BLANCO Y NEGRO MADRID 19-01-1992 página 10
- EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
- Página10
- Fecha de publicación19/01/1992
- ID0005301412
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Cine STA ppNcuig de Wollgang Peiersen. Síi ücfed (aqui. L 0 noche da! os cíi m tís lO o esEa llena fE livarnenle de cnafa c hechoí añicos, y no sú o una noche sino muchas veces: y se rompen afgijnd cosas mas Es una historia interesante, tensa, que so sigue ccn atención, l ene la suficiente Intnga para mantener fa e pecotiva hasta el linal. deíando que el espectador haga algurvis conieluraz. y suposiciones, tunciandoseen ciertos datos que el director ha ido íieíando caer como eí descui o Son buenas formulas jara uíia película Jram tica con mi terjo y una üirnensiOíi que podemos llamar, aunque no rr uy riguicsamenie. policiaca SI algún reparo se le puede hacer no es por delecto, sino mas Dien por ei- ceso De todo hay demasiado La peNcgla empieza con la escena en un lupso automóvil: lanzado a grar velocidad, se sale Je la caireíera y se precipita, en laiyuísmia y complicada caída, hasta desfrozarse en el fondín de un barranco Totfoesr preseniado con gran destreza, con verdadero virtuosismo Cinematográfico Lo malo es que esa escena vuelve a verse más de un ve ¿en ci curso de la historia, y otras- realmenie acontecidas- muy semeíantes Con fo cual no sülo estas ulEimas pierden parle de su eficacia smo que la escena imciai queda- empanada- en el recuerdo del especiad o r En el coche destJOzado viaiaDan dos personas, un hombre Dan Weinck (Tom BerengerK poderoso cor Strucior en San Francisco, y su muier Jud ih (Grela Scacchi) Aunque parezca milagroso, ambos están vrvQS El hombre, destrozado, con graves lesiones y un rostro desfigurado, la mujer, casi ilesaLü nia importante, y que a a ser el nudeO argumcnral. es que él está en estado de amnesia no recuerda nada no sabe quién E Por JULIÁN MARÍAS DF lA mi ACADEm ESPAÑOLA RIZAR EL RIZO 1 asunto se complica- quiza un poco rnas de lo necesario- y no voy a ser yo quien lo revele para estropear el ínteres de ios que vean esia peJicu a que rwi defrauda La trama se enreda una y otra vez con fieisonaies secundarios cuyo papel resufía equivoco o e desvanecen S n llegar a lener la importancia que pron Üan Lo peor es que esJa eícesfva Cürriplicacion arqumental se refleía en el tratamiento cinemalográ ico Con rriayor sobriedad, tanto en el asunto como en las anágeoes. la película hubese ganado, lácilmenre hubiera alcanzado una exce encia a la que no llega Como la d rocciilrn es hábil, al final se- aclaran- las cosas y rio se queda el espec ador ilerio da CünlU 3i6 n y frusiracion Pero lo que me parece un error es que esa actitud se produce en ciertos rrxjmentos de la película ¿Basta con que a final esto so supere? Creo que no En una huerca película de intriga y mistcno, por grandes que sean éstos aunque haya mil detalles equívocos que hagan lanzarse 3l que los ve po pistas Qua lendra que rectit- car, lo que nunca debe haber es- zanas rnuertas- lo mjsmo que no deí e permitnse nunca un buen pintor, en un cuadro magistral no puc- dc haber m un decímetro cuadrado de isn ¿o que no esté vibrando. En cine el ejemplo mepr es H. ichcock. Siempre alerta. Sin permitirse una caCiBzada Shatseied es una peJícufa a la que hubiese convenido una mayor moderación y sencillez pero que logra su proposio V a los que doblan las películas o ponen subtítulos a la versión original me atrevería a aconseiaries que moderasen su pred iecciún por la grosena a veces se pjegunta uno qué dirán los actores en inglés, otras los esta uno oyeníJo y ai mismo tiempo lee una palabra innecesariamente grosera que se da como IraduccFOn de lo que S n grosería se esta diC enOo es, esta en otal desoneniación. que a nadie sorprende. La ri mer fo cuida con desvelo, as 1 fe a fos ci mple (03 iratjajos 3 de recuperación y cirugía estética, que lo deían tjastante presentable. Y empieza una adaptación a la vida, al encuentro con amigos y colaboradores al intento do volver a rrabaiar Pero principalmente ai esclarecimiento de las eticas, al descubnmiento de su personalidad, af problemático empalme de aquel préseme en que parece empegar una vida con la anfenor, perdida en el ofvido. Nada de esto es nuei o. la novela, el icatro y E? l eme han explorado mil veces, con meior o peor fortuna las tmieb as de la amnesia En Sha rea desiü so complica porque se c- mpsozan a descubrir, por muilioles indicios, cosas entrañas ¿Cual era la relación verdadera de Dan Merrick con su muier antes dei accidente Era buena ¿Le era fieP ¿V el a efia ¿No se había hablada de la posibilidad de un divorcjo Burgc el ricínbre dO un misterioso Jack Sianton, del que alguríos amigos suponen que era amante de JuOiih. hay un holeí llamado La Hacienda en el que acaso se- encontraban clandestinamente Se tmbfa de un Mercedes blanco íel que había de estrellarse y un Forsclie F J que convergían OO ante el hotel quizá el ori jeri gernránico del director lo lleva a preterir lupsos coches ademanes) Se descubre que se había iniciado una investigación pagada nada merWS que con 7 000 dolares, a un liomCire llamado Gus Klem fBob Hoskms) d u e i de una trenda extraña: cría y vende animales muy variados y pintorescos Es un hombre gordo, agudo OVÍSI fue investigador privado pero lo deiü y sa dedico a tos anirnalas: solamente vuelva a la investigación cuando tiene un apuro para dar de comer a sus biclwiíS y le ofrecen una DuCna cantidad En realdad le gusta y le divierte, es un caso evidente de vocación La intervencií n d e Bob Hoskms es acaso el mayor acierto de la película v i o lo porquü su destre- a es dscisrva desde el punto de vista argumenta I. S no porque es un actor e -cetente y divertido 10