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BLANCO Y NEGRO MADRID 19-11-1960 página 104
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BLANCO Y NEGRO MADRID 19-11-1960 página 104

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
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PROBLEMAS DE LA INFANCIA por MARTA UNA TRANQUILIDADMNADMISIBLE Y o creía que los niños qoe i enirelirncD divierten urrjinntndo laa aJiiB de laF moBraa o IDA patas de as fahatnantcí, a una cdnd en que iojí capacef dt carapreaderyq lo que es h irer mal, perteaecíjiD A e 4 lilentura edíficanie, en la que la Providencia c m liíífl proporrionaJmePlí a la nsluralcfca dr la crímcneí. Poea t i c o cslaba en Qn error. Ullitnamenie, eon molivo de tah vacaciones he faDocido un niñílo da eii añoif que e dedicaliD ron una ronsLanda digna de mejor causa a lan lameitlablcA Aijnque refoTia realmcnre temerano dfroJitar a unn müdre de funortda Pobre el capímlo de 4 U rcioño, jnzftio que era Qna cobardía no manifestar mi icniimicnloá y me alrevf ¡t prc unlur a U mamá de niño eti eue itión- -ima Heafa joven y amable- -por qué no ponía fin B loB craííea ejercicios de BU hijo, (anlo eji interé de la crialnta como en el de laB moscas y íDllamontei Lejoi de moleslarae, b bnemí teüara me contejl con ana in compre na i ble placidez: Eso no liene impottanHa. Aií de enlretiene y me deja ranquila. Crío qne efa ieñorfl, nin darse rúen i i i reveto ano de loa m vjlefl enencialeBi de e DB padrea que deaíaidan Ift cduración moral de aus hijos. Eae móvil ei. timplemenle. la perem. la perninoía incljcigclún a K imr ap- iciblementc de xtaa quietud que tn nuegtroB tiempos UgrJudoi romprom ten LanlaiA otraA prevfppuHnnt- s. En nueiiro ejemplo, míen -ui fl pcqoeiíueln def. trOTaba FUÁ animalitoh la mamá se consagraba üCrenRmente a PUS orüpaeíonea y a AUS dí traccíoncB, saiieferba de verle tan ocupado y tan juicio o Méti iardff el niño en cueatíÓn invenlará otroa juegot 7 au madre tampoco lo controlará, ya que ¿raciai a clloa aeguirá ga ando de la tranquilidad que defleii. I f A tarde aun, y niempre VÚ para entretenerle y divertirle, el niño t e inrorporará s una banda de mucbacbo de au edad y romeierá mil fechoría rila IB verá desaparecer durante jornadas enierit, lin Irdiar de aber adóndfl va ni con qaíÉn aicmpre por la miima razón; gozar de la anbebda tranquilidad Evjdeniemenie, cple género de tranquilidad comporta con suma frecuencia amargos deapertarea. fío hay m i l reinedlo que decirle adiÚB el dí en que las auioridadeB fibren unfl encueala para rceontlrtiEr el empleo del tiempo d ¿loe Jívanes delíncnenieí. Entoncpi, loü pndrcí formulan mil lamentaeion y exclaman: ¿Cómo podía jmaginátmelo? En poíible qae reaccionen de buena fe, ünclupo en su evlupetocdún dolorofa, ya que, como reza un proverbio, no hay peores lordop. que los qne no quieren escuchar y peorev ciegos qac la qne no quieren ver. P o r lo demj g un ínminlo bastaitt i fuertr el que hace cerrar lo ojos y tuparhC los oídos q loa indt lenleg dominador por un anhelo de pai egoísta, -Como el pequeño verdugo de las Qio caB y de los laliamonle estaba todavía en la edad de la inocencia, como AUB fechoría no eran de la que pueden carrear trna mtdre otras moleniai que una crítica ocasional, au mamá le decía, y me decía a m lambíén, que no veía en todo enf nada mÁ que una ocaviún de libérame de una fa. ttidíota vigilancia. Más adelantei erá mucho m i s difjcil y mÚF molesto invocar el mismo motivo para tratar J e juarificar una indolencia semejante, ja propósito de ocupaciones qne ya no aerín ni t n inocentes ni tan desprovistas de eoniecuencias. De ahí esos arfumenton tan pobres que ae encuentran, ai coneedeino 9 t: rédi o a lot pcríódicoi, en labíoi de la mayor paríe J e lod padrcj obligadoj a explicar cdmo BUS hijoa goiabaa de nna libertad de la que hicieron mftl uBo: Yo jjo podía aeguírle e Iftáai pat tñ é Me decía que iba a rla et ¿Cúmo podía adponer que no era ciert o? Yo cteía que estaba con AHB amigaif, muchachafl muy bíen educadaB... Elloa decían que habían comprado csoB scootefé esoí trajes, CBII aíhajaa, con sos jhorroí. Pío teníamOí motivo alguno párü dudar de lo qua Aje nraban jComo J unos padres ni mp I emente atentofl no- tuvieran Frempre K an diiposición cien Indicio revcladorea de que iOt hijo! se lalen de a vía normal! Lo que ocurre et que hay qne quorer verIon y ello implica renancíac a la famosa tranquilidad. Con Estaa hipocresías apenan voluniírias se protege la tranquilidad de loi adultos y In incoaidenria de loa niños Haita el dia que la tranquilidad se d e morona. iLUSTfiAriofi nn í it V

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