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BLANCO Y NEGRO MADRID 19-11-1960 página 20
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BLANCO Y NEGRO MADRID 19-11-1960 página 20

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
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FRANCIA donde su primer Presidente asumía facultades prácticamente omnítapdas y donde las viejas luchas parlamentarias qaedaTon reducidas y domesticadas. La hora de la verdad Jaiques Soustelie, que había sido gobernador general de Argelia, escribió pocos días antes del 13 de mayo Ha llegado la hora de la verdad, que en el lenguaje de la tauromaquia quiere decir el momento supremo en que por última vez se enfrentan el hombre y la bestia. Siguiendo aquel lenguaje podría afirmarse que el hombre despíichó limpiamente al toro de una estocada. Pero no olvidemos que el estoque lo manejaron los Comités de Salvación P ú blica de Argelia, los paracaidistas, los ultras o franceses enemigos de toda negociación que suponga el abandono de Argelia como suma de Departamentos o provincias franceses. El general De Gaulle salió a recoger la ovación y a cortar las dos orejas. Lo que desde entonces hasta hoy ha pasado es muy fácil de explicar: los matadores verdaderos del toro le recuerdan a De Gaulle cómo y por qué le dejaron salir a l ruedo. Pero al mismo, tiempo De Gaulle ha de atenerse a las realidades políticas, no a los ideales n i a las teorías, y entre esas realidades figuran las siguientes: 1. Ño ha sido posible poner término a la lucha armada en Argelia. 2 El conflicto que Francia quiso siempre considerar como asunto típicamente interior está ya en manos de la O. N. U. y no sólo en manos de la O. N. U. ha comenzado a internacionalizarse, con las intervenciones de otros países africanos y con las amenazas de la U. R. S. S. y de China de intervenir también. 3. lEn Francia misma hay una poderosa corriente de opinión favorable a los rebeldes argelinos. Pero al mismo tiempo no es menos real que todo un importantísimo sector de la opinión francesa está harto de retiradas y de concesiones. Desde la tragedia de DienBien- Fhn ha crecido el ansia de que cese de una vez la política de abandonar posiciones. Muchos miles de jóvenes franceses han desfilado por los cuarteles y por los frente? -de combate desde 1939, y algunas unidades- -concretamen- e las de paracaidistas- -se han cubierto de gloria y son hoy el resumen de las más tradicionales virtudes del patriotismo francés. Hay, pues, que contar, también con esa resistencia. carta que Sartre escribió al Tribunal que juzgaba a Francis Jeanson, dedic ado a la tarea de apoyar, proteger y armar a los argelinos del Frente Nacional de Liberación. He aquí un párrafo de dicha misiva, leída en una de las sesiones del proceso: La independencia de Argelia ha sido conquistada. Se realizará dentro de un año o dentro de cinco, por acuerdo con Francia o contra Francia, después de un referéndum o por la internacionalización del conflicto lo ignoro, pero es ya un hecho, y el propio general De Gaulle, llevado al Poder por los campeones de la Argelia francesa, se ve hoy obligado 8 reconocer: Argelinos, Argelia es vuestra. Por tanto- -repito- esta independencia es cierta. Lo que no lo es es el porvenir de la democracia en Francia. Porque la guerra de Argelia lia podrido este país. El adelgazamiento progresivo de las libertades, la desaparición de la vida política, la generalización de la tortura, la insurrección permanente del poder militar contra el poder civil marcan una evolución que se puede, sin exageración, calificar de fascista. Ante esta evolución la izquierda es impotente y seguirá siéndolo si no accede a unir sus esfuerzos a los de la única fuerza que lucha hoy realmente contra el enemigo común de las libertades argelinas y de las libertades francesas, Y esta fuerza es el F. L. N. Él subrayado es nuestro y tiende a que el lector comprenda en toda su profundidad el abismo que necesariamente ha de separar a los que Sartre representa de los que representan Juin y Salan. De Gaulle, previniendo que las cosas llegasen tan lejos, hizo repetidos intentos para encontrar una base de diálogo con los rebeldes argelinos y en cada uno de esos intentos ofreció, más o menos disimuladamente, nuevas cartas al adversario. Lo primero que hizo al hacerse cargo del Poder fué visitar Argelia. Los recibimientos clamorosos se sacudieron. Cuando volvió al cabo de un mes, los recibimientos fueron fríos. Iba acompañado del socialista Mollet... Cuando ordenó que los militares abandonasen los Comités de Salvacióh Pública- -reconocidos como órganos de Gobierno en Argelia- el descontento se hizo visible. En septiembre de 1959, en uno de us discursos, manifestó que las soluciones posibles para el conflicto eran tres: la independencia total, la asociación o la integración. Los ultras y el ejército fruncieron el ceño. En cuanto a los argelinos insurrectos, el resultado no fué mejor. Estos ofrecimientos- -dijeron llegan con retraso de muchos años. Un documento revelador Creo que la posición de las izquierdas, favorables al abandono de Argelia, ha sido admirablemente resumida en lina carta que, por muy lamentable que resulte, constituye uno de los documentos más reveladores sobre la escisión interna de Francia con respecto a la política argelina. Es la Segunde 13 de mayo Las barricadas Pocos meses después, en enero de este año, se produjo Vin segundo 13 de mayo Los franceses de Argelia ss

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