BLANCO Y NEGRO MADRID 05-11-1960 página 15

ELECTORALES Richard Nf. NIxon. En los momentos actuales, el partido r ublicano significa, en cierto modo, a continuación de la política practicada por el presidente Eisenhower, es decir, una política de consolidación en el interior y de prudencia en el exterior, prudencia Que a muchos norteamericanos ha parecido excesiva en vista de los resultados poco gratos 4 ue ha obtenido, lo mismo en Europa, ciue en Aimérlca que en África. Pero, acaso por eso mismo, el partido republicano representa una política exterior más dura, má. s cerrada, más adversaria de la negociación con la lT: ni 6 n Soviética, ya que es a los republicanos a quienesi puede imputarse- por ocupar la Presidencia- -de los fallos ue una parte considerable de la opinión atribuye a espíritu demasiado contemporizador. ¡En conclusión, no existen entre los dos grandes partidos más diferencias que las de carácter táctico. Ambos aspiran a lo mismo, pero pior medios diferentes, y aun dichas diferencias no son lo bastante claras en miuchos aspectos, cómo ha podido comprobarse a través de las polémicas libradas por los dos candidatos enfrentados, en el curso de las semanas pasadas. ¿COMO SE EUGEN XíOS CANDIDATOS E CABA PMtüIDO? Cada partido celebra meses antes de la elección presidencial, su respectiva Convención, y de allí sale nombrado el candidato. Pero para Ueirar a esa últilna fase que procede a la consulta popular, ha sido necesario que se desarrollase en cada ciudad, en cada Estado, una dura campaña de maniobras, presiones, discursos y propaganda que va dejando atrás a los hombres con menos probabilidades. Tienen un papel preponderante las orgranizaclones culturales, cívicas, sindicales. El lector español comprenderá mejor este mecanismo si le decimos; que se trata del tradicional caciquismo político español elevado a órsano político normaL Las tra- diciones familiares, los intereses económicos, las aspiraciones profesionales se manifiestan a través de agrupaciones, de entidades perfectamente organizadas que b f t decidido a quién deben apoyar. Estos grupos son sometidos a innumerables influencias, campañas de propaganda y presiones del más diverso orden, de tal modo que la Convención de cada uno de los partidos se produce cuando se ba librado ya una enconada lucha, cuyo punto culminante son las llamadas elecciones primarias o sea, elecciones para des naar delegados locales de cada partido. Estos delegados han de conquistar a su vez el apoyo de los grandes jefes políticos. I as primarias ofrecen un interés fundament a conocer e grado de popularidad de cada posible candidato. Dato interesante: los gastos de estas elecciones Rimarlas son satisfei os por los aspirantes a la Presidencia, lo cual significa alguna de estas dos cosas: o que es millonario o que el propio partido le apoya vigorosamente. También puede suceder que haya candidatos que no se presentan a las primarlas seguros de que no necesitan pasar por tal prueba y de que los altos jerarcas de su partido los sacarán de la cscuridad en el momento oportuno, es decir, en el momento de la Convención. La Convención es una feria, un espectáculo gigantesco que dura varios días, una reunión llena de color y ruido, donde mil o mil quinientos delegados se reúnen a discutir después de obtener la representación de cada Estado por un sistema muy complicado. Entre discursó y discurso cantan los coros y tocan las bandas y orquestas. lio que se exige a un candidato es, sobre todo, popularidad. Ser popular representa el todo. A veces, en las Convenciones, se tarda enjplegar 4i. un resultado. Las delegaciones se mantienen f n sus trece. Por ejemplo, la Convención demócrata celebrada en Nueva York