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BLANCO Y NEGRO MADRID 23-07-1960 página 111
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BLANCO Y NEGRO MADRID 23-07-1960 página 111

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
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D I SGo S BEETHOVEN (1) Entre los directores de gran prestigio liace años que no llegaron a vl 6 Jtar España figuraba en Iiigar deítacaclfSimo Fi ilz Lelimann. Es él ijuien onndiii- e la versirtn magnífioa de la Segunda sinfonía d Reethoven, (jne interprpta con sn proverbia! clase la Fiílannrttiica de Herlín y recoge con una grabación admirable la Deutsche Grammoplion en un disco de 25 onís. Y lo bueno s que 6i hubiesen de resaltarse motivos o virtudes particulares de la vertjión habríamos de convenir en que se impone a fuerzan de honestidad, y dentro de elta. de calidad, entrega y ajuste sonoro y rítmico. Un Beeihoven serio, sin extravagancias, pero libre tambijín de peligros de frialdad. Un Beetboven musical, sin divismos ni desquiciamientos. Nada más... y nada menos. ALONSO (2) Nn podía- faltar el nombre de Francisco Alonso en los catálogos líricos de Columbin i La Picarona que tan bien refleja su venia- popular y directa, en la relación de obrafi. Co- n esa proverbial atención qu tanto servicio iha prestado a la causa dé nuestra zarzuela, la versión dirigida por Benito Laurel se apoya en los nonibres de Conchita Baiparda. con una voz de muy bello, timbre susceptible de afirmarse más y los veteranos en el género Ausensi. Munguia. Julitá Bermejo. Monreal. los Cantores de Madrid... Corno siempre en Alonso, lo mejor se produce con algunos fragmentos d- e conjunto muy próximos a! a cantera folklórica ei bien se alimenten por la vena propia del maestro. Antonio FERNANDEZ- CID (1) (2) Deutsche Grammopíión LiP 16059. Columbia CCL 32 021. R ÍÍÍMliÍ) sNÍ EL PRIMER DOMINGO Para muchos, quizá será éste el primer domingo de vacación plena: no quiero üegar a él con violencia, sino con la pluma muy tendida para el diálogo. Vamos a dialogar junto a la misa dS hoy, junto al Evangelio especialmente. En Ja sierra o en la playa se ha Ido a mfea muy entrada yá la mañana. Luego se desayuna tranquilamente en la terraza, todavía fresca. Ganas de leer, salvo el periódico, que llega tarde, pocas; ganas dé pensar, menos; ganas de volverse a dormir otra vez, muchas. Sin embargo, amigos míos, un pequeño esfuerzo: es el día del Seño- r y decirle algo, o a menos leerle un poco despacio, es obligación primera. Vayan leyendo lentamente, palabra por palabra, pronunciándolas como se lee cuando se reza. Es posible, es lógico que la primera sensación al leer despacio es la de penetrar o acercarse a un mundo lejanísimo, tan lejano que casi no es misterio, porque en la noción de misterio están la oscuridad y la cercanía a la vez. Animo: ese mundo q J el Evangelio nos abre es tremendo v IJeS 10 de atractivo a la vez. Es misterio para nosotros: se dice en palabras para nosctros y en palabras que llevan también destino, advertencia y libertad para. nuestra vida. Animo: el Evangelio de hoy habla muy directamente... LA FE SIN OBRAS LA FE Y LAS O Por el P. FEDERICO bre y pensemos, para no escandalizarnos, que nada humano es plenamente puto, que todo éstá mezclado v dividido. Hay también el Oh Señor, Señor en esos pocos, decisivos, horribles o Jubilosos instantes de nuestra vida, más en los horribles que en los jubilosos: clamamos imputados en el fondo, por nuestro egoísmo, dispuestos a olvidarnos al día- siguiente. Amigos míos, denme la razón en lo siguiente: no es difícil ¡lamar ai Séñor antes de un examen, antes dé na oposición, antes de un negocio, hasta antes de un viaje largo, y e difícil, hai ta casi raro, si