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BLANCO Y NEGRO MADRID 11-06-1960 página 31
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BLANCO Y NEGRO MADRID 11-06-1960 página 31

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
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i S Vuelta a) puedo de Antonia Ordófiez. Un espectador entusiasta le envió como regalo una gallina, que coge del suelo un mlemlxro de la cuadi ltla. acontece; k serie de naturales H rea mata on el ligado de peeho, (Ligado, seguido, cosido un pase con otro, como deibe ser el pase de pecho. El pase preparado y porfiado de pedio e una falsificación; quisiera alejar esto bien sent a d Repite la serie idéntica. Torea a gasto, torea con gusto y e le ve con gusto. Así da gusto ver torear. Entusiasmado, cita a recibir, pero no le espera y pinclia; después cita mejor y espera más, y da una estocaba hasta la mano un poco contraria. Esto de un poco contraría lo voy a exiplirar en seguida. Murió el toro, le concedieron al torero las dos orejas, pedidas con clamor, y cuando venía dando la vuelta al ruedo me preguntó: ¿Estaba la estocada alta? Y le contesté: No, estaba contraria, que es mejor que alta, porque así como las estocadas caídas y atravesadas iiklícan que el torero se ha salido de la suerte, las estocadas contrarias indican qué se lia atracado de toro. Esto, sin duda, rae lo preguntó porque más de una vez le he señalado las s- torradas bajas desptlés de grandes faenas, lo que para mi emborrona la faena. Por eso, esta tarde me complazco en señalarle la estocada digna de la faena. Y le añado: si no hubiera entrado al primer toro desde lejos, también le h u biera matado bien. Al toro le pidieron la vuelta al ruedo y también lo pidió Ordóñeí, ¡pero ya entraba 1 toro por la puerta del arrastradero. Gregorio Sánehez ipídió el cambio de tercio del quinto toro yo creo que precipitadamente, porque los toros, aunque no se tes castigue si no lo necesitan, se les debe ahormar la cabeza; pero no tienen término medio: o se pasan los picadores barrenando o se van sin picar. El toro le cogió en un pase natural tomando al toro de largo; le volvió a coger en un pase de pecho, destrozándole la taleguilla. Y Gregorio Sánchez, que venía 4 Madrid dispuesto a todo, tiró el estoque de madera para torear sólo con la izquierda MI los pases que le había cogido. Una estocada algo delantera y el toro rueda. (Ovación y oreja. Le he visto líiuy valiente, con ganas de torear y de cartel en iMadrid, pero le he visto muy lorzado, pasara lo que pasara, y esto es peligroso. Se fué a su isa en vez de irse al sanatorio; pero él salió, sin i m portarle el sanatorio; no lo censuro; en el toreo, muchas veces el hontbre no debe hacer casO del torero; por algO es hombre. Este es el riesgo del toreo. En el último, un sobrero que iparecía lilUy corraleado y mansurrón, de doña D o lores de Cervantes, se puso unos pantalones de monosabio, y romo el toro no era digno de un torero, le despachó romo le hubiera esipachado el monosabio de los pantalones. Brindaron los primeros toros al Jefe del Estado, que les correspondió con regalo El toro cuarto, de Ordóñez, bien vale una corrida. G. C.

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