BLANCO Y NEGRO MADRID 31-03-1962 página 96

CARTA ABIERTA A UNA CHICA DEL PREUNIVERSITARIO que U, madhacha de cola d caballo zapatos planos, falda plisada y ojos ávidos gue sales del colegio este verano: Di que si. Di siempre que sí a todo lo que le propongan, siempre que no vaya en contra de la ley de Dios. No pienses: será el año que viene, ya lo haré Otra vez, surgirá una mueva ocasión Eres demasiado joven para saber lo rápido que corren los días, las pocas ocasiones que se tienen, lo pronto que pasa todo, lo difícil que es volver a hacer las cosas uando se perdió el momento propicio de llevarla a cabo. Tonta, hasaae caso; di que sí. iAunque te dé pereza empieza una oarrera, aunque te dé miedo márchate una temporada a cuidar niños en Inglaterra, aunque te resulte pesado aprende a guisar con tu madre, aunque encuentre uu poco pedantes a los chicos de esa pandilla sendo imtelectual reúnete con Jlos en la Castellana los domingos. Di que sí. Tienes iqae d cir ique sí a la vida, que sí a la juventud, que sí a tu maravilloso explémdido momento vital de muchaciía de hoy. Di que sí a ese empleo que no te convence, puede ser el camino que té ll ve a otro magnífico; di que sí a ese guatííque de gente que apenas cono- ees, pued s encontrar aiUí a ál guien interesante; di que sí a esa iconferencia sobre Energía nuclear que será un rollo; di que si a las visitas dé pobres, temprano por lias mañanas, aunque te apetezca jU B B H B KL aRaBn dormir; di que sí al almuerzo en casa de tu tía; di que si a la aataistad de tu oompafiera de banco en la tmiversidad; di que í a esa idea ique se te está iosinuando en el cerebro; di que sí a tu abuelo, que se empeña en enseñarte a jugar al bridge; di que si al camping en el verano, a la sierra en enero, a esa novela qáe está leyendo todo el mundo, Siempre que puedas, siemjíre que sea algo que no esté mal. algo que apruebe ¡plenamente tu onciencia, por Dios, muchacha, di que si. No creas que tienes tiempo ilimitado por delante sólo por el hecho de tener diecisiete años. Cada minuto que pierdas, bien perdido está, y e o volverá nunca. Cada mañana insulsa hablando con tus ¿migas por teléfono, paseando por Serrano sin nada qué haoer, cada tarde le aburrimiento, cada semana perdida en cosas t totas, cada largo y tedioso invierno sin más preocupaciones que el mixcbacho ique te Jlama para salir o la forma de tu nuevo traje sastre van a marcar para siempre tu alma, tus ideas, tu eorazón, iracluso tu cara. De verdad. Cuantas más cosas te pasen, buenas ó malas, tanto más rica, tanto más interesante serás. Y todo vale: tus ratos de ilusión por algo y tus berrinches cuando no l o consigues, tu maírícula de honor en química y tus suspenso en francés, la primera bronca del jefe en la oficina, él amor, el éxito f también el fracasb. El chico que te dejó plantada y el chico que te persigue y no te gusta, el empleo que no conseguiste y el baile donde nadie te sacaba a bailar, la amiga en quien coBÍiabas y que te traicionó, el muchacho