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BLANCO Y NEGRO MADRID 25-09-1976 página 29
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BLANCO Y NEGRO MADRID 25-09-1976 página 29

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TASAS UNIVERSITARIAS La manzana de la concordia RAS el anuncio de la subida de las tasas académicas universitarias, los movimientos políticos de izquierda formaron una seria reacción al proyecto. El Partido Socialista Obrero Español, el Partido Comunista, la Liga Comunista Revolucionaria, la Joven Guardia Roja, el Partido del Trabajo, el M o v i m i e n t o Comunista y la Organización Revolucionaria de Trabajadores se pusieron en marcha sobre un intento desesperado por la anulación de la subida de las matrículas. Por su parte, el S. D. E. U. M. (Sindicato Democrático de Estudiantes Universitarios de Madrid convocó a los alumnos de las diferentes Universidades de la capital para una manifestación contra las nuevas tasas académicas y el problema de los no admitidos en la Facultad de Ciencias de la Información. Después de las oportunas diligencias la autoridad gubernativa l i m i t ó dicha manifestación al recinto universitario, previniendo un posible caos en el orden ciudadano. Los estudiantes no aceptaron de buen grado la proposición administrativa y d e c i d i e r o n impugnarla. Sin embargo, se empezó a notar una divergencia entre los diversos partidos. El P. T. decía que se debía aceptar la propuesta de la A d m i n i s t r a c i ó n en contra de los otros m o v i m i e n t o s Estos apoyaban una reunión de dist r i t o para el día 23. Así estaban las cosas hasta el momento de la manifestación. No se llegó a los 5.000 esPARA PAGAR T tudiantes el pasado día 17 en el recinto de la Complutense. Escoltados por la Policía Municipal se recorrió el itinerario previsto con gritos y pancartas. Se mezclaron multitud de m o t i v o s Más tarde las fuerzas del Orden Público d i solvieron a los manifestantes, que intentaban prolongar la marcha hacia el centro de Mad r i d A la mañana siguiente la Prensa apenas hacía eco del acontecimiento. ¿Por qué una manifestación tan rápida y mal organizada? Fuentes bien informadas aseguran que en breve tiempo el S. D. E. U. M. se disolverá, siendo sustituido por un nuevo Sindicato Universitario. Así el P. T. (principal impulsor del S. D. E. U. M. intentaría cobrar fuerza de cara al futuro Sindicato de Estudiantes. La alianza a corto plazo, recientemente celebrada, P. T. -P. S. O. E. invita a todos los movimientos a dicho Sindicato. El P. C. no tomará parte en el mismo (no se sabe a ciencia cierta si por autoexclusión) Por su l a d o la J. G. R. pierde actuación en la U n i V e r s i d a d. El P. T. y el P. S. O. E. parecen haber acaparado el movimiento universitario, y las divergencias con el P. C. se han hecho manifiestas. Más allá se nos ha indicado que las ayudas y becas universitarias (que tuvieron su inicio con el anterior ministro de Educación, señor Robles Piquer) afectarán al 52 por 100 del alumnado. Henry A. LA NOMINA Pryzbyl EL DIVORCIO U N columnista de! diarlo Arriba se pregunta si Jaime Salom está buscando la exconfiunión. Bl crítico de El País titula su artículo Salom, por el divorcio Y el público, por su parte, comenta más el mensaje y la intención política de La piel dei limón que sus m é r it o s literarios. Porque de hecho, al amparo de los primeros soles de la libertad, ha subido al escenario del teatro Marquina un violento alegato contra el papel de la Iglesia en Ja sociedad española. Un ataque tan frontal, desesperado y cruel que sólo resulta imaginable desde la propia desesperación del catoticismo hispánico. pios de otros tiempos. La soberanía y Ja independencia de cada potestad van a querer lucir en la nueva época con absoluta nitidez. No s e r á fácil la a d a p t ación ni el cambio. La polémica entre escuela pública y escuela privada, sin ir más lejos, es aquí y ahora un conflicto entre el interés de la Iglesia p o r estar presente en el sector educativo y el deseo de a q u e II a s fuerzas q u e sobre postular una socieda. d igualitaria y abierta asumen vivencias laicistas y combaten Ja enseñanza confesional. No habrá apenas actividad social que se libre de tales sacudidas. No en balde es este un país en el que la Iglesia ha opinado sobre si debía haber o no baile en las fiestas