BLANCO Y NEGRO MADRID 19-08-1990 página 10

Cine E acuso d 0 dedicar ro s alenciún al eme antiguo que a las películas rédenles. De vez en cuando siento una especte de íemordiiTiiento, acompasado de propósito de la enmiertía, y voy o vor poHouiaG do lao quo G i han C estrenado hace unos días o unas semanas La consecuencja, demasiadas veces, es qife vuelvo a las de hace muchos afkos, y i no están disponibles en los cines me contento con Qf sucedáneo imperíecto de la reieviS CX iíá por el mismo motivo fe leo ceda vez más, tanto Filosofía como literatura- no digamos poesEa- y s n embargo procuro ver ¡o que se hace. Hay momentos en que pienso si habré envejecido, si habré perdido sensibilidad para lo nuevo; pero algunas veces siento vivo placer, intelectual o iiterano. aj te novedades- sobre todo son novedades y no gestos para simular lo que son- Eoionces pien í que lo que r o he perdido es la capacidad de- distinguer le vrai d avec le laux- C- Omo decía Descartas; que no me da lo mismo lo que es verdad y lo que no lo es, to beiio y lo leo. lo ingeniosD y lo eslúiido M Por JULIÁN MARÍAS OELA REAL ACADEM ESPAÑOLA LO QUE SE PUEDE EVITAR director tiene una desmedida alíción a los filtros, y toda la peli cuFa es extrañamente oscura, hasta las escenas en una pEa a me íicana. Hay momentos en que he pensado que es una atenciííi para el espectador, porque en ellos se agradece no ver demasiado biea Rf venge tiene acTOres con los cuales se han hecho bueftas películas, incluso excelentes: Kevín Costner, AntOony Ouinn; una actnz nueva para mi. Wadel ne Stov e, de considerable belleza, aún mayor sensualidad, v q os deía la duda de SI en mejpres manos podría íier una buena actnz Hay que concederle lo que se llama el benedcio de la duda- El guión contiene loda Ja- acci 6 n que puede imaginarse; mejor djcho, una dosis copiosa de violencia, en gran parte de esa variedad que se puede llamar bruialidad A pesar de todo esto, al terminar la proyección se queda urio sorprendido de que el reto no haya avanzado lanío como se creía. Esta película empieza con unas escenas de aviación, de extremada acrobacia, muy bien realizadas la expecfaiiva es que se va a tratar de algo que tendrá relación con ese comienzo, pero no hay tal: es la despedida de un fantástico piloto miliiar, Cochran Kevifi Costner) que se retira, a quien sus compañeros hacen una entusiasta y cariitosa despedida En seguida sube a un jeep acompartado de su perro, y marcha a Méjico en viaje de vacaciones Toda la acontece en esta país, con bastante color local- Va a la suntuosa posesión de su viejo y entrañable amigo Tibey ívléndez Anthony Qu ¡nnj, a quien salvú la vtda en otro liompo y que vive con gran esplendor y rodeado de amigos turbios, cuyo lu 0 rx) disimula su vulgaridad y extremada grosería Cochtan va a vrviT en una casa cercana, pero esfai- muy cerca de TilDcy, que lo ha acogido con grandes expresiones de afecto Esiá casado con una muchacha muy pven, Mireia (Maúelelne Stowe) que muestra desde el principio una sombia de preocupación o tiisleía No falta un mayordomo de afjarente elegancta, Irlo y antip lico, mezclado a todas las intrigas ligeramente políticas que se anudan en la casa. No es difícil predecir lo que puede pasar, y en electo pasa. La juventud de Cochran, la de la mujer de Tibey, los años da este aunque sigue SfondO un tuerte y iieno de vitalidad, el ambiente que se respira, las sosp has y tos engate, lodo lleva a un episodio de gran Violencia y sadismo, con un elemenio de inverosimilitud, y es que Tibey se sinje de lo que tos loiietos del Siglo pasado llamatran- sicarios en fugar de actuar soJo y por si mismo Se podria pensar que ésta es la venganza nombrada en el tirulo, pero es sOlo la pnmera porte. Cochran, gracias e la ayuda de unas gentes muy humildes, sobre lodo de una vieía con grandes destrezas curandenles, sobrevive, aunque rnuy maltrecho, y entonces empieza lo que podríamos llamar la respuesta, c- on una acciOn complicada y sinuosa, que se alarga lo suficiente para que el espectador se vaya des interesando Esfo es lo que realmente ocurre. Ccsi todas las pasiones, Odios, venganzas, cmeldades y rencores que se acumulan sin descanso, al cabo de muy poco tiempo al especiado no le importan nada tantas calamidades Se recuerdan películas en que apenas pasa nada, pero está uno tenso, ater fo, conmovido, fa! vez con el alma en un hilo, porque el director y los actores han conseguido que aquello nos parezca verdad y que podarnos decir como Azorln del cura Bejarano Gala s en Un puBbleCíio, Rjolfio de Aviia Siento, como si fueran míos, tus dolores- Es lo que no podernos espenmentar al ver Rsvenge. en que E 1 personaie mSs serisato y aimpúfico es el perro da Cochran Al ver una película titulada Revenge, dírtgida por Tony Scotl, me he preguntado si hay derecho a hacei peifcuias tan dedícenles, tan mfersores a lo que se puede exjgir. Se dirá que siempre se han compuesto, en todoc loo gGneroS que la Humanidad ha inventado, obras de muy escaso valor, pero cuando se dispone de las posibilidades de hacerlo me or es discutible el derecho a no aprovecharlas. Sobre todo- y es o me rnquPeía siempre que pienso en el cine- porque no cabe una especie de ofuscación individual y pasadera, que puede padecer el pintor o el escritor. Esta peliculan por supuesto, goza de las técnicas exceJentes que sirven al Cine actual Ei 10