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BLANCO Y NEGRO MADRID 11-10-1978 página 22
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BLANCO Y NEGRO MADRID 11-10-1978 página 22

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que en los mencionados fueros reclama el interés de las mismas, conciliando con el general de la nación y de la Constitución de la monarquía, resolviendo, entre tanto, provisionalmente y en la forma y sentido expresado, las dudas y dificultades que puedan ofrecerse, dando de ella cuenta a las Cortes La primera parte del texto quedó sólo en declaración formal, mientras que la segunda fue puesta en práctica inmediatamente, centralizando la administración y provocando en el pueblo vasco el enorme trauma de la ruptura del pacto tradicional y del engaño. Se sucedieron las guerras carlistas. Los navarros, que habían luchado también a favor del rey Carlos, pero que no participaron en la derrota final, entraron en tratos con el poder central y pactaron. Los guipuzcoanos y vizcainos se cerraron sobre sí mismos y no quisieron pactar con el poder central. Con la ley paccionada, la ley pactada, entre Navarra, que jurídicamente no era ya considerada reino, sino provincia foral, y el Gobierno, el viejo reino- -dice el senador navarro Jaime Ignacio del Burgo- -perderá sus cortes, s u s tribunales privados de justicia, ei consejo real, las a d u a n a s- -entramos en el mercado común nacional- el virrey... pero a cambio ganó autogobierno, una autonomía administrativa como jamás había gozado porque el pacto foral confirió a la Diputación Foral las atribuciones de administración y Gobierno que antes tenia el consejo real, órgano controlado por el Gobierno Central, y que pasaron a la Diputación, que era un órgano representativo del pueblo. En el nuevo régimen foral las leyes en las materias no reservadas a la competencia navarra se hacen en las Cortes Españolas, mientras que el Gobierno y la administración regional quedan encomendadas a la Diputación a los demás vascos el Gobierno les dio como compensación los conciertos económicos, una especie de autonomía para los impuestos qtie años después quitaría Franco a Guipúzcoa y Vizcaya. En el clima de esta derrota militar y política, en la alienación de su personalidad como pueblo que supuso e despojo de sus derechos históricos está la raíz del movimiento nacionalista vasco de final de siglo pasado. El Partido Nacionalista Vasco intentó levantar al país por medio de la exaitación y la mística racial cayendo, sobre todo en un primer momento en el racismo y en el separatismo, dejando a un lado lo que los fueros habían significado como sistema de convivencia entre las provincias vascas y la corona, y subrayando sólo lo que tenían de principio de soberanía originaria. Era un fermento de otra época depositado en medio de la transformación económica y social de las provincias de Vizcaya y Guipúzcoa. Pero el fuero era un hecho cultural como diría Celaya; el hecho cultural más importante de un pueblo sin amplia literatura y con una lengua hablada difícil y muy diversa de valle a valle. Los nacionalistas, en su deseo de resucitar la cultura vasca, resucitan ahora, junto a la lengua, el hecho foral, quitándoles la bandera foral a los primitivos foraiistas, los carlistas. Y así los fueros, que eran una manera vasca de ser español al tener que ser defendidos frente a los españoles, acaban convirtiéndose en enfrentamiento y exigencia rotunda e inconcreta de soberanía. Con la guerra civil de 1936, mientras la República reconoce una amplia autonomía a las provincias vascas, Franco cercena los últimos vestigios de foralidad de Guipúzcoa y Vizcaya, suprimiendo los conciertos económicos. Pero fue mucho más lejos aún: el nacionalismo franquista intentó eliminar desde lo importante a lo anecdótico, todo símbolo de autonomía vasca: se rapaba a las mujeres que hablaban euskera en los mercados, se llevaba a la comisaria como sospechosos a los que vestían pantalón mil- rayas con bordillo azul só- lo porque recordaban a los gudaris... La represión fue tan fuerte que la crispación nacionalista como sentimiento nacional llegó a alcanzar cotas insospechadas, forzando las posiciones después, ante la elaboración de la nueva Constitución. NO