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BLANCO Y NEGRO MADRID 04-06-1960 página 111
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BLANCO Y NEGRO MADRID 04-06-1960 página 111

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
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Filagstaiát, íigura iasusitituíble en 1 rep eptxD- rio de W a g n e r al q u e a p o r t e una voz áe- exoepioión por la oaiiitidjaid, la ca- lMad, la extensión, el votamien y el oarácitieir. Sus loompañe- ros d e repaa? to London, SvaMhoim, Nieidilinig r y 1 conijunito de la Filarmónioa yíenesá, tan adrajiriable, qu irigte icoo peirícáa el inaeisitpo Sol ti, lasegüran la calidad, de unos reeuiiaidois cnaagníficos ail slervi- CÍO de una obra que lo es dei prinicipio al fin y en la que, a p a r t e el d o- minio peculiar en eu autor, brilla un halo poétioo difícll mie nte siupe riaible. VARIOS (4) Ta: n s ó i o o o m o inoiticia ínifo- rmativa; que no queda spacio p a r a otra eos a: um disieo e s t u p e n d o en leil regisitro de Oaipitoll m- uy bien: toicado por la Oriquesta ide Hollywood Bowil, dirigida por Joton iBarneitit, agrupa fragimeaitots popularísimois de T cliaikowsky, P o n- ahieill, Oííenbacto, Saint- Saems y el b r o c h e de l a iSiegunda xapisoidia de Liszt, Todo asegura s u efiicaoia pana el gran púiblico aíj ionado. Antonio FEíRNANDEZ- CID (1) BeiUer 30141- (2) Voz de su Amo. DALP 373. (S) Deccá LXT 5495- 7. (4) Capítol P 8296. iE: illi: i í; (i Por el P. Federic SOPEÑA IV LA CRISIS DE LA R VZON El misterio de fe está al otro lado de mil c o s a s q u e pueden futiicionap para nosotros como m i s t e r i o sin e m bargo, una actitud receptiva, poética, pop encima de la misma razón inclUr yéndola, supone una gran ayuda para la fe. Debemos partir dé la siguiente b a s e si ante cualquier realidad primaria de la vida, si ante el inmediato, sencillo vivir, ponemos un análisis e s c u e t a m e n t e racional, nos q u e d a m o s sin raíces, sin apoyo porque necesitamos del misterio y d e su aire para no s e n t i r n o s en la nada. No hace falta insist i r en lo que el misterio supone para la relación personal, especialmente para lá rjelación amorosa. En una p a labra: la misma e s t r u c t u r a de n u e s tro ser temiporal rodea de misterio n u e s t r a vida. HSiy la c o s t u m b r e de ver el razonar, el escueta razonar como operación sana y clara. No nos damos c u e n t a d e cómo el razonar es un campo abierto, herido por el pecado original, para el mensaje diabólico. ¡Es terrible e n fermedad del alma la que se, mét en la pasión d razonar, de reducir todo a certidumbre ó a d u d a matemática. Se afila y mucho la inteligencia: nadie tan desgraciadamente inteligente c o mo el esqéptico, t a n icaiculador como el egoísta por programa. EL DESEQUiLI RIO Ocurre, sin embargo, algo q u e a mí m e s o r p r e n d e y me espanta siempre. Tengo delante a un joven: acumula misterio para vivir hondamente su vida y desde el amor hasta la lectura tiene todo, esa pasión especial q u e da al r a zonamiento calor y color personal. P e ro ese mismo joven aplica a lo religioso una actitud fría, sólo inteligent e él, existencialísta para todo, se crea una. mentalidad como escolástica para hablar de Dios, é la Iglesia. T o do entonces se deri um. ba porqué la desproporción es t e r r i b l e no s e habla de Dios con el coraje y con la t e r n u r a de una actitud personal, sino sólo con Na. da tan profundamente conservador de lo personal como, una valoración exacta de nuestra actitud ante el m i s terio. P a r a comibatir el peligrio p e r m a nente de las crisis de fe, para esa a c titud radicalmente racional, hay q u e adoptar