson Zum es un ji ilor consciente de su arte y del ate. Por eso la djfcuiod da er asiPario. Diramos que es el Necesitado de proyectarse y necesitado de inteíforizarse Hablar de 1, 3 sola Fcrma de su e cfes ¡ón es amriCíar sus canees: v redos, múltiples, heterogéneos coma sus- Rayos da luz- pero anronjosos como su- Cascada de coicf- S E haÓ- 0 de (tversoa moOos i3 pniura dG Neison Zuriid evoi (x? ona desde la realidad hasia la absiracaói, Es derío. Pero rara vez un artista rcmpe con su irisado para crearse el Cfopo presente. No suele r nojwaS. La concíWv a se marufiesia en i ia e. cJución rnás menos marcada, pero evc jción. Cuanto más en u i hombre como Zmref para quien L 9 jeaijüad ÍXJ es el (rasíado pííTtual del mfxtdoal cuadro, ano la e eaión tfef miíxlo pornsGfo oe cc es. Digo co íes, no líneas o olOmenes. No nos Jnagjtímos al ariisia perfilando agresvameriTe su 3 nx -iDS na conslrujéndoios (xxno Lin aíQuiecio implacab e. No. Su pff Lia es genesíaca, ta que vafe tanto axno decí creacwsmo poesía fJosepnla b que está pasKgmenle anle nuestros pios sino to que emerge de la popia vida. Las cosas caeri en LÍI pozo arón en el que pierden la materi idad de su ser para díanos súto la vtxadón del ccíor. S ¿ña xjna fenría def ser Impcesonlsla personal de Meison ZuTiei. Ya no 1 en su arle precisKX s fotográücas, ano capíaconGS que tienen su no poco SíTitX fisTXi. Veamos ei cuadro al qííe lEamó Dulce Néctar Tcdo es un nüito para que la ñc marárieste el rc o de sus pétalos y el amanto de sus estambres y de sus p tos. No se trata de ina amaíxJa cc no las que pinlú KtoneT fjTlo flfriiiar de GiH. e y. sino la Bamadaauna píe er a en laque aún cate la sorntíS, pero o que Siivo a la Dustón del contempiadcf es esa grama, difusa como las olas DE lA REAL ACADEMIA ESPAÑOtA NELSON ZUMEL O EL FRENESÍ DEL COLOR del mar en la que la cnatua debcada esta sobreradartío. (Merecería la partí tenar la ccJTO ogía de los cuadros de Zure para que r jestros pasos camjiaoi con exactitud) Para mí es éste un cuadro en el q i s la realidad tiero sus justos perfiles, pero en otros -Floiero, Bores la precisión se va dlsuadiencio y (os blancos pctf en un tono digamos ImpfestanisEa a las comixiSiCíones. Pasemos ahora a Hqas y ikxes. En ina pcnchera transparente reposan ñores blancas y rcjas; ya no p 3 d i s pensa en amapofes ni en peon Son sugesfcoes qi perecen e japar de UTa verdad aparente para dciamos esas maixíias de cokx qua rKJsotros Inteipretamos, corno eserx ias líascenotías. Aiaso ei impfcsiorBSíro se ha tíxado en e j: íe 3i Cíiísrro. ¿Y las manchas amarflias? Son pétalos que so marcftilan sin dejamos et trazo de su conlomo. He d icho e í: íesonisrrcí y cr o qus la C uck n de Neisc- n Zumel ha Bs Bdo desde el impresbnismo a esa íntensádad de la expresión Encera aun a costa del equilibrio Ictfmai- La dGÍTtc de u i dodonarb cualquiera nos ha servido aíxffa para enlerder esos odores agresivos que ros d la idea de una flor, ¿cuál? porque cada flor es la imagen de todas ellas. B nombré vléñe a Sfir secuTKlaréi ante la rendad que ha perdido su apariencia contr ¿an e para dejar paso a la esencia que le peitenece, RCÍOH tanco, amarüio. Los pceías h dcho que quedan los nombres. Si, en el eclo de la expresión íngCéstica, no, en el de la sjfisteoc arles de que el hrombre la llamara de algún modOr Quiero ejempsfcar con un muxlo diferente: tosjudbs espalóles- tras Qurcenios ar íOS de negro mazaissjguen hablando como rxísotros, peio dcen pojarico o trno ctopérdds orasa, qjs les vienen prx rxéstamos de Jas ler uas en cuyo contacto vEv- en. Conseivan ef cobgo aba. T: ador, ro las contingencias, Bos nos á n dcando dararriente oímo to qje martiene la escoda de sus hablas no son las mcd dades que c a r í 3 de LTi silo a otro, sino la evitación en la que se cobijan síTfifes, jtazTTJies o gí- iSfO y gotondYS Asi Nefeon ZUTTK- I pinta- Fíondosidad- cofcres sin limites; amaríSo, azul, maiva, grariate están en aqueíla tabla, sm sef otra cosa que la llamada para que el cobp siga siendo. Pcdriamos pensar en su expresionismo abslraclo, en el qije cada rancha- grande o pequer tees LQi tertibior de luz que emerge de bs sombras. B pintor no pona los tonos y matees en un acto de conc ericia inesponsabíe, sino anuic ¿íidoia desde el oróo de su afma en ei que las cosas e. íSlen, Si dice M 3 r y nxas no quiere decjr snaíf rocas, per mucho que veamos u i azul intensfeiryío o urros colores v icprilos, Lo que ail hay es una magma germnal que aJ enfriarse ha conseguido la proiifí ación de bs cüíureii que manbene aj condición irxxpánica. Todavía rnas en sus befi sjrx s Chopos- Si. ncs lo dice Nelsí B phiCí Neteon ZijneL Jasé N GcffizSlez, Gdlcr. (3 e fc. Nlaííd. doeríye 1994. 8

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