Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
BLANCO Y NEGRO MADRID 03-09-1960 página 82
BLANCO Y NEGRO MADRID 03-09-1960 página 82
Ir a detalle de periódico

BLANCO Y NEGRO MADRID 03-09-1960 página 82

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
  • Página82
Más información

Descripción

TOROS bestir con la cara alta, también cortó ee dejó picar, alto de agujas, lo que le la oreja. Le toreó muy bien; lo más hubiera ahormado y corregido unos pumeritorio de la faena fué el entender yazos delanteros, que no le dieron, porque ahora se pica trasero o en los bajos. el toro y llevarle la muleta a la altura de los ojos, que es la altura a que ha- Todos los toros se pican del morrillo bía que llevarla para torear y que no t ara atrás; en el morrillo, que es su se quedara a medio pase. A esté toro, sitio, nunca; es más difícil que entre cuando rodó de la estocada, le dieron él palo. Los morrillos, que es el sitio la vuelta al ruedo, no ié por qué; pero de los puyazos, de las banderillas y de tampoco sé por qué se dan muchas ve- las estocadas, van al desolladero limces orejas y, sin embargo, se dan. Al pios de sangre; esto sólo debiera ser fin y al cabo, una vuelta al ruedo mal motivo de que los toros que se arrasdada B una oreja inmerecida al gana- tran con el morrillo limpio se arrastraran también con las dos orejas; pero dero, hermana de las inmerecidas orejas a los toreros. El toro anterior de todo es toro. Con un toro así, cómo es natural. Bienvenida estuvo deslucido. Bienvenida, o sea, el primero dé la tarde, tenia el defecto, más acusado todaLas deducciones técnicas de la corrida vía, que el toro íjue cogió a Ordóñez: que queremos acotar son: desparramaba la vista, era manso, no Cuando los toros embisten con la cara alta, como embistió el toro cuarto, la muleta debe ir a la altura de los ojos del toro para que no la pierdan y se miren en eUa como se miraba este toro en la muleta de Bienvenida, como en un espejo; la muleta tersa, sin un pliegue, ni más alta ni más baja, sólo así se pueden torear estos toros; tiene un inconveniente: que no se dominan, pero no hay opción. La segunda acotación nos la da la cogida de Ordóñez. Lo clásico y peligroso del pase natural es que la muleta y el estoque no se vean. Tercera acotación: cuando se torea un toro bueno, como toreó Jaime Ostos al toro sexto de D. Atanasio, se le debe matar como mataba Jaime Ostos, nó como le mató. m CORRIDA DE BENEnCENCIA EN SANTANDER STA de moda en economía el en. sayo de la estabilización. Estabilizar es evitar lo inestable, apuntalar lo inestable, asegurar lo que por desequilibrio está en riesgo de caer. Las corridas de toros estáu afectadas de inestabilidad: si el tiempo no lo impide previenen los carteles curándose en salud de inestabilidad; la bravura de los toros es inestable, como inestable es la salud de los toreros. Parece aconsejable la estabilización que dé alguna garantía a los carteles. El capítulo de los toros aunque tiene un origen artístico, divertido y espectacular, si no es un capitulo, de las ciencias económicas es un apéndice muy importante, que puede disfrur tar del reajuste de la estabilización. 1 estraperlo es una palabra fea que nos resistimos a darla entrada en los toros; preferimos emplear el vocablo inflación, que es internacional, y le va muy bien a esto de los toros. La inflación alcanza a todo cuanto interviene en la fiesta: nada bay que valga lo que cuesta. Ese toro sin edad, sin trapío y sin bravura no vale lo que cuesta, ganadero. Ese toreo que tiene apariencia de toreo y no lo es, y ese concepto alevoso de la suerte de matar, no vale lo que cuesta un matador de toros. La localidad, con la que hay que cubrir lo que cuesta el toro, lo que cuesta el torero, lo que cuestan los impuestos y el margen comercial del empresario, es el patrón oro con el qué se cubre todo el papel, y cuando se entra en la plaza y se cambia por la corrida, se ve que no vale lo que cuesta. Ante este estado de