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BLANCO Y NEGRO MADRID 04-07-1993 página 12
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BLANCO Y NEGRO MADRID 04-07-1993 página 12

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
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Cine H Evfeto, (Efundida porte le Bvisiín f r ranío, más que en su íonna habilual- n la peCcuia- B cúnsuJ honoraib. recreación algo simpIfficaOa da una íioveCa de Gmhaní Greefie, The Hcnoraiv Cónsul de hace vento años, que leí en su tiempo. Le coníernpJacbn de la película ha colnckftdo con la lectura da m breve SbiD postumo de este autor. A World üf my CKvn que lleva como subtñub- ¡A Dream Diaty- GraTiam Greene contraporte lo que lama d mundo común a- mí p- opio mundo- el da los sueños, da los cuales Devaba, por ta visto, un diario. Este iJyo es una seieccjún. He Sido desde hace largos años iecior fisJ de Graham Greene, a tjjien corod brevemente en París en 19 9. Lo he admirado mudw, y pensé q i mereda el premb Nobd mucho más que otros que lo han recibido. Cuando muñó hace dos año 5 senti su péi- dida como si hubiera tenido con él un largo trato- es el privüegio dd verdadero escritor- aunque me inquielaba desde hada algún tiempo el evidente descenso de caridad de sus obras. Siempre vuelvo a las de su juventud y madurez. -Ihe Hotoary Cónsul- no se cuenta para mi gusto entre sus minores novelas. La psTicuü tanpoco me paren excetenta, y faltan en ella gunos aspectos vaTiosos que siempre se encuentran en el rtoveüsta reglesLa acdon está situada en una pequeña dudad argentina, cerca de la frontera con el Paraguay. Novela y peücula tienen un asunto potlíco, de dictaduras, guenHias, alentados, txulates represiones, secuestros, asesinatos. Por dasgraca, nada de eso ha desaparecido, y escnbo a las Por JULIAN MARÍAS DE ÍA REAL ACADfMlA ESPAÑOIÁ EL CÓNSUL HONORARIO pocas homs de haberse cometido un par de monstnjosidades terroristas en Madrid. Basta abrir un periódico o encerhder la radio o la televisión para recibir unas cuantas muestras de lo mismo, repartidas por tí mundo, sin contar las que, por acontecer en lugares merras públicos- ni siquiera se cuentan; o donde son tan frecuentes que se las da por supuestas. Este hecho es de tal alcance que reclama una refisxión que rara vez se hace, y no se ve que los que ejercen y administran los poderes muestren ni siquiera una VíOhjntad muy decidida de superar tai estado de cosas. Pero, aparte de esto, hay factores marginales que habna que tener en cuenta, y que afectan a la literatura, al cine y a la t evlsión. Por ur a parte, la presentación en todos ellos da la viotencia en sus formas más e areiTiad 3 S y directas está produi: áendo una habituacón cuya hueda en nuestros contemporáneos empieza a ser tan visioie como í quietanle. Se trata de ficción, pero como decía ünamuno, -de reaOdad y ficción, que esficDónde reaTdad Y los Umne entre una y otra son cada vez menos ciaros, porque destiñen- mutuamente, en un grado que rara vez se ve. Pero hay otro aspecto, y es que d año 1973 estaba sn el centro de un periodo en que dominó, tras larga preparadún, una- simpatíageneralizada por la protesta, la guerrilla, la violencia, cuando se ejercían en nombre del- puetilo Se ha visto después que el puetifo ha sido a la ve 7 la coartada y la víctirria principal de todo eso, en una proporción que asombrarte s ¡no se hubiese perdido la capacidad de asomtJro- y más aún la de extraer las consecuendas de las cosas- AJ cabo de vemte años, la visión da las cosas ha camliiada mucho, pero su interpreíadón, mucho menos, y por eso las vemos rebrotar. La película de que hablo cuenta con dos buenos actores: Michael Caine, es decir, Chari Fortnum, el cónsul honorario de la Gran Bretaña, borracho y bastante calamitoso, y Richard Gere, el doctor Eduardo Plan, h o de inglés, que llega a la pequeña ciudad, mientras su padre, al otro lado de la frontera, está preso y grave peligror B núdeo argumenlal es el plan por pane de un grupo guerrillero de secuestrar al embaíador de ios Estados Unidos que va a hacer una visita turistica para exigir la liberación de diez presos en el Paraguay, con la amenaza de asesinarlo. T ene parte principal en eUo un cura, antiguo conocido de Rarr, que ha colgado los hábitos, se ha casado V se ha unido a la gijerrit a- aunque Fortnum le recuerda que un cura lo es para siempre- El doctor, parte por simpatía, parte por la idea de su padre encarcelado, y una tercera parte poí coacción, facifita a los secuestradores la intoímación que necesitan, aurtque no toma parte en sus acciones. B otro lado del asidlo es amoroso; el doctor ve en el burdel local a una muchacha que lo parece atracttva, una chica muy joven y desvaPida: pe o pronto descutjre que ei cónsul se ha casado con eiia, lo cual no impedirá qije mantenga una relación sexual con el pven médico. Son dos historias paraíeías, mt Cí dicho, convergentes o entrelazadas. B desenlace es bastante desastroso, y Graham Greeiie aporta su visión entre escéptíca y compasiva, con su preocupación moral y refigiosa, sus vacflaciones, la convicción Unal de que el amor es b que a úHirria hora cuenta. La última parte de la obra de Greene se resiente de lo que podriamos Qamarsus- debilidades en el dobie sentido de la palabra; ciertas mdmaoctfws que no justifica y que en alguia medida conige, y una detoídad que disminuye la íuerza que tuvo en gran parte de su obra. Algo de esto aparece en el ubre postumo que acabo de leer: y es lo que hace que tanto la novela como la pefcda muestren hoy un fiartco vulnerable: no parece aceptable ninguna compLacericia con ninguna dase de mafdad, sea cualquiera ei color con que se disfrace, 12

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