no se mezcla! a promesa, acercarse para dar las gracias. Mediten un poco en esto. Decir sólo Señor, Señor es jugarse lo que más importa: el reino de los cielos. LA FE CON OBRAS SOPEÑA No creamos que eso es sólo una invención del luteranismo, porque es muchísimo más: es una tentación que acecha a toda criatura. No todo aquel que dice: oh Señor, Señor, entrará pop eso en el reino de los cielos amonesta el Señor. Y eso, eso, lo hacemos muchas veces. Lo hacemos de dos maneras. Fre uentemente, por rutina: está nuestro día aparté de Dios, pero no queremos decirlo y decimos el Oh, Señor, Señor por miedo, por 4 a triste psicología del por si acaso ino (u so hasta por no perder la costum- Es tremendo lo que se nos dice, porque lo dicho por el Señor no es sólo para los fariseos en tanto en cuanto el fariseísmo es tentación que nos acecha a todos. Por sus frutos l Cis conoceréis. Es tremendo, sf, tremendo, como tremendo es el misterio de la voluntad de Dios para ríojotros: ño voy a ser Juzgado por lo que diga después de la misa, hasta por lo que pida en esa misma misa, sino por mis frutos, -por la obra de mi vida, por la obra de cada día. Por muy humilde que sea su sitio de veraneo no faltarán zarzas, espinos o higueras, esos árboles humildes que el Evangelio de hoy cita: árboles y arbustos, hasta la misma Jara, han tenido su mayo de flor, pero vea usted eso ahora, una higuera desarrapada y polvorienta, sin fruto. Tremendo, sí, porque no se nos pide un fruto cualquiera; sino el fruto que sea consecuencia dé hacer: la voluntad de Dios. Tremenda cosa, sf, imposible humanamente, pero al mismo tiempo, he aquí el misterio, maravilloso y consolador: s nos pide que aquí, en la tierra, entremos en el camino del reino de los cielos, se nos pide que nuestras obras no sean algo anónimo, sino el testimonio de nuestra persona. Se nos pide, si, porque se nos promete el auxilio para realizar lo imposible, lo que en la Epístola de hoy se llama fruto vuestro para vuestra santificación Se nos pide, y ahora sí que debemos decir oh, Señor, Señor que nuestra libertad tenga para savia de su crecimiento la voluntad de Dios, la gracia de Dios, el poder de Dios, el cariño de Dios. Hay que elegir: o ser echados al fuego como leña seca o dar fruto. EJEMPLO PARA HOY MISMO Parece cómo si todo esto no fuera para este día de domingo en la sierra o en la playa o que fuera a lo más para forjar propósitos hacia el futuro. No, no: es para hoy mismo. Están ustedes, amigos míos, en una parte o en otra, frente a la belleza de la Naturaleza, frente a la huella de la bp e a f e Dios. Pueden pasar con indiferencia y ya está mal, ya. está mal no aprovechar el descanso para conocer algo que es don de Dios. Pueden hoy pasear, subir al monte, avizorar el paisaje del agua, colarse entre los pájaros: pues eso, convertido en diálogo con Dios, en acción de gracias; eso, convertido en fruto de caridad, porque la consecuencia es Volver a la casa no para reñir, no para ser, raro y egoísta, sino para sonreír, para hablar de eso, para dejar escapar- ¡con qué timidez el primer día, con qué timidez! -delante de los demás, delante de la mujer y de los hijos, las palabras que hablan de Dios y del amor... SI eso, personalmente, no se dice, no hay froto, y la vida cristiana consiste, amigos míos, en estar en una continua y ordenada tensión, pensando en que todo es como una gran conspiración del misterio de Dio s para hacerse motivo de nuestra libertad, fruto personal. Esa coincidencia total, plena, sin fisura entre la voluntad del Padre, y la libertad la encontramos en la humanidad de Cristo, el hermano niíayor que nos habla hoy de ja higuera, de la rama, de los espinos y de las zarzas.

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