cosas yo pienso en la estabilización. Pero no esperen de mí que yo pida rebaja de precios y ponerlos a la altura de la fiesta, esto seria rebajar la fiesta o aceptar la rebajada calidad; yo lo que pido es que se ponga la fiesta a la altura de los precios, que es una fórmula de estabilización. E Empiece usted, ganadero. El toro es lo permanente de la fiesta. El torero es pasajero. El empresario es circunstancial. Cuidar el toro es cuidar la fiesta. No puede usted desentenderse de su obligación y deberes reglamentarios; ni por su prestigio, renunciar el honroso adjetivo de escrupuloso, lidiando toros sin edad y sin trapío. Esto está en su mano, escrupuloso ganadero. No desconozco, que por deficiencias orgánicas y por desigualdad en las parideras, hay toros que parecen utreros, pero asi como selecciona usted la simiente para sus sementeras, y aparta el grano defectuoso, aparte este toro que desdice de la carnada, y no le lidie como toro; pero no le sustituya por el utrero que parece toro, porque tanto lo uno como lo otro pone en entredicho su escrúpulo y su afición. Insisto que la edad y el trapío iio es problema; está en su mano, escrupuloso ganadero. Ya no está tan en su mano la bravura, que es una incógnita difícil de despejar, pero hay algo de loe que depende la bravura, que influye en la bravura, y esto sí está en su mano, que es la selección. Ya sé que usted selecciona parcialmente, para conocer por dónde va la ganadería, para tener una referencia en que apoyarse. Pero yo me refiero a la selección total. A que no se deje la vaca dudosa porque puede criar un toro dudoso, pero que no bay duda de que vale mucho dinero. A que se envié al matadero todo lo que no sea muy bueno, y pueda a la larga traer confusión. No digo vender, sino matar. Vender desechos, que luego se legalicen con bierros adquiridos en el rastro de los toros de lidia, le habrán limpiado a usted la dehesa, pero habrán ensuciado la del vecino, y sobre todo se deja como toro de lidia el toro manso, que con su nombre o el del eompr, ador se lidia; el nombre es lo de menos, lo de más es que la mansedumbre anda por el campo confundida con la bravura. Después de esto de los desechos, que no deben utilizarse para aumentar la ganadería, ni para comerciar en vivo, hay una cuestión de piensos que ustedes no desconocen. 1 clima y la alimentación son ingredientes de la bravura; la grasa y el músculo son factores influyentes en la conducta instintiva del toro. Criar, bien criado, sí, esto es de escrupulosos; adelantar para que parezca y no sea, no, esto es de falta de escrúpulos, bordear el fraude. Todas estas reflexiones, que no son de hoy, se me acentúan en Santander, a la vista de la ya tradicional corrida benéfica de Valdecilla, con la mansedumbre de los toros. Los toros de Barcia! más tenían que ver con la raza morucha salmantina, que con la raza brava de los toros de lidia. Pero si solamente fueran los toros de esta corrida, no me moverían a este amplio comentario de preocupación por la bravura. No llama mi atención una corrida mansa; lo que sí llama mi atención, y yo llamo la de los lectores, es la eontinnidad casi sin solución de las corridas mansas. No trato de defender o justificar a los toreros; no creo que nadie me gane en exigencia; pero comprendo que estén aburridos de toros mansos, aunque no estén exentos de culpabilidad, porque sus exigencias dieron lugar a que extremaran su complacencia ganaderos amigos, que pusieron su escrúpulo en servir toreros, con riesgo del toro. Esta corrida de Santander es la última que vi, pero es que acabo de ver cincuenta y ocho toros en Miálaga, de los que no sé si ocho se pueden considerar como toros de lidia, y vi los de Madrid, y vi los de Sevilla, y vengo de Bilbao, y por dondequiera que voy veo que no veo el toro bravo. Esta es una realidad que, si es por coBducta equivocada, necesita urgente rectificación. Lo primero que hay que abo-

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.