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BLANCO Y NEGRO MADRID 25-05-1977 página 33
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BLANCO Y NEGRO MADRID 25-05-1977 página 33

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suspensión de pagos. Quizá la población laboral no se haya dado cuenta de la precariedad en que se encuentran sus empresas por la razón que aducimos antes y que es la d e haber vivido de las rentas. A pesar de esta inquietud y de esta descapitalización que se está produciendo, la caída de la renta per capita no se producirá de golpe, sino que llegará dentro de cuatro o cinco años. A s í lo ha manifestado don Jesús Dorau Lanzagorta, de la Cámara d e Comercio bilbaína: En estos momentos el País Vasco t i e n e una renta superior en un 30 por 100 ai resto de las d e m á s regiones. El que Guipúzcoa haya pasado en el r a n q u i n g nacional del segundo al duodécimo puesto no me lo creo. Entre esos dos puestos existe tal abismo que es imposible cruzarlo en un solo año. No digo que no pueda ocurrir, pero en un solo año no Según datos del Banco de Bilbao e n 1975 la renta m e d i a a cuento para demostrar que de una forma inmediata no se va a producir una caída vertiginosa en la economía de las cuatro provincias vascas. Lo que sí es cierto- -y ha producido ese m i e d o- -es que todo ha llegado al m i s m o t i e m po. Las consecuencias de la crisis energética, los conflictos, el problema de la contaminación... Si en algo hay que pensar es que con tales algaradas y horas de trabajo perdidas no se levanta una economía ya deteriorada y exprimida por la crisis energética. Es el trabajador quien se debe dar cuenta de que gran número d e empresas están cerrando sus ejercicios con pérdidas, y que si la empresa pierde es el trabajador el que t a m b i é n pierde no sólo en beneficios, sino que puede perder hasta su puesto d e trabajo. Ni es éste el momento para atacar a tos empresarios y echarles en cara todos los beneficios obtenidos hasta 1974. EL EFECTO DE LOS SONDEOS E N más ds una ocasión tes he hablado de la gícriosa tradición aspañola deil p UOherazo electoral. ¿Va a ser cuestión, ahora, de hablar de! pucherazo en los sondeos? La manipulación de un sondso por parte de cierto partido continuista ha sorprendido p o c o En política todo sa manipula. No solo las axpecta t i v a s, también los resultados. Salga Jo que saiga de las urnas, los partidos, unos y otros, se consideran grandes vencedores, u s a n toda su capacidad de convicción para demostrar que han salido victoriosos del trance. La habilidad intelectual para camuflaif las derrotas es una de las grandes lecciones que el político con oficio ofrece a los educandos. Al fin y al cabo, como dijo OhurchMI, la habilidad del político consiste en pronosticar lo que va a suceder y en saber explicar por qué sus pronósticos no se han cumplido. ¿Pero qué sucede cuando el rigor de la profecía no se fundamenta en la capacidad del líder para adivinar el porvenir sino en) a contundencia de unas técnicas supuestamente infalibles? Los sondeos de opinión detjieran ser neutrales, fríos, ajenos a toda tendenciosidad. Pero para ello, como primara medida, debieran ser coincidentes o, por lo menos, m uy aproximados. Las diferencias abismales que se producen entre unos sondeos y otros, s 5 n embargo, ponen en evidencia que las preguntas se han formulado desde una posición da partido. Y que los resultados, influidos por la gran proporción de No sabe, no contesta son leídos e interpretados desde la misma posición partidista. En un país en el que d Ors podía hablar de parecidos tan gemelos como el de una gota da agua a una gota de agua, como un Adonais a otro Adonais io mínimo que se podría pedir es que un sondeo se pareciera a otro sondeo. Pero una tierra de picapleitos, en la que una versión de los hechos está en las antípodas de la relación que ofrece la parte contraria, no ha de sorprendernos en demasía que los sondeos no radiografíen la sociedad sino que traten de configurarla. En España hay un gran sector social que quiera astar siempre con los que ganan. Anticipar quién va a vencer es una manera de interesar a los tibios, a los pusilánimes y a los indecisos. Los partidos lo saben perfectamente y quieren que las aguas de la conf u s i ó n muevan I a s aspas de su imolino. En los países democráticos e s t á n surgiendo reservas acerca de ta utilización pública de los sondeos electorales. Sin embargo, eji las democracias los sondeos pueden ser relativamente inocuos si las opiniones de los ciudadanos son seguras. Entre nosotros, en cambio, nadie sabe con certeza si soy de los nuestros ni tiene demasiadas ganas de decir lo que es o lo que piensa. El ciudadano de infantería lo menos que piensa es que el encuestador es un confidente de la policía. Si le preguntan si va a ir a votar dirá casi con toda seguridad que sL En una encuesta que encargó el diario Madrid respecto de unas elecciones municipales m u y disputadas, el cuerpo social mintió bellacamente. Dijo que iría a votar y luego no fue. Los vencedores fueron los del pronóstico, pero los votantes no. Es a partir de tales datos que hay que empezar a construir las teorías. No al revés. Por esta razón, curiosamente, el efecto primordial de ios sondeos no es articular unas expectativas más o menos fundadas en torno al grupo que ya ha tomado partido. Sino obtener argumentos en torno a los que todavía no han formado criterio. En estas coordenadas, la sensación de seguridad y firmeza que los sondeos ofrecen a quienes los encargan son un arma mortífera de cara a la opinión pública. En España, por lo menos, no la recogen e interpretan, sino que la crean y encarrilan. Y esto, a fin ds cuentas, es todo lo contrario de lo que an puridad de doctrina debieran producir. ¡Pero qué le vamos a hacer! España y yo somos así. Por lo menos da momento. Josep Meliá per capita en España era d e 158.000 pesetas por año, mientras que la d e l País Vasco llegaba hasta las 203.000 pesetas. Los indicadores de bienestar social en equipamiento de los hogares señala a Vizcaya como la p r i m e r a Álava, tercera; Navarra, cuarta, y Guipúzcoa, quinta. En cuanto a bienestar s o c i a l en su conj u n t o Madrid es la p r i m e r a seguida de Vizcaya, Guipúzcoa, Barcelona, Álava y Navarra. En el quinquenio 1971- 75 la inversión de la empresa industrial supuso en el País Vasco el 19 por 100 del t o t a l con una suma de 71.600 millones de pesetas. Todos e s t o s datos vienen El que la empresa pertenezca en mayor o menor medida al trabajador es cosa que se puede discutir, p e r o lo primero es salvar la economía y ésta tiene su tabla de salvación en el trabajo, en la reanudación de la producción. Cuando las cosas estén calmadas y las empresas gocen d e buena salud en sus arcas será el momento de pedir una participación en esos beneficios, ya que hay que reconocer que si la empresa funciona, trabaj a y gana es gracias al obrero y, que por su seriedad y aplicación en el trabajo, debe d e- r e c i b i r un premio, aparte de su salario. Alberto Lerchundí 33

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