BLANCO Y NEGRO MADRID 24-09-1960 página 106

ECONOMÍA Y FINANZAS pesimismo en esté aspecto, se nos antoja que por este camino el proceso habrá de ser lento, y el período de desarrollo difícil de alcanzar. Porque no hay que olvidar que el fin último de la producción es el consumo, y las causas de la recesión de aquélla hay que buscarlas en la contracción de éste. Quizás el efecto impacto de las medidas estabiüzadoras fuese So hubiera podido, llegar a ser) una total paralización de la actividad productiva, impuesta por la necesidad de liquidar los stocks especulativos, pero el efecto duradero, consecuencia de unas y otro, es la disminución de la capacidad de consumo. Por consiguiente, es del lado del consumo de donde la producción necesita recibir el estímulo y el impulso suSciente para situarla al nivel deseado. Las medidas adoptadas hasta ahora pueden servir, cuando más, de ajuste o lubricante del mecanismo, pero la fuerza que necesita para ponerse en marcha, difíciimente la podrá adquirir por sí mismo. Ocurre c o ni o con la puesta en funcionamiento de una bomba parrl la extracción de agua, que precisa de un cebo inicial para establecer el circuito. De nada servirá que la bomba esté perfectamente ajustada, engrasada y hasta en movimiento; si no se le pone el cebo, no sacará agua. El cebo que precisa nuestra economía tiene que partir del sector del consismo. Si éste no ofrece perspectivas- de expansión, de poco servirán los estímulos qne el empresario reciba en forma de facilidades ere diticias, administrativas o de otro orden, porque, en dífiniíiva, nadie produce por el capricho de producir. En todo caso, se produce para almacenar en situaciones con posibilids des especulativas, como ocurrió en años anteriores, pero esas sitaacionss no deben tener hoy más valor que un recuerdo histórico. Siempre h a sido característico de ¡a población española su escasa capacidad media de consumo, pero esta cirGunstancia se ha acentuado aún m á s en los últimos tres años, y muy es ecialm? nte a partir de julio de 1959 en que la población trabajadora vio reducidos sns ingresos al disminuir el nivel de empleo y dejar de percibir, los salarios complementan rios queírecibía en forma de p r i m destajos, horas extraordinarias, etcétera. Desde 1956, fecha en que tuvo lug ar el último reajuste de salarios, el índice del coste de la vida h a pasado de 361,1 que arroja la m e d i a de aquel año, a 485,3 en julio de 1959, y 490,1 en mayo de 1960, es decir, h a experimentado un aumento del 35,7 por 100 que h a tenido que soportarse, con menores ingresos, a cosía de una forzosa reducción en el consumo. Si a esto se añade que el capítulo gastos de alimentación h a experimentado un aumento relativo de mayor proporción que el índice general, y que, además, dadas las Ktracterísíicas de este coniponente, no se habrán podido reducir sus cifras reales de consum; se llegará a la conclusión lógica de que al adaptar los presupuestos familiares a los ingresos monetarios percibidos, foi- zosamente h a tenido que aumentar la proporción destinada a satisfacer las necesidades primarias, a costa del consumo de bienes superiores, entre los que predominan, por supuesto, los productos industriales. Be aquí que veamos la necesidad de facilitar o fomentar 1 consumo de esos bienes superiores, como único medio (o como medio m á s eficaz) de que los em presarios encuentren los incentivos suficientes para decidirse a realizar nuevas inversiones, solicitando los créditos que hoy se íes ofrecen y se encuentran disponibles. En cierto modo, las medidas encaminadas a fomentar las exportaciones vienen a tener un significado análogo. Si en el sector exterior no es posible inSuir sobre la capacidad de consumo, se pueden crear, y se crean, posibilidades de mercado, que es, en definitiva, el canal a través del que llegan a los consumidores los bienes obtenidos por la producción. Pero es indudable, y a nadie se le ocultará el alcance de esta afirmación, que sería imposible pretender que toda la industria nacional fund a m e n t e sus expectaíii as en los mercados extranjeros, entre otras razones porqué por muciies y amplios que sean éstos, nunca podrán tener cabida en ellos todos nuestros productos. Por eso, junto a las medidas conáuocSites al desarrollo de las exportaciones, y c o m o complemento de ellas, deberían establecerse otras que actuasen en el interior en el sentido indicado. La política de salarios y la política fisí á! p o d r í a n ser los caminos adecuados. Téngase presente, como Ludwig. Erhard, 1 principal artífice del llamado milagro alemán dice en su obra Bienestar para iodos sólo si el consumo ejerce una continua presión sobre la economía, í ermanece viva en la esfera de la producción la fuerza necesaria piara acomodarse ágilmente a la demanda creciente y afrontar ios riesgos consiguientes. NOTICIARIO ¡Durante el pasado mes de abril se ha reducido una nueva expansión de lia producción industrial británica. A este respecto se señala que los dos rasgos más sobresalientes en el actual panorama de la industria inglesa son los de la escasez de mano de obra- particiularmeiite la especializada- -y el aumento de los costos de prodneoión. Sin embargo, persiste la confianza, toda vez que los pedidos continúan aumentando. lEl comité de 20 naciones, recientemente reunido en P a r í s para tratar de problemas comerciales, dio fin a sus sesiones sin haber discutido los problemas eurojíeos comerciales a largo plazo. El grupo de los siete pareció decidir que no merecía la pena discutir sobre esto, ya que estaba daro que la delegación francesa y la de los otros cinco países- de la Comunidad Económica Europea estaban evidentemente en contra. Una misión comercial española visitará Holanda en el curso de éste mes, para devolver la visita realizada a España, en enero pasado, por una misión comercial ísoiaudesa. Egipto va a comenzar a exportar flores a Europa a partir de diciembre próximo y durante los meses de invierno, esperando obtener con ello un ingreso superior a Jos 30 millones de contos por año. Con la iiberalización de los intercambios y, la estEbiiización monetaria, la economía francesa ha entrado en una. era en que su desarrollo adquiere nuevas formas. Por ello, los índices utilizados habitualmente para medir la actividad deben ser interpretados con gran prudencia. Los índices generales de la producción industrial han vuelto a bajar en marzo, al igual que en los dos meses anteriores, pero, no obstante, se mantienen a un nivel superior del 10 por 100 respecto a 1959. BOLSA DE, L, COLECCIONISTA o F E HTA yendo, a mejor postor, colecc i ó n 2. época, encuadernada Dirigir ofertas poi escrito: BSapchal, poblado dirigido Caño Roto, 37. fflftDRS. D- 9. J