BLANCO Y NEGRO MADRID 10-05-1978 página 75

Jt l -L i voIai de Fernando N U A D una muEiíra de foiografías como la dfi tJa e i l e Fernanda Nu o, que C 5 entra n o í i t r o s uno de sus cultlvadorss, enriq u e c f i dE Ja Ensjor manera a cualquier Espectador, En el caso de Nuí o. oi TuEgo, el aoL. las V Fa y Bl acucduclo de S govia, le han valido para demostramos QU 3 roiraiar, pueda ser croar, s nada qus vi rolúgralo en v? de Bsrvit, 53 convierla en creador lEglIJino. Farnando Nuflo, por haber nacido en un clima folográÍJCOH y por habar ds arrollado fdem s dcniro d? é um p raonallOad sorpréndanle, contigu? Fa r e i l j r a c i ó n en unos CA os, o valiéndose d di linlos enfoquas en oíros, reau Hados que rías nfrerklan con mundos grálico 5 casi JndEpsndlíado! de la realidad inspiraloria a tuí za de suliiQía y de sebiduria pro (cs onales. Dirías? que, mientras la pintura profundiza en la realid a d y va en buacat de s u t raíces verdaderas. l tipo d? Epto rafEa quB Nurto cuUi a. parla da una roelidad muy querida por el creador, preocupada por slevArln a un mundo mágico qus, únicamer Ee, Loa lamMiarizado Con lo poético consiguen. Cuando, repitiendo la misma vela a dislfnlos témanos, o asediando la ma estad ntr primitiva y uncioiti l de una piedra prodigiosa, d sda una ú p l i c a absoJulamijnta nuBVB, s capaz de olvidarnos da Ja reaJidad ds que parla y perdernos En Qsos laberínlos inoi: emiís y Gulrpftamenlí atrevidos, en tos que por unoá caminos o por oíros, nos lleva Fernando Nuno a un tipo de fotogralEa de fascinante inler s. La íaiograr a, que cuando no pasa da s? r un leslimonLo, a lo úntco qu 3 E 3 limlla es a acentuar realidades, un poco como si las enprimlara. descubre, gracias al lolügraro egoviano, la capacidad que una cualquiera liene para mElamorToíearia zn una proposición qu ¡mSricB o i q u a la que F rnando Ñuño, en defmiiLva. prel? nde con sua v? la 3, con sus luagos, con sus soles y con s j originaIFsima v i j i 6 n del acueducto Omco, ES, en dEtiniíiva. aproximarnos, como siempre dsb? n hadarlo los císadorES. a lo quimftrlco, a lo inédito, envuello par? liEmpo como rec ¡Bnlerri; ni 3 ha dicho M ría ZamOrano. I -Flor de la Guayana- de Lui Mactlnvi Pedro. iico. la genie cubana, con la que no i ha en can lado esraolscar üSte primer conlacto panorám co. avance y proFijndicj como en nuesEro cnierio lo Tian h cbo grAfi oa y flrabadores Eaifl grupo da personalidad 3 S diversas, que c u b- un lap o de Ircs fleneraciones, y que treousnlemente sa v unido snire si por el v nculo corDOn- -U conslanlv, diríamos- -de un esplrilu barroco, engendrada por un í m bienLe donde lo barroco ostA siempre pressnle- lo mismo? n las erquilecluras oloniaFas cubanas, en la música que dasd hace m? dio siglo a renueva día a dia, que en el barroquismo de una vegetación fabulosa. oslA unido para nosotros por una conalanlc muy i m o o r l a n l- esa luvenlud, ese a rev mrrre o que a las gentes de un p a l i como Cuba se les da He la manera más natural y lógica. Para que los mundos lorm les que nos p r o p o n j n desvinculados de I: Ído ancestro anacrónico, slanlan cálEdra d 3l barroquismo uv? nil que las caracteriza, Y de toda la alegría y desenfado que a las genlcs vinculadas, querámoslo o no con una vie a Iradiciún, se nos moone mientras rppasamDj la BJrpOBicián- lorzosamenis mcomplelB- con la que CuDa nos ha acareado en buena h o a algo de lo que por lo v i n o constituye su realidad cultural, desde la revolución de 1359. Enriqu Aict ga los nornbres rnenclonados. sn el icrrcno de lo pictórico, ahadimos los de Nelson Domínguez, Mario Gallardo. C í s a r Leal, Manuel Mnridlve y A l d i j Menéndez, En el plano ds la obra grATjca c o n l n buyan a la irnportancla d esla muESIra los