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BLANCO Y NEGRO MADRID 28-02-1993 página 12
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BLANCO Y NEGRO MADRID 28-02-1993 página 12

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
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Cine S E están bonaivtó los Ikrvtos dé cine, empeíanclo por la opafooón ds asilir a él y coníempiarlo. Quedan cinss- normales- con una ampia sala, una panlafla on que las imágenes acfcluiorGn ía n agnrtucJ y la dignidad para las que han sido concebidas Psra se multiplican los mindnes con salas angostas, pantallas mmúsculas y okx pencTiante a palomitas tíe maíz. En eflos se pieitíe gian paite 6 placisr da- rr aJ cine y la visión de las petexiias es precaria- Por desgcacB, las proyecdooes en versión Ofigt se isntlan casÉ eifdusívamenle a sstos tJnes, y a veces asafta La ducia de sacnlicar la íom aut ttca de la peüculao su coniempiacón adecuada. Con todo, la mayoria cíe las peAoiss sevenahotaen la tetevíaún: eslo quiere decir en una pantana pequeñisína. que con frecuencia destruye gran pa e de tos valores cinemaíogTáficos, sin la mragia de la gf an saia a oscuras, la absorci 6o en mundo aue el cine inventa y ofrece; por a dJduía, con las constantes, y ca j sempre larguisínas. ritemjpciones de la putJjCidad, que va sendo obsesiva en nuestro mundo. Por cieilo. una defensa contra ella va siendo to que, ya con la aceptación da ü Academia, se lama zapeo- o- capear- apítn ecíiarido la sVnHituddel gatijno- zape- con la voz mglesa de asía modo, se espantan o ahuy tan algunos anuíalos, que se repiten en ocasones cmco o sec veces durante la proyección de la peHcUa) Dejando de lacio la maniera de ver el eme, lo más importante es lo qnQ se ve. En la leievístón alieman las pefculas jEtres, casi ¡odas píeientss, las revistónes de grandes díeclofes o actores- ahora Atíred Hiichcock. a qu ¡en se puede ver mnumeiab es veces con admíaoón por su Talento. ingenio, capacidad de irr endón y maestna oneiTiatográrica h con uLd 3 rtviSíüíitíS, púT ejemplo españolas, en gran proporción de lo mas chabacano que se ha hecho en muchos afíos. Lo cusJ 12 Por JULIÁN MARÍAS OE ÍÁ REAL ACADEm fSPAÑOíA CONFUSIÓN DE BÉNEROS es DTfusto. porque en los decenios pasados sa hlcferon en España bastantes películas cfignas de recordarse, que vimos con placer y que los n pirenes no conocen. La insistencia en las toscas, eiemeníates y groseras provoca una impresfón perxjsa del CBie españof- lleva a su despresíigto y extingue el deseo decoroceilo B papel de la lelevfeión debena ser sahjar lo qua n- ece escapar al ofvido y ofrecer de pa 50 una lección a los que actualmente realizan peíicdas. En bastantes ocase: í es sa puede comprobar con tnsteza cómo algunos directores que fueron verdaderamente estimables se han ido abaldonando a la chabacanería- recuérdese mi defintckn: vulgandad satisfecha de sí misma- H por ser b mSs (ácd y creefse Que es lo venJade arriente rontdjie. Pero la coníusón mayor es la que afecta a bs géneros. Nunca ha estado muy ctaro cuáles son- o pueden ser- tos géneros cinematogfá cos. Se han togrado Ltfios cuantos paithcularmenie felices: la c- omedia, el mus caí, el westem, el diama. La película histórica. l3 policiaca o de espicí aja. I La habido CE 3i siempc una hmirací enojosa, E duractón a media exigida por las salas da pfDV cKin. La lelevisión hubiera podido ser la gran liieradora de esa servidumbre, pero se ha aprovechado muy poco esa posibFidad. Casi exclusivamente en las senes sucesoras de las novelas por entregas del sigto pasado. En algunos casos se trata de episoífcs independientes, con continuidad de asunto general y de tos personajes, pero con autonomia en cuanto al asunto. Asi, la antigua Csnaón triste de Hiü S j í. o La ley de Los Ángeies. o la espsi ioia Farmacia de guaráa- visión actual, ingeniosa y simpática, de los antiguos saínetes, con inventrva y exceletes actores- Pero casi siempre se hacen largas series metodramaticas, por n al ncmbre- culebrones que ca i siempre sign fican un tirón hacta to ¡nterxx más elemental y adocenado. Su principio consiste en atraer al espectador, un dia tras otro, por la- intriga para ver- en qué paran- las desvenluras. herencias o ayuntamienlos de los personajes. Y todavía hay algo más, que naturaTmente escapa al dne. pero ocupa casi totalmente la televisión, y cocao todo ta que en cHü opofcco iicno una significación Cinematográfica, esta dísfii ndo sobre el dna y to afecta más de lo que se piensa Me fefisro a dos aspados dstmlOE, que son la mayoría de las horas de televisión: el depone y los concursos. Me parece comprenstíe que E a gente practique los deportes; menos inieTigible es que se los conternpie uria pariialia, en casa, durante rioras y horas. Lo verdaderamsníe G trafiO es que se explique, a gnto peíado y con una éngua que no tiene mucho que ver con el espartol. toque aparece en la pantaTa ¿De verdad necesita et espectador que fe exp uen to que está viendo? ¿Mo es capas de darse cuenía por sí mismo de que un jugador corre, otro se cae, un tercero embiste aJ compañero, un balón Bega a la meta o tropieza en su camirio? En cuanto a ios concursos... Se ofrecen premios, a veces cuanttosos. En ocasionSi son- exámenes- cuyo resultado es desdadOr. porque muestra hasü, dÓTide puedeffegarla ignorancia de los espartóles de las úittmas generadones. Cuando veo esto piereo cuántos podrían aprobar aquel examen de mgreso en bachillerato que hacíamos a los díe: años de edad. Hay una excepción: tos que se han preparado para m concurso; y entonces asombra la cantidad da rrírriicia SIT el menor ir. ierés que han aie ado, por í empto, acerca de la vida Cos y miagn s de unos cantantes de tercer orden del que naO s se acorará dentro de un par de ar ios. l a otra vanante de cortcusos es aqueüos t r s padres e h os, o másfrecuenien nteentre pareías, con írecuencia matnmoniales. La grosería, lalta da sentido de la intimidad, el nivd inielectuai y personal sutíen ser abaimadores. No conozco (uente comparable de pesimismo acerca del porvtíní. H cTie deberla defenderse de lodo eso Cúmo 7 Siendo fiei a Si memo, a su historia gloriosa, que consistió siempre en mnovacjór; manteniendo eJrigory la e- ogenctí qua nos pemiten contemplar con placer y Sin envilecimierito películas que muy bien puoden haber cumplido el medio sigio o algo masa

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