BLANCO Y NEGRO MADRID 25-06-1960 página 108

m Ñj 0 sl m im 0 Bancos coimereiates. Estos, por, su parte, decidieron sustituir sus inver- sienes fiíLancieras por créditos, pero, de todos modos, el aumento ds las reservas ds divisas en la arsayor parte de los países y la estabididad de ios precios b a n contribuido a contener el alza de los tipos de interés denitro de límites bastante reducidos. El au m, ento acelerado y generalizado de ios tipos de interés, comenzado en e! l- otoño de 1959, ha sido el resultado de medidas daliíberadas. En seiptiembre, d Baneo Centirajl de Dinaimiarca y el de Alemania O SCídental elef aron la tasa de descuento; después ban seguido oíros aumentos, compilementados con meílidas destinadas a contener el crédito y reducir las cifras de los gastos de iniv 6 rsión, porque la actividad había alcanzado un nivel elevado en el sector de la oonstruoción en ambos países, y porque a través de ciertos indicios se- preveía una amenaza de inñaedón de precios y salarios. Parece probable, sin embargo, que en Dinamarca y- Alemania aacidental el recurso de contener el, crédito se adoptó, a falta de otra cosa mejor, para contener la dc manda global, ante la imposibilidad de modificar la política presupuestaria en un sentido menos expansionista. En Bélgica el aumento de la tasa de desisuento no fué provocado, como en los países que acabamos de vsr, por la presión de la demanda interior, sino para contener las salidas de capital a corto plazo. Es la misma razón que ha existido en el Bsino Unido y los Países Bajos para seguir idéntica política. Aunque en estos dos últimos países el margen de expansión interior sea, mucho más reducido que en Bélgica, parece que la opinión predominante, tanto en los medios oficiales como fuera de ellos, es que el margen es suficients para que la expansión prosiga duranite 1960 a iHi ritmo- suficientigmente intenso. Los poderes públicos de los dos países, y especialmsnte de los Países Bajos, tienen otra clase d e preocupacioaies. Creen, en efecto, que las presiones de la demanda que tuvieron lugar en 1955- 57 no ss producirán de nuero, poniendo otra vez en movimiento la espiral de precios y salarios. A este respecto, la elevación de los tipos de descuento es, a la vez, una ajdíverfcencia y una precaución, y, sin duda, es maxy significativo cciniprobar que en el Reino Unido la medida fué tom. ada muy poco tiempo desipués de que la industria rehusó secundar la política perseguida por los poderes públicos cuando éstos estimaban que un descenso de ios costas Unitarios deteria permitir una reducción de los precios de venta. RBÉ Por ei Conde DE MONTARCO resuLtado obtenido es el d e haber aunado, en esta nueva ra. za, la rusticidad del Brahma Con Has aptitudee carniceras del- Shorton. En T- exas, lasi condiciones oliaíiatoJógicaa y el suelo han convertido aquel E- staido en símbolo de un tipo de explol- aciomies ganaderas de ré- gimen extensivo. Los norteainericano 5 que vienen a Esipaila; dicen que nuestras zo- niae ganaderas Oiccidentaíes, de Salamanca liásita Andalucía, tienen un carácter parecido al que se da en la economía de Texas. Per cuyo motivo, a los gaUnidOiS. naderos que ílgurábámO S en esta exDe todo lo allí visito -y aparte la pedició n a los Estados Unidos nos inimipresión general de la forma en que teiiesaba m U bo estudiar las ooradiciose desenvuelve ei negoioio ganadero- nes y organización del Kin g Rancto tres instalaciones, bien distintas, que cuyo éxito eioonómiico conocíamos tovisitamos, marcaTon la diíeriencia tan dos. fenomemaü que existe entre las con- Nos- encontramos Con que, lajctualdíciones eooinóimioas del sector agrario m nte, eil KingRanich de Texas tiene de nuestro país y las de aquél. una d- Bipenidjenoia en P emsylvania, forEimipezaré reíiriéndo- me a ese impe- madax por una finca denominada tamrio de la ganadería vacuna conocido bién King Rancti con una extensión en el mundo entero con el nombre de alrededor de las 2.500 he- otáreais y- King Raneh El King Ranah pro- constituida por la agrupación de varias piamente dicho, es un inmenso ranioho, pequeñas fincas oo- mipradas a distintossituado en Texas, con una exteasión propiíeitarios. La finalidad de este King RanoJí de un millón de aiores, o sea, unas 400.000 hectáreas. Su fama provie- ne bis es la de e ngordar, Cerca de los centros de conisumo, como Nueva Tork, de la m agnífioa. organización que en ór existe y, sobre todo, por habersie Washiñigtojn, Filadelíia, e- tc, las reseis creado allí lia raza de ganado vacuno que, ajlredédor de loe dos años de llamada. Saota G- rtrudis, producto de dad, -son vendidas; evitando así pagar un cruce en el que, entran 5 8, de ios portes del anima l cebado. A, l03 Sliorton Y 3 8 de Bralimá o Cebú. El ocho o hueve mieses son destetados EiGlBNTEME NTE. y formando parte de im grupo de g- anaderos y veterimiTioe coiupuesto por los señores marqués de la Motilla, don Bartotomé Torrico, don Fermín BoJiórquez, don Baitasar Torrlc- o, don Cayetano Herruzo Sotomayor, don Caiiilos Luis de Cuenca, don Mariano Giménez Ruiz, don Alfonso López Soilís, don Magín Brufáu, don Enrique Goromina All onso y dom José ñivas Ros, he temido acasión de visitar jnsitaiacioneiSi ganaderas y pilaotas industriailes reilacionadas con la ganadería en lo3 Estados R los terneros en Texas, castrados a cuchilla y enviados al King Ranch de Pen sylvania, donde S e venden cuando alcanzan los 500 ó 700 tilos, con cuyo peiS O e- s cuando tiene más apreciación el, novillo en el mercado, p- ues lleg an a dar un ren- diimiento del 60 por 100. Sin embargo, cuando emipezamos a hacer números para ver si este proceso podía interesarnos en Espiaña, ños encontrarnos oo n que en las 400.000 hectáreas- del King Ranoh de Texas soló había 85.000 cabezas de ganado, lo que viene- a representar alrededor de una cab Cza ciaiáa cinco hectáreas, ínm e diiata m ente cateuilamos q u e si nuestras fincas ganaderas estuvieran asi de deisipo bladas, no sacaríamos be neíicios ni para pagar 5 a contribución. En. se gui da coimprendiimos que un ré- gimen extensivo como el de Texas, donde las vacas disponen, cada una, de- esas cinco hectáreas que les permite allimentarse boligadament e con lo que e ncuientran en el campo, en auténtico régimen exte nsivo, sólo puede permitirse cuando el valor de la hectárea no es impo- rtante. En canabio, en muestras fincas ganaderais hemos de forzar el nú- mero de cabezas por hectárea, dándoles además piensos y forrajes, o sea, empleando un régimen semiextensi- vo, con Jiajs naiturales co n. secuencias antieíoónó- mioas que padecemos. Al estudiar las condiciones en que el ganado se dese nvolvta en el King