BLANCO Y NEGRO MADRID 03-09-1960 página 63
- EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
- Página63
- Fecha de publicación03/09/1960
- ID0005257997
Ver también:
tan extraña que sólo rompía el rumor apagado e interm, U tente del utensilio aquel, que parecía como si se tratara del Telar del Tiempo y yo fuera una lanzadera maquinatmente en manos de las Parcas, La urdimbre, pensaba yo, parece la Necesidad y yo hago de lanzadera y tejo mi propio destino entre estos hilos inalterables, en tanto que el pasador de Queequez se me antojaba la Suerte. ¿Por qué no? Suerte, libre albedrío, necesidad (que no son en modo alguno inconípatibles) entretejiéndose juntos (cap. X L I I I) Oirás veces la realidad se evade h a c i a lo poemático con aciertos d e metáfora, q u e la crítica contemporásnea Itampoco s u p o valorar. P o r ejemplo: Las majestuosas noches estrelladas parecían damas altivas, vestidas de terciopelo recamado que añoran, en el solitario orgullo de sií castillo, a los Condes ausentes, sus dueños, ¡los soles de caico de oro! cap. X X V) Y claro está q u e todo ello implica u n a albura m e n t a l y u n a conciencia estiKstica m u y superiores al simpde relato picaresco. No es cierta, e n sus términos exactos, la frase de M d v i l l e u n ballenero fué m i H a r v a r d m i Y a l e ya q u e si n o frecuentó das universidades ilusllres, su o b r a trasciende u n a vasta y h o n d a c u l t u r a literaria q u e va, como hemos visto, desde la Biblia hasta los gramdes modelos d e la poesía inglesa del siglo X V I I Ahora bien: todo este juego