BLANCO Y NEGRO MADRID 30-07-1960 página 70
- EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
- Página70
- Fecha de publicación30/07/1960
- ID0005259592
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HUMOR P wí 4 -1 l t 47 méi t 3 i s. N V Yo soy pintor iprofesional. Pintor de brocha gorda, pero profesional. Y aquella mañana estaba contento. P a r a ser sinceros le diré que la señora no pudo estar más amable conmigo. Yo le iba enseñando todos los colores que hubieran ido bien a su piso. iNo le gustaba ninguno. Asi pasaron dos horas. Ella quería un color raro. Me preguntó- -aparece que la estoy oyendo- -si conocía los atardeceres del Pakistán en Primavera. Contesté que no, que no los conocía. Me dijo después que su color favorito era el que probablemente h u biese soñado Becquer, durante una noche de octubre, para haWar de la mejilla de u n hada germánica. Contesté que no acababa de darme cuenta del ccflor que le gustaba. Pasaron otras dos horas. Ella- muy a m a ble, eso si- -no paraba de hablar y de exiplicarme su color. Cuando comiprendi el color que ella quería, casi me muero: aquel color no existía. Eran las siete de la tarde. ¡Yo no soy un sádico, señor juez! Si la ahogué en pintura, usted es el primero que debe comprenderlo. r liis J u a n lo había dicho desde pequeño: El agua me ahoga Y era verdad. Por lo visto tenía los poros del pecho y de la espalda t a n grandes, que por ellos le en- ¿i- i lítnA