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BLANCO Y NEGRO MADRID 16-02-1992 página 10
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BLANCO Y NEGRO MADRID 16-02-1992 página 10

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
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Cine TRO nv 55 de fos grandes aclOi ce que hüC eron que el c ne at- nzara ptenamerife su edad aduHa. qutí lo d íon la perleccón mes aUS de los lanieos pjvoru es. acaba de dí ai e? te mundo Cada vez es mas irecuerro VOÍ películas- acTuaies- coo un nrvel qije es el nuesiro- o que 0 3i á sigujera Si Tdo el nuesiro- sin nngOn demento arcaico o íeirospocfivo, cuvos actores principales esian muenoE Ayí veo a John VVayne, vemos Sjn cesar a Gary CocFper, a Ingrid Beigmar. a Roíry ScTinetíeí. a os íwrmaoos Maix. a Clarh Gabie 3 Warylin Monroe. a Grcia Gíatxi. a Bar ara Slanwydc. a Fred WacMurray. a HumpTirey BogarT. a Spericer Tracy a SJTXíne gnoreE a laníos rr s Los vemos vivií. moveíse, escuchamos sus voces, represenlan el maa verdadero estilo de nuesiro l- eíTipo Pero eslán mueiTOs Ahf a ha sdo José Ferreí Era puertofr- QijeíVj Ha muerlo al filo de tos ochenta atio Er P U Í O RICO lo conocí breven ente. hace ya mudxjs artos Estaba representartío en leatto. en la de kCJosa cujdad de San Juan, e T a VEe oudad de csia cadena de cudades atiantcas que emp- ezan en Cfldiz y Termnan en Buenos A es y Montevdeo. B raribre de ¡3 M ncfis Me lo presento mi gran am- go Ja me BenUfiz, enlonces rector de la UnívefSKlad de Puerto Hico. que era lamb- en amgo Suyo Haco una ptciunOa de disitfiCíúri y aíab iidad Tenia Cierta icí, tifv 3. como si esiuviese un poco detrás de sus gesios, rodeado de SI ÍTICO Prf so Que algo de eslo corasKuia su rríavo ménlo corno actor, to que le daba una persoTialdad tfíConlijidít ie. en papeles eJlraftamente diversos C co que la cotidiC On supctior de un actO -o on olía lorrria. de una aciíiz, porque a mujer es distmia del hombre en iodo menos en su condciún de peiüona- es la cas paradójica de lundfso con el personaje, sea cuaiQu ra. y a la VOZ ser ID O Por JULIÁN MARÍAS I LA REAL ACAOEm ESPAÑOLA saívú En la película cs o se realizaba con singular maestría se veía a Toukjuse- Lautrec VFVÍÍ. angusi yrse. refugiarse, priar, conseguí! unas briznas de felicidad También fue capaz José Ferrí í de Transm. grar a Em. fe Zola. el dclensor del capiián Díoylu en aquel proceso que acudió rvasta el londo la Franca de finales del sjyio XJX. cuyas salp. caduras han llegado hasta riosolros Y hay que señalar que en sus dos película: mas logradas. José Ferrer t t r que frrígir dos dilerenles delorm- dddes qije eran parte esencr- al de sus personales, que le daban un e forzado pata una mferprefaciün que se eíponia a la falsedad o al amarieram. enlo La larga nanz de Cyrgno, que lo lleva a ocuifai su a Kf a Roj- anne y pres ar el talento de su palabra e incluso su voz a Chnsfian Las piernas destrazadas de Touloijse Laufrec. que lo apartan de lo que hubiese SKÍO ZO vida rrorrríal y lo conlinan a una trayectoria en la que se rehace y reconstruye olío- quien- que, por debajo de la desgracia, acaso sea mas auieniico En ambos casos. José Ferrer. con eifremada sobriedad, con una- senedad- rjue parece recordamos que la vída siempre es serra. con una naturalidad hecha, no de arlidco, suplemento de arte, y en la cual se advertía que el acior ponía su vida, nos hacia entrar en dos mundos aienos y pasar en eDos un par de horas, irabando algo asi como una amrsiad con dos personales de ficcK n que a ultima hgra riabian sido reales, y asi volvían a VTVU Race unos días hat iaba de la longevidad de nueslra época corrB uTi facloi que m) liga, o por lo mc- nos apia; a. la decadencia qiie amenaza al rnundo desde hüce unos decen OS f o no es pílcenle Cada vez que alguien que estaba Itíjos de ella y todavía vivía no J deja sentimos iTk s la inn rxincia de lo que dudamos que se pueda conltíriríi JOSÉ FERRER s erriprc l mcsmo Pc eso se emp ears Cfpres ones como í TCarnai- o- recrear- un personaje, que son las maneras más p i f i a s y enérgicas de represcfitarlo Recuerdo a Josí Ferrer. especia imenie. en The Oiioe muimy. Cyrano óe B rgmac. MjjXin Rotjge. JAccu e Un marino de guerra arriericano. tí poela y luchador frarrt: es del ¡XVL el pnior y conde del síjiQ pasado Toukxise- Laulrec, el rxjveJista Em. Je Zola Cuafro pape es enreramenie dsijntos, qL sm f nbarQo han quedado ligados al ador que los lievO a la panialia JosS Ferrer hizo que vTVjeran antíj r- o oiios con una intensidad incompamb c, pc- ro no podt- mos o! vidar que cuando los veíamos eslábarnos vendo- además- en eilrafia forma do convfi iincLa. a Josó Ferreí Especia Imenlo Cyr. tno de Büfgerac y Motjif! Rouge me parecen dos cimas do interpretación Y cuando vi ai gran aclOr llevAndOla a calJO estaba someiiCndoia a una de las mes ditíci es pnjeba el conocimtenio de o que aquefío debía seí Hace poco recordé que desde mi mSs íirema pjvenfud había stdo ledos del Cyrano de Edmond Rostarid que desde los qij nce a i s recuerdo Cíenlos de sus versrís franceses que cCfftservo en la imaginación la tgura, los gesios plasmados precísan ínle en los versos del protagonista Al aparecer Cyrano de Bergerac en una pantalla lenia que er conliai lo más posible de lo que guardaba en rm n irnona. de otro modo, la decepción serla mevilahle Y no la hubo En cuanlo a Toukxjse- Laulrec, poco Trompo antes había ws o en Munch una espiCndida, riqujs. rna expoS Cion de su otMa Llevaba Irescos en la retina la ma or parte de los cuadros que p ntó. y en eüos su personalidad atormt í lada y creedora Pi o odcmis Afoij in fiouíje era el rraindo dct p niw dtílorme pi íragmcnlo di: Pans en que Sü refugió, busco una realidad (íusionaílie y la recreó, conservó.

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