SE PIDEN ADUANAS EN EL EBRO Cómo voy a querer poner aduanas en el Ebro si las quiero quitar de l o s Pirineos comenta airado don Manuel irujo. El grupo vasco, al pedir el reconocimiento de los derechos históricos, proponía que en el traspase de competencias quedaran como exclusivas del Estado una serie de 16 puntos: ejército, aduanas, relaciones exteriores, etcétera, competencias, es verdad, de Estado federal; pero más tarde propuso un techo de competencias del Estado más amplio: el de los artículos números 148 y 149 bis, que señalan en la Constitución los poderes del Estado. Podía haber sido ésta la ocasión de pactar, pero ni los nacionalistas ni el partido del Gobierno plantearon el problema con realismo y sin suspicacias. La cuestión de la foralidad no ha quedado bien planteada ante la opinión pública. Cuando los vascos expusieron su fórmula foral en el Senado hablando de reconocimiento de los derechos históricos, los c e r e b r o s de U. C. D. se pusieron a estudiar el tema, llegando a ia conclusión de que si se aprobaban los Fueron podría volver las aduanas al Ebro, los vascos podrían no cumplir el servicio militar y podrían poner en entredicho las leyes del Estado con el pase foral del se acata, pero no se cumple Aquel informe estaba basado en hechos y derechos pasados, y no en previsiones presentes a las que se podría llegar en una negociación. Los fueron son una recopilación de normas, muchas de las cuales murieron y, como ocurrió con Navarra, no volverán a ponerse en práctica. Como queda dicho, los Fueros son también el sentimiento y el reconoci- miento de la propia soberanía perdida en guerra y con engaño, pero no olvidada, y es en este sentido de fuente de autogobierno en el que hasta la izquierda vasca se basa para apoyar la foralidad. Ciertamente, la utilización hasta sus últimas consecuencias de la fórmula derechos históricos podría llegar a un caos jurídico y administrativo ante el cual ni los juristas de Madrid ni los del País Vasco están preparados. Y sí convenía concretar un techo. La vida misma del País Vasco lo exigirá. La Euskalerria que el nacionalismo unificó en base a la etnia más que a la historia en el ente Euskadi (nunca existieron instituciones comunes a todas las provincias vascas, pero hoy sí existe una conciencia común de pueblo vasco) no es el pobre territorio montañoso y agrícola semipoblado de un tiempo, y la España de nuestros días tampoco es la misma. Ei pueblo vasco ha cambiado. Hay m i l problemas internos de convivencia, mil ideas nuevas que escapan al nacionalismo tradicional y conservador: por ejemplo, el europeísmo; por ejemplo, el fenómeno del socialismo y de la inmigración, dos factores de una dinámica Insospechada en ei siglo XIX, y está el fenómeno E. T. A. ese otro ejemplo que trasciende el tema de la nacionalidad y de la soberanía vasca sobre la que ha nacido y se nutre, un fenómeno que puede convertirse en un revulsivo de toda la manera de ser y de vivir tradicional del pueblo vasco. Todos estos acontecimientos y cambios deberían hacer imposibles posiciones intransigentes en las fuerzas políticas vascas y en las del resto de! Estado. Así sería irrepetible el comentario de Irujo a la Constitución recién terminada: Antes de dejar el tema como ha quedado hubiéramos preferido que todo siguiera como estaba. Hemos esperado c i e n t o cuarenta a ñ o s y esperaremos otros ciento cuarenta si es necesario La próxima esperanza, el próximo plazo, será el Estatuto, la concreción de la autonomía en cuanto al ejercicio de las competencias. La aplicación de lia Constitución en trato directo entre el Gobierno y el Consejo General Vasco, en el que no sólo hay nacionalistas, sino vascos de otras tendencias, José Luis Torres Muriiio LA PERDIDA DE LOS FUEROS O LA RAÍZ DEL SEPARATISMO Guipuzcoanos y vizcaínos dudaron, desconfiaron de Madrid, y no quisieron pactar. Acusaron a Navarra de haber renunciado a su foralidad plena. Mientras que Navarra con su foralidad posible marchaba adelante sintiéndose autónoma y considerándose soberana en su modalidad foral. 22 El nacionalismo franquista intentó eliminar todo símbolo de autonomía vasca TUBn fmi- wnni i m n i n i i i n i ÍIÍUKI ii m iiiunin

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