BLANCO Y NEGRO MADRID 02-07-1960 página 27

t Es un dolor ique se me pone aquí y luego se me va corriendo hacia aquí. Quisiera que muciiosi supieran lo que es eso cuando se rueda en la bioicletta doblado sobre el manillar. Que me reconozcan tan detenidamente como sea preciso. Si no tengo nada, admitiré la responsabilidad que metcorresponda. ¡Bien seguro estoy de que no puedo correr por ahoral RINDE CUENTAS A DEL CAZ auya; recuperado ipor él su repuesto, San Emielterlo vuelve a cambiar de tmáquina, y la de Loroño ipasa a KSiBmany, iue también tuvo avería... Mis comipañetos- (prosiguió- -hicieron, todo lo ¡posible por ayiwlarme; ¡pero yo no podía rodar y opté ¡por la r íradií, para aue líos pudieran seguir adelante... Baihamontes se expresa con tristeza, ipero con serenidad, y su actitud parece abstilutamenite sincera. Aunque uno se haya acercado a él cargado de prejuicios, de recelos y de reservas acerca de sus dolencias, después de oírle hablar se siente ganado por su fimne y serena exposición de los hechos. Ahora los médicos tienen la palabra; la Federación aguarda el dictamen para emitir la suya. Rsprocha Del Caz al corredor su ausencia d! el reconocimiento a e fué convocado en Madrid, en unión de sus compañeros de equipo, y él culpa a la organización francesa, que le obligó a cumpúr los contratos que tenia pendientes. En la media tapa contra el reloj del domingo, Bahamontes tomó la salida prematuramente, el primero de los emanóles. Se ha diídio que el propio corredor pidió a- Berrendero ocupar ese puesto, cosa que él desmiente ahora. -No tuve tiempo para ducharme, ni para comler, ni para cambiarme de ropa, hasta el punto d! e que se dio el caso paradójico de que al correr yo con el maillot amarillo, figurásemos en esa etapa dos líderes, lias molesitlas del vientre me aumentaron esa tarde, y por la nonodcie no pude ingerir nada más qfue un litro de agua...