BLANCO Y NEGRO MADRID 18-09-1976 página 20

LA RECONSTRUCCIÓN C ONFIESO que nunca sospeché que el Gobierno fuera capaz de proponer una reforma constitucional tan p r o fu n d a. Cuando uno piensa en los equilibrios qué hizo Fraga para retocar Jas Leyes Fundamentales sin vulnerarlas, se admira del ataque en tromba que ha lanzado el equipo Stiárez. Evidentemente, s e ha i n c u r r i d o en contrafuero porque se v u l n e r a n las esencias del franquismo. P e r o no puede prosperar un contrafuero contra un desafuero. Y lo verdaderamente ilegal, porque repugnaba a la lógica, era que ningún poder pudiera limitar la voluntad soberana del pueblo. No es fácil, con todo aceptar que así, de pronto, han pasado a la historia concepciones dogmáticas que se decían eternas e inmutables. Y no es fácil, sobre todo porque los mismos que antes decían que nada de lo que se anuncia era posible son los que ahora lo corean y cantan sus glorias. Sé que la memoria de los pueblos as imuy frágil. Pero no tanto como para que nos olvidemos de que muchos neoconversos a la democracia la han estado hostigando y haciendo imposible. A todos ellos, a todos los que de buena o mala fe han diferido los problemas de España, habría que pedirles una explicación pública. Desde la perspectiva de libertad que trata de instaurar, con errores y dificultades de todo orden, el Gobierno de la Monarquía, la historia reciente adquiere una perspectiva ridicula. Es imperdonable, a mi modo de ver, que hayamos perdido años y más años hablando de unas asociaciones políticas que nunca funcionaron, de perfeccionar el sistema orgánico de representación, pidiéndole juego limpio al poder. Es vergonzoso que hayamos escuchado tantas amenazas en orden a que nunca volvería al sistema liberal y partitocrático y que ahora nadie salga apenas a la calle para defender sus antiguas convicciones. Y que conste que no lo digo para indagar pasadas equivocaciones. Lo señalo con preocupación hacia el carácter mudable de convicciones tan poco arraigadas. Sería mucho más leal contar con personas que se resistieran al poder que tener que aceptar que existe una categoría de ciudadanos, la más poderosa, siempre dispuesta a bailar al son que le tocan. En cualquier caso, si el pueblo recobra su soberanía, quiere decirse que también recobrará el derecho a configurar libremente su propia historia. Si uno mira hacia el ayer, sin embargo, se vuelve a sentir preocupado ante el temor de que surja otra vez quien trate de desviarla de su camino. H a y personas que cuando las cosas no ruedan a su gusto afirman inmediatamente q u e la convivencia, el país, el Estado, están a punto de deshacerse. Por ellos y por mí sentiría profundamente que no aceptaran la necesidad de acabar con ese penoso saldo de golpes y contragolpes, de revoluciones y contrarrevoluciones. Y lo sentiría, obviamente, mucho más por España. Porque ya va siendo hora de que España tenga por lo menos derecho a un siglo de continuidad política y de progreso constante en el ejercicio de la libertad y la conquista de unas metas da mayor justicia. Es hermoso y eaperanzador creer que el pueblo español va a ser llamado a decidir por sí mismo. Pero es preocupante suponer que esas reglas de juego sólo pueden ser válidas si nada profundo se modifica. Nadie ataca la libertad por capricho. En España se ataca la libertad cuando en su nombre se intenta resolver problemas que llevan décadas aguardando. La reconquista de la democracia, por consiguiente, no es una meta en sí misma. Con la democracia alcanzada será necesario construir una convivencia estable. Para edificarla será preciso abolir muchos priviiegios, modificar muchas cosas, luchar contra multitud de tópicos. Y puesto que nos vemos obligados a hacerlo tarde acaso será necesario hacerlo de p r i s a Reivindicaciones q ue otros pueblos de Europa han espaciado a lo largo de dos siglos aquí se van a dilucidar en un lustro. ¿Tendremos capacidad y talento suficiente como para que los nervios no nos dominen? Caminamos ahora hacia un proceso constituyente. A mí me gusta más llamarlo reconstituyente. España es aún cuerpo enfermo. Necesitó muchos años para recobrar la salud. Ahora tiene que reconstruir su vida. No siempre es fácil acomodarse a unas pruebas previstas para una edad inferior. Pero hay que ganar a toda costa el mañana. Para no repetir el pasado es necesario tener fuerzas para inventar el futuro. Coordinación se reúne Oposición que cena unida. diendo que no se puede volver atrás. La reforma está en buenas manos, pues Suárez es un hombre inteligente y trabajador Después del almuerzo, el presidente marchó a La Zarzuela, donde tuvo una reunión con el Rey, que a su vez recibía a Fernández M i randa. Manuel Fraga Iribarne también habló con Suárez, pero al respecto no quiso hacer ninguna declaración. O t r o de los interlocutores del presidente que decidió no hablar demasiado del tema fue Gregorio López Bravo, presidente de la Comisión de Leyes Fundamentales de l a s Cortes, que ha dicho a ByN: No veo conveniente aparecer tanto en la Prensa En cambio, Manuel Cantarero d e l Castillo nos reconoce que sí habió con A d o l f o Suárez, en sent i d o genérico Y, según ha declarado, estaba en desacuerdo con los planes reformistas porque siempre he pensado que la reforma era tardía. Suárez ha mejorado el proyecto del anterior Gobierno, pero al ser tarde, los resultados van a ser dificultosos Mientras el presidente hablaba con Fraga, del que se dice que prepara una rantrée de muy altos vuelos, A l f o n s o Osorlo se entrevistaba con Guerrero Burgos, López iRodó, Fanjul, Maura, López de Letona, Jiménez Mellado y Villa Elizaga. Se estaba rematando! a operación previa al lanzamiento de la r e f o r m a El viernes 10, el presidente hablaba al país. Al día siguiente, el ministro de Información, A n d r é s Reguera, detallaba por televisión todo lo que Suárez no había explicado en su discurso. La oposición opinó, y sigue opinando, desde todos sus sectores. Los socialistas se han quejado de que el presidente se apuntara el tanto de consultas sobre la reforma que en realidad no existieron El Grupo Parlamentario encuentra que el discurso fue sereno y objetivo O t r a s personalidades que pasaron por Presidencia han reclarado que se ajustó t o t a l m e n t e a lo que hablaron Lo cierto es que el nuevo producto Suárez se lanzó al mercado político después de una semana de preparación ititensísima. Y que los posibles consumidores políticos están a la espera del espaldarazo de las instituciones. Josep Meliá 20 lüism n