mayores, ha influido en la censura cinematográfica, ha moralizado la televisión y ha protestado cuando los bikinis llegaban a nuestras playas o a nuestras revistas. Al levantarse la veda de la libertad no faltará quien pida una revisión general de todas estas medidas. Pero a corto plazo, por Jo menos a mi modo de ver, la gran batalla, la que más pasión y polvareda levantará, será la destinada a introducir el divorcio vincular en el matrimonio. Tenemos sobrados elementos para saber cuál será la reacción de la Iglesia. En Ja obra de Salom el protagonista ataca furibundo y rencoroso a la burocracia estatal por haber entregado su felicidad a Ja burocracia eclesiástica. Me consta que el escándalo y Ja indignación de muchos cristianos viejos se ha levantado herida ante esta catapulta de improperios y acusaciones. Pero es sóJo el principio, esa es la pura verdad. En España, hoy por hoy, por cada persona que se puede sentir molesta ante una crítica tan feroz existe otra que la aplaude y que acaso depende de su éxito para reordenar su vida. Por eso una obra que aborda un tema tan actual difícilmente puede producir indiferencia. Por una sencilla razón. No se trata de un espectáculo lejano, artificial, sino de algo que forma parte de nuestra propia vida. Una vida que nos puede consumir si no somos capaces de buscar soluciones respetuosas para la Jit ertad y las creencias de todos y cada uno de los españoles. Josep Meliá Hunosa pide préstamos a Suiza E N medios cercanos a Hunosa se comenta con auténtica sorpresa una información insólita porque hasta la fecha no se había producido nada igual. Resulta que, al parecer, la empresa nacional Hulleras del Norte, que arroja d é f i c i t del orden de los seis mil m i llones de pesetas en los últimos ejercicios, ha tenido que recurrir a un enipréstito de determinada entidad bancaria suiza para poder hacer f r e n t e a la última nómina de sus 24.000 trabajadores, que tradícionalmente cobran los días 10 d e cada mes. Se informa en las indicadas fuentes, aunque sin confirmación oficial, que el interés que ha exigido el Banco suizo en cuestión para conceder este empréstito es de alrededor de un 20 por 100, y, por otro lado, se da la circunstancia de que Hunosa, antes de recurrir al ext r a n j e r o y siempre según las indicadas fuentes, trató de hacer efectiva una deuda de 140 millones de pesetas que con ella t i e n e contraída Ensidesa, por s u m i n i s t r o de carbón a las plantas siderúrgicas de A v i l e s y Gijón. El intento fue en vano, porque Ensidesa no disponía de numerario para hacer frente a esa deuda, lo que determinó a Hunosa a traspasar las fronteras a f i n de satisfacer la nómina de sus empleados, cosa que ocurrió sin mayores problemas. Ya se ha insinuado en algún periódico la necesidad de construir una mora! civil al margen de los criterios de Ja fe cristiana. Con Ja destrucción del Estado autoritario, y de los criterios dirigistas de la dictadura, pericilitan también multitud de formas rígidas y con un cierto forro de despotismo. La confesionalidad del Estado es uno de estos principios que a partir de ahora van a resultar difíciles de mantener. La obligatoriedad de inspirar las normas legales en la doctrina de Ja IgJesia, tal como está establecida en Jos Principios Fundamentales del (Movimiento, es otra de las concepciones que hizo agua en el ConciJio Vaticano II. La filosofía de las dos espadas lleva tanto al Estado como a la Iglesia a desear una absoluta independencia en sus funciones respectivas. EJ Vaticano no podía consentir que el Jefe del Estado interviniera en el nombramiento de los obispos y no ha dejado de presionar, incluso a través del procedimiento de mantener durante años algunas diócesis vacantes, hasta que ha conseguido Ja renuncia d e J privilegio real. Ahora Pablo VI nombra Jos obispos sin necesidad de que nadie se los recomiende. Ha comenzado una nueva época en las relaciones entre el Papado y la Monarquía. No tardará en llegar el día en que se sostenga que I Estado no debe gastar sus dineros en sostener a los ministros del culto católico- aunque se diga que ello es una compensación por los bienes eclesiásticos que un día se desamortizaron- -ni corftribuir a la construcción de nuevos templos. Se ha roto con un compromiso y una práctica pro- A. Méndez 29

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