resultados da Roger Aguijar, F é I i h Baltrán, Manue Castellanos, J o s í Conlino. J o s í G ó m e í F esqiief, Carmelo Gonl i l e i Padro Pablo Oliva, Josft L U I S Posada. AlFredo Sosa Bravo. L U I S Miguel Valdés y Lesbia Vent DumoJSHay ciarlo ake da lamilla en los artistas cubanos q u componen Esla muo lra panorám. ca, a la que desearijimoJ ver seguida da las monogrSticas corraspondientes, pero de familia joven, posible, positivamente an marcha. Guando en un país- -como lambiftn Carpinliar asagura- -la crcacidn p i d ü r l c a no v ¡v de los azares da la adqutsl: ion, pueblo que sí Gobierno encarga grandes obras a sus arllslas (Eel el caso da la vasta decoración murcl realizada por R j j i é Portocar r t r o en el Palacio de ta Ravaluctún Cubana) y n edilicJos, bibliotecas, lugares públicos los ulili a como una necesidad en VB da coma un lujO, las laraaa que del mismo n o i llegan, tienen que Enjuiciarle coma propúsitos mis que como logros, dado que con lo que (hteresa ponsíss an contacto sobra l o d i 03 con un clima al q u e t i v j n pioneros, creedoras hechos y creadsrE? Jdvenes oor hacer. Sa n s dica- -y siempra nos valemni di la palabra dcí premio- Miguel d Cervantes, 1979- -q u en lo que se refiere a l o i jOvenfS. actúan- libres d? e l i g i r su estilo, i u s lecmcas, sus- modos de hacer- los meSíOS mAs adecuados a su sHosIbllidad- y en vist a de qu 3 n j ig- torun finrix da tas manir estacionas artlslicas en jueao, -5 e desenvur. lven j n un ambiente donde iodo na sido dispuesto para estimular su creaCJbn- Pues bien, si ast ocurran lea cosas, y la emulacipn d genta p. onsTa t o m o Lamb o Porlocarrero. puade signar a la lamilla anMlana. nasla el punió de obligarías a ser una dp iaa mfla inquipiai ariisiicarnenl; dp AmÉrica, deí aríamos marginas? en (odo momenio lo afichlstico en lavo: de lo pictdrico V q u! en el íerr no estnctamenia pISs- E. A. Pintura y gráfica cubanas Salas der Museo EspafíoS de A ¡9 Cotrempofán o. Jvan de Herrera. 2 iC udstl Univorsüar aí, Piniuta y gritics cubanas. Oosde p ¡5 de tbr f de 1978 fin adB ¡BnSB. bramos lo quB como tareas de lraris: cldn han supuesto las crp 3 Clonei de Fayad Jamis y Raúl MarKnez. Hasta llagar, con ayuda d j esa (irmísimu barroco que C 5 Alejo Carpinlier, a admitir q u j a pesai- de los dlsILnios estilos que los caraclenzan, -TotJoi comparten loa beneficios de un f dB cuQfSmtento- -reencua ni r o da un mundo barroco esancialmenle cubano, muy d i i ü n l a del barroquis- no que, en ol suelo d í l conUnffnia, est ¿índiilintamonte marcado p r las I5 cni: as y herencias (a z i e c a s mayas. Incaicas da una mano d? obra indli ena- Dasde? l que las generaciones I O V e n e cubanas ac red Han sus veces, bien po- ei carnir o de la pinturn, b -ín por el del grabado y o t r o s pianitos flráficos, damoslrando qua cuando se tienen antecedentes hiaiaricos tíJn- fdvenes- arTís lie ama rila coma los cilados, todo lo quo los conlmuí? peca da posible, de vcn uri do, de sometido a desarrolfo. de propoaiciún Imclal. A E N primef lugar, iPxiraordinaria alñflria por sentirnos en conlacto con una producción como la cubana, de la quo nosotros conocíamos pintura de Amplia Pefbaz, Wilrado Lamb, R e n t Poriocatrerc, Luis Warllnei Pedro y Manaría Rodrlg u f t i l Inmediatamente, la sorpresa Ineviiabrc cada vida a: l l í h c B n o t i o n í l lunciona con arreglo a unas coardPnadas, y poner de acuerdo a cubanas y a espafSolAs, con motivo d? la axposición que aciualmenie s ¿celebra en las Salas del Museo d Arta Coniemparlneo. no es tan fAclE cam ¡r en principio pu? da pari cer. Realizado h a i i cferlo punto el aiusle, procurada a puesta en marcha d? l anAIJsIs sobre la nalural sorpresa, cali- -M a t a s- de Mariano RodríguejL m 0 M