dos posiciones: negación del falso y fácil camino del: misterio y a p e r t u r a hacia él difícil y verdadero. Es necesario, claro, el misterio en la vida amorosa, pero si esa necesidad se encamina sólo o preferentemente hacia lo corporal hecho c a r n e entonces se alza hacia el misterio de la iniquidad: para a b r i r s e hacia el otro misterio, hacia las entrañas del ser de la jjersoha amada, es nec- esario sacrificar una inteligencia que arma siniestramente el desencanto y la duda. Vuelvo a insistir: puede meterse, claro e s tá, al demonio entre las. locuras y las brasas d e la pasión, pero está mucho más a gusto, más ocuíto, entre el r a zonamiento escéptico y frío. EL NIUNSa Esa última realidad va muy apoyada por el mundo en q u e vivimos. Ayuda, en primer lugar, a una clara desconfianza a n t e el misterio: uno de los t r e mendos peligros d e la técnica estriba, indudablemente, en crear uña como desconfianza y desdén ante el misterio. La propaganda, l a oonsigíia, la formación masiva d e l pensamiento quieren reducir a toda costa esa libertad, raíz del misterio personal gracia y poética de la persona misma. De lá palabra hasta el paisaje todo recibe su etiqueta prefabricada y los e s p e c i a listas son, precisamente, los más r e pletos d e egoísmo, de postura esoépticá para estiniár en nada el misterio de los demás y servirles el sucedáneo correspondiente. La consecuencia ves buscar, escapes para él misterio a t r a vés del, desenfreno, de la excitación artificial, del m u n d o corporal sobre t o do, que no en vano la época enemiga de! misterio saca de sí misma él misterio de una angustia, de una exasperación irrefrenables. fiflUSTERIO Y SERENIDAD la carne, ordenar el cuerpo, sacrificio y orden que dan ¿1 amor pasión y Serenidad al mismo tiempo. Algo parecido debe o c u r r i r ante el misterio religioso. Son sucedáneos del misterio, sucedáneos- tentaciones, el solo temor, la negación de l.o iue no ven los ojos d e la razón, la fantasía irresponsable, medios para no enfrent a r s e con el t r e m e n d o y fascinante misterio de Oíos: para abrirse hacia él se necesita también sacrificio y o r den, se necesita el Verse culpable, el verse en las fronteras de la nada, s e hecesita poner el s e r al desnudo en toda su angustia y u desamparo y de esta manera clamar por el misterio Verdadero. Y esa apertura, empujada por el desamparo, es un primer camino de serenidad. EL miSTiERÍO, PERSONAL P a r a e s a s crisis de fe insistimos siempre en q u e el misterio no es una oared contra la cual se estrella n u e s t r a inteligexicia: es un camino inagolable en el que, empujados por el c o razón, vamos creciendo en calor y s a biduría, Pero es imiportantísimo para esas crisis de fe insistir, además, en q u e ese misterio de fe es misterio p e r sonal, inseparable- de una persona yque crecer en- calor y en sabiduría es crecer no en la lectura, no en razonamiento, sino crecer en el conocimierito y en el cariño, inseparable de ésa persona q u é es Cristo, Dios con n o s o t r o s El misterio de Dios se acerca a través d e Cristo y la fe es fe en Cristo. De igual manera q u e luchábamos contra esas crisis de fe empeñadas en ver la fe sólo como un código moral, luchemos ahora c o n t r a los q u e quieren ver la fe sólo oomo un conjunto de doctrinas a conocer: código, d o c t r i n a se r e ú n e n en algo muy superior y distinto que se llama Verbo héaho carne, mensaje personal, diálogo personal, sufrimiento persona! p o r cada uno. No nos acerca el misterio una realidad desencarnada; nos acerca la- muerte y resurrección dé Cristo padecida y ganada para cada u n o d e nosotros.

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