BLANCO Y NEGRO MADRID 30-04-1960 página 83
- EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
- Página83
- Fecha de publicación30/04/1960
- ID0005262411
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-0 0 e. 2! La corta es una tremenda excavación que sobrecoge el ánimo. Algo asi como la torre de Babel, pero al contrario, esto s, en busca del centro de la tierra. la máauina de extracción automática y un depósito regulador de aire comiprimido, el segundo de sus característicais aue se ha construido en 1 mundo. Bailan las cifras de las distintas producciones: la pirita, la calcopirita, el cobre, el azufre, el ácido sulfúrico, tan vital para la industria... La demanda nacional absorbe la mitad de la pirita que se produce en. Río Tinto. Por otra parte, la obra social es inmensa. Poblados, iglesias escuelas primarias, una de formación profesional que rigen los padres jesuítas, el economato con millares de artículos, caja de anticipos, hospital, cine a seis reales la entrada. Antes de continuar a Tharsis veo el rojo borbotón del Tinto que nace aquí cerca, en Peña de Hierro, lliarsis es todo minas. Tan buenas, que los ingenieros, para pon- derarla, me la comparan a algo suculento: un queso. Me llevan a Sierra Bullones y al Tilón Norte, a las modernísimas instalaciones- -corona la corta un espeotaculár plano inclinado- -que perfeccionan el laboreo. La Zarza en el términí de Calañas, pertenece también a Minas de liiarsis. Hablamos luego de mejoras sociales. Casi medio millar de viviendas, dos iglesias y un cine han sido construidos en los últimos siete años. Las escuelas han sido ampliadas. Y todavía se irá más adelante. Me dan nuevos datos que resumo para ustedes dlciéndoles que las posibilidades de producción de pirita en Tharsis excede del millón de toneladas, sobre todo cuando el Klón Norte, de capital importancia para el futuro, sea sometido a explotación intensa. Como la industria está en función del comercio, se frunce algún ceño cuando alguien alude a la competencia del azufre mejicano o al que extraen los franceses como subproducto en las recientes instalaciones de Lacq. Hace frío al borde de la corta, cuya policromía adquiere con la atardecida bellísimos matices. Vuelvo al coche que ha devolverme a Sevilla con la seguridad de haber conocido un mundo para mí nuevo y para la inmensa mayoría de los españoles desconocido, que inyecta un respetable caudal de divisas en nuestra adolescente economía. í rancisco L. OTERO