BLANCO Y NEGRO MADRID 20-02-1960 página 111

DE GR A F I S T I C A EL ESTUDIO DEL GRAFISMO FIBRA A FIBRA CUANDO era el mdtDiuciosos análisis de 1 1111 grafismo e ha examinado lo más superficial, lo m i fácilmente visible, como es su morfología; cuando el grafólogo se ha dado uemta idel aspecto general d la escritura; icuando. se te, el tra bajo efectuado, para ceroiorarse de que rao se ha dejado en el olvido ningiin pormenor gráfico, o de que no se ha deslizado algún posible error en la interpretación... Cuanido se ha realizado todo esto comcienaudamente, p a r e- trata del cuerpo osicuro d e la palabra, sirio de u fondo claro, en el que se encuentra empotrado. Es, poiés, ón análisis idé los intenvalós. No hay nada que divida tanto como éstos. Aiiinentan la legibilidad y constituyen, por tanto, el principio que pone de relieve y que elimina. (En efecto, en el aMabeto primdtiivo no se separaban las palaibr- í- s; íné una genial invención, andando los siglos, y ktí n. rf A x? V- v V o X í- 4 a j c, s t Espaéios vacíos bienúistribuidos; buen ritmo gráfico. Claridad ¡de juicio. a lá cual debemos los lectores la facilidad d e la lectura. Otro admirable grafódogo actual, C. A. HonroDh, esicribe en su obra Grafología emocional (Test gfafológico emocional) Cada persona tiene su modo peculiar de distribuir los elementos gráficos- letras, sílabras, palabras, frases, p á r r a f o s sobre el espacio delj papel. Nuestro estudio no se concentra, pues, en los elementos gráficos en sí, sino en n análisis del espacio entré palabras no utilizado: de los claros existentes del Netos y proporcionados interv i! los ¡entre Xas pailabfas, e incluso, entre al- fondo blanco que ha quedado sin uso. Los blancos en torno de cada palagunas letras; facultades eqúílíbraidas, razón, cordura. bra, los hueco gráficos, son, en gran parte, lo que deterimina el ritmo de la donde no se iha posado la pinina: queservado la dirección de las líneaSj con escritura, como en el andar el espacio da lo que, al parecer, no es nada: el sus ondulaciones, su rigidez, su oblicuique inconsicientemente ponemos entre vacío. Y este vacío comiporta tan íiva dad, sus altibajos, tan reveladores de los cada paso que damos, es lo que deterexpresión coano l o s que consigna la pluestados de ánimo del esicritor; ctíaiido mina el ritmo de nuestra marcba. se ha (puesto la máxima atención én la ma con sn tinta. Antes de qué Hipólito Mitíhon crease su sistema d e grafología, un gran amago d e Goethe, Lavater, con genial acierto, pibservó la sorprenidente anailogía que existe entre la escritura y el andar. f i P S Hay grafismos que presentan admirables ritmos, para no citar más que dos ejemiplos: uno es el del filósofo Bergson y otro el qué se debe a la pluma del doctor Odhoa; los lectores a quieneá interesan los estudios sobre esta ipatéria, É Spacios inal distribuidos; escritura arrítmica e inarmónica, Confusión han podido admirar en nin número antede ideas; embrollos. rior de BLANCO Y NEGRO, el armónico, sereno y noble ritmo de la citada escritura qué tuve el honor de analizar firma- asombrosa represeiltación de la Max Piilver, tdice co n perfecta p r e pe rsonaIidad -y en la tóbrica -diseño para estás páginas. cisión: Aiqraí eiitra en consideración lo Hberádó del convencionalismo caligráno escrito en fit escritura, la pausa en fico- -y cuando se ha revisado, finalmenmedio de las exteriorizaciones. No se Matilde RAS estudia él movimiento gráfico, que pasa sobre la hoja deil papel con sus incesantes cambios, como u n film sobre la pantalla cinematográfica; cuando se ha verificado la presión; cuando se ha o b ce que el retrato gra oZógico queda t e r minado. iPnes, no señor: en el grafismo, lo que no es riada, -es muoho aún. Queda lo imvisible; queda en el papel algo