BLANCO Y NEGRO MADRID 17-04-1994 página 10

Cine Por JULIAN L A iesevis. 6 n me ha dado 0 C 3 SIÜÍ 1 d 9 ver U O peioia T antgua sm dema ada imporraxia. CwigíJa aor David Mier, bniada- Mght Lsce- ¡en Espar Un gnío en la neUa- es uia híSlCfia aprojómadameníe CC- tci 3 ca. situada, cerro su i iuio espa id st iere, en y en los it Tipos en que las espesas nieblas eran más freaíemes- y más espesas- Qje ahcsa. Recuéidese el tiUo ÓQ nr a da Bao a, -La tíixJad de la riette- Que era, cor supuesto, Loreires. Confeso que lo qLie me arwtó a v es! 3 petóte fue el am X) de qu 9 sus actcíes eran Doiis fóy. Rex Hatrison. Myma Loy- Hatéfl N sh Y. en efe: ío. airxiue la pefcufe no era entracrdí ana, lau con agrado y no me abi atE- ni rnténi i n memento. La peispecíiva de pasaí hofa y media en ccíTipafaa de aquefeffi actores me ceieció ¡ncfíaníe. No sabá qué iban a hace pero TIOS VK rroveise gozai de su presencia, a pfDmetedOf, Insislo en que la ptfcJa no rebasaba un ri maío, decoroso sin gan ajgjnatóad n tensión; rxj tcdos los adores eran emntníes, y algirios ro estaban ya en su me cí mcínento, pero ierran aJgo que era eaQercia del cá duaite mucho liempo: lo que podríamos llamar la buena ccmpafüa el agrado por la presencia de actores que lertan atract -o. Y no se (rata sólo de betteza. Córele que me parece muy íTipcítanle, nxKho mas de lo que hoy si- e pensarse, PÍÍO hay qua pcíierse pfrnero de xuerda sobre q- jó es belleza, algo qje se tjende a reijcír a ousi tón da n edídas. a to que OTe llamaba mé! rtco MARÍAS DE ÍA REAL ACADEm ESPAÑOLA PRESENCIA HUMANA decirtají. La belleza es a go mucho mes sefio, va da denOo a fuera, es mas Que nada expfesfín de la vita Jád, la perscrta! k: lad. la Eu za ffiíema en que fisia cenaste, y, cfeTQ es, e msdo más eficaz de conXflTlcaciún- per eso su t u x en el c es decsiva- Lo eseixiai es que el aclcf o la actriz reslén- no stío en la pantaíla. ¿no con no Dtros Oue gan pasar su rea íad al espectador que cons. gan aír rsu alenctóny estattecer m ccntacto que es precísamele la magia del una. A esto 5 e puede sv simpatía, no sólo en el sentida hab lual en español, que es de capital Impoiranoa, abo en el ñeraJ y e ü m o i ó que aíude a la F- OSJtJSdadde seniIrccn- Silos actOf ro ti paseen o cons. gjen. p: rruchas vuelas que se le de no son tájenos acloies. Y no es probable que lo legren si no son SíipSÜcos en el sentido usual, por s xiesío SI sen antíiáticos. Kfe gLetaria cecisar cuárxip 9l cine decdió deshleresarse de la empalia de los adcxes. Reatófdeso b que ocu íi ci, ndo se pasó dd cíie mudo al soxno, cuartjo tif reíon que habhj. Muchos resultaron iriiJües pcqije no satían h. aceito o porqitó sus vxes eran inadmisittes. Aigo if erso sucedo cuando se supríntó fa Lgeix a de simpar -a se tofrü una ccíxÍGiér, pudieren enlraí muchos q i huDferan cfjadado excfcidos an es. Este camtJo no fue aJb (to rt uiiversalH sino gradual y percial. Más interesante que daJemíha sus fechas serian rxlagar sus motivos. ¿Por qué dejó de carecer e igibie la sifiíiata, pcí qué egó a vísela como x estctio? AíKiéítase qie no se traía sólo de CT sfK) de LÍI cambo en d sistema de las estimaciones. Recuerdo mity bien la épcpca en que al hombre sánpétco se le perdonaban rtxxíias cosas, Cfje en éí parecian verbas. Por ejempto, a los poüticos. B que gozaba de sirTipafá lerna mücfx adelantado, Itei aba una ventaia- infCial a tos demás. Hubo m nxjmenio en qje so empezú a pieíerir al antipático, íx: luso dentro del mismo pa- ttdo, el c o n erxarado, ine presh o, atravesado -conx) d ca la sabrosa e CTe 3i6 n cciccíial- a preterido cor su cíentela. Se podría ar aiizeí este hecho y so verá corre coirxiíI ÍJ con el mgreso da lo turbio, hostil, negativo y hosco en le vkJa púbGca. En algunos momentos eKcepoonaJes. d hcmtxe mpát ¡co empezó a initar, y encontró (Ji vlEibte desvío Brt) érxí 33 e esta ccn deoctón a oíros osTipos la líl aiura. la pintua, la rnúsara, la Sfíjifllectija. Seria apasicnarite revisar la f toria reciente- o Itíana, pero esto ülíinxies másd tícil- ala luz de esta marera de ver las cosas. Y hsy recijrreroas: a se toman los úitíncs setenta u cchenia ar os se n las vnríadcrcs. las ¡ntcmpct- nes de una terdercá domirante, la jdla a sij ¡gof. Temo que estwTOS e una fase en que la aniciai- á vojslv a ozar de prestigio. Parece que nos hemos apartado del 6 ne, pem no es así: es hoy el majano instrunenTo de comtíicacíón; en él se alcanza L a fcrma más ijvversal de presencia de uias poíscnas ante o ras- naturalmente, ricfcjyo su sián telc isi- confeimagen se hace prindpalmenle la pol tfca. para b y para mal; la eccncmía, gracias a la puWcidad. depende lía eaa. Y el caTe mismo, como (al, hífcjye en la sensíbJTfdad geríor de mfcnes y riíCcoes de horn Bsy mu es- en dos formas báen s r, as- Si los acsores y irices fuesen rajevamente sknpábcos. si esto fuese ir cc- rxíoón e. se alteraría la iona dad de la v la Atfvieno s tomas posirl os: vualve a gustar ú v í w- isism de- buenos V malos yhadecaüoei posteror, ruaito y sucio, de- matos y peores- que triinló uX S aitoa; se fiíOduce entusiasmo an e tas peíciJas quí lespiaban símpath, aurqua la critica se extas- e ccn frecuercia ante los atravesados y tos pfembs recalan sobre Íios, 1 ptefeíendas detospOüicos enpiezan a orientarse en otra d Tecctón. A lo m e esto rx se iffmta a las peibJas. 1 D