BLANCO Y NEGRO MADRID 19-11-1960 página 19
- EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
- Página19
- Fecha de publicación19/11/1960
- ID0005258683
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ANTE EL DILEMA Por Adolfo PREGO Francia N u n plazo de pocos días se produjeron estos dos hechos d e carácter anecdótico, pero que encierran u n síntoma grave para Francia: el ma riscal Juin- -el único mariscal qué hoy tiene Francia- -Be negó a participar en las conmemoraciones del Armisticio que puso término a la primera guerra mundial. La máxima jerarquía multar d e Francia explicó u conducta: es- -vino a decir- -una manera d e protesta contra la política del general De Gaulle hacia Argelia. La segunda anécdota está representada por una declaraciones del general Salan, ex comandante en jefe de Argelia y uno de los jefes que llevó a De Gaulle hasta la jefatura del Estado, en contra también de la política del Presidente de la V República. Digo categóricamente que no- manifestó Salan n una conferencia de Prensa celebrada e n San Sebastián- -a esta Argelia argelina. El Presidente (De Gaulle se encontró así combatido de cara y en su p r o pio terreno por dos representantes muy ilustres de las Fuerzas Armadas. Si k V República no tuviese e l origen que tuvo, dichas protestas carecerían d e mayor significado. Pero no se puede olvidar cómo nació ti régimen y menos aún, cómo De Gaulle fué llevado en hombros hasta la jefatura del Estado. ¿En hombros de quién? Del Ejército y de las íuerzas civiles identificadas con aquél. que acababa de constituirse, parecía encargado de la delicada misión. El estallido patriótico argelino había arrastrado, además, a los propios árabes, y se asistió al raro espectáculo de ver reunidos en la protesta a franeeses y musulmanes. En el Comité de Salvación Pública figuraba el general Salan, comandante supremo de Argelia; el general Massn, jefe de las tropas paracaidistas, y u n grupo de personajes civiles. Naturalmente, el movimiento popular, q u e se conoce ya p o r la fecha en que estalló- 13 de Mayo había tenido una larga gestación. Todos los G o biernos que pasaron por el Poder desde que e l 1 de noviemb r e d e 1954 se inició la guerra de los argelinos d e Argelia contra los argelinos d e Francia, fracasaron én sus intentos de remediar la situación. Dé Gaulle, cuyo prestigio seguía siendo enorme y que desdé su relativo retiro de Colombe- les- deux- Eglises a t r i buía todos los males a la deficiente estructura de la IV R e- pública, parecía el hombre indicado para afrontar el p r o blema d e Argelia. Por eso el grito, casi unánime, el 13 de mayo de 1958 fué Dé Gaulle, al Peder El Estado se resistía, sin embargo, a capitular. En Córcega también estalló una subversión. E n las bases militares de Alemania, los paracaidistas se mostraban impacientes, y dentro del mismo territorio metropolitano reinaba la inquietud en los cuarteles. El Presidente de la República, señor Coty, n o quiso ocultar la gravedad de la situación y habló a los parlamentarios eti un lenguaje que no ofrecía dudas: E s tamos en los umbrales de la guerra civil. Por una parte y por otra, los hombres parecen prepararse para una lucha fratricida... Al mismo tiempo, De Gaulle, salvando las necesarias y útiles apariencias, manifestaba: Nada tengo que ver con los sublevados argelinos. El Parlamento y los partidos deliberaron y optaron por evitar u n desastre. Vimos asi a los socialistas votando en favor de que De Gaulle fuese llamado a gobernar. Dentro de los preceptos constitucionales, la IV República se hacia el harakiri De Gaulle fué convocado por el Presidente Coty, y en unos cuantos días quedaron establecidos los trámites necesarios para el paso de una situación política a otra. Sin embargo, al cabo de muy pocas semanas se iniciaba ya en Argelia una corriente de descontento. De Gaulle- -decían los dirigentes más destacados, civiles y militares- -no está encargado sólo de buscar un arreglo provisional a la serie de catástrofes que Francia viene padeciendo; está encargado de poner término a la IV República y dé sustituirla con otro régimen republicano capaz de levitar qué aquellas catástrofes continúen. Y, en efecto, la IV República fué sustituida por la V, (El 13 de mayo Hace poco niás de dos años el mundo e conmovió ante Wna erie de graves acontecimientos que acababan de iniciarse en Argel. La muchedumbre había asaltado la residencia del Gobierno general, se había constituido u n Comité de Salvación Pública, en el que figuraban personalidades civiles y jefes militares, y la autoridad representativa del Gobierno radicado en París había sido barrida. Era, e a suma, una sublevación de carácter patriótico contra lo intentos de negociar con los rebeldes argelinos el abandono, más o menos condicionado, de aquellas tierras. M Gobierno