BLANCO Y NEGRO MADRID 21-05-1960 página 75

at í í aS; I vi r j a í f e S í- ÍV Jí- LA PORCELANA DE LIMOGES S I lia lindustría de la. porcelana fina ha nacido ffü Umousln (ki reglón de Limoges) ha sido ánicamente porque hacia 1768 se descubrió no lejos de Limoges un gran yacimiento de caolín. Desde entonces, esta industria, tan francesa por su buen jTusto y su técnica, no ha cesado de honrar al Limousln. Cuando contemiplamos una pieza de porcelana, lo 4 ue a niramos ante todo es su blancura y su translucidez absoluta, ya que, contrariamente a otros productos cerámicos, la porcelana se vitrifica completamente en la cocción, Al visitar por primera vez luna fábrica de porcelana quedé muy asombrado al enterarme de que, para convertirse en la pieza fina y artísticamente decorada que todos admiramos, el terrón de caolín extraído de la cantera pasa por unas cuarenta y siete manos diferentes y suele ser sometido cuatro o cinco cocciones a niuy distintas temperaturas. UN BELLO TRABAJO Cuando entramos en una fábrica de porcelana, lo primero que llama la atención son las nubes de polvo blanco que lo envuelven todo y lo peneiran todo. Veamos ahora en qué consiste el trabajo. Previamente, ha sido necesario hacer los moldes de todas las piezas que saldrán de la fábrica. Estos moldes, de yeso finíEL HORNO DE PORCELANA simo, exigen un trabajo paciente y minucioso. La pasta en bruto o caolín, después de preparada, filtrada V batida, debe cobrar forma. Esto se imede obtener de dos maneras: al torno, por calibrado, o colocando lia pasta de consistencia cremosa en un molde de yeso. Ver trabajar a los obreros que hacen piezas de porcelana es un bello espectáculo, porque sus gestos deben ser muy lentos y perfectamente mesurados. Obtenida la forma, hay que borrar todas las costuras rectificar cuidadosamente los bordes; en íina palabra, acabar la pieza lo más posible, quitando las imperfecciones que le ha dejado el mAlde. Sólo entonces la pieza será cocida por primera vez, a unos 950 Al salir de esta cocción, la porcelana está completamente porosa y no tiene solidez. Después sé le quita el polvo y se la sumerge en un baño que tiene esmalte finísimo en suspensióiii Este esmalte es el que se depositará sobre la materia porosa y dará la verdadera porcelana. Las piezas qt dan asi listas para la cocción definitiva. El aspecto de un homo de porcelana suele ser bastante Impresionante. Imaginemos un ancho recinto circular abovedado, cuyo volumen interior, varía entre cuarenta, noventa y a veces ciento veinte metros cú-