BLANCO Y NEGRO MADRID 24-09-1960 página 63

i sst 4ii; partidos de fútbol, la última película de vanguardia. Siempre bebía café solo, pero hoy se lo imaginó más s do y más negro que nunca. Se juró a sí mismo abortarse al café íolo toda la vida, soltero o casado. Casarse, qué lejano le pareció ahora él matrimonio y qoé ajeno. Café, esposa, amigos... todo giraba, noria chillona, a su alrededor y aumentaba, crecía, hasta cernirse sobre él como un diplodocns circular. Sintió un golpe en la esipalda; luego oyó la voz, la Aa mil del mar del pésame: -Te acomipaño en el sentimiento. iLe dolía la esipallda de tanto goApe. Y es que siempre le daban en el mismo sitio y tenia que dormir sobre el lado derecho. Se figuró a todos acoimpañándolo en su dolor, llorando desconsoladamente y vestidos de negro. No, no pudo dibujarse la escena en la memoria. Salió a k calle. Ni una nube en cielo. La fronda, llena de pájaros, sonaba alegremente. Junto a su Colegio Mayor había otro de chicas. Desde un bailcón le saludaron; él apenas miró arriba, con un gesto que quería ser sailudo y disculpa. Ellas comentaron lo bien que le sentaba el traje negro. Llegó a la glorieta y se pnso a la cola del autoibús. Hat; ía alor, un calor que se