BLANCO Y NEGRO MADRID 20-02-1960 página 86
- EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
- Página86
- Fecha de publicación20/02/1960
- ID0005261210
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aba de concluir su obra pacifica Íora. í on su español de velocidad limitada y acento de fantasía, les habló, muy seria, de la importancia qne tiene la buena educación en las relacione humanas. Las gitanas no se enteraron, pero el aire inocente de Miss Mobbs y sus gestos mesurados y tranquilizadores ganaron la partida. Y así llegaron las tres a un poblado que surgió como por encanto a un lado del camino. I. a americana se quedó Aeslurabrada. No creía lo que estaba viendo. Tenía ante sus ojos una plaza medio rodeada por unas casas extrañas, casi cubiertas de flores. su centro, una vieja tartana adornada de cadenetas y llecos de papel, con tos astiales reposando en el. suelo, esperaba que le enganchasen alguna de las caballerías que pajeaban por allí. Una burrilla de pelo largo y lanoso, adornada con una hermosa moña de papel rizado entre las orejas, m i raba resignada a las recién llegadas. ürt gitano, vestido de fiesta, con el pie apuntalado en una vieja silla de enea, acompañaba a ia guitarra a uit; cantaor que se arrancó por soleares; cantar difícil que puso arrugas en- u. frente de bronce y le engarabitó la mano derecha, de dedos largos y expresivos, con uñas de luto. Sentada en los escalones de una de las casas, había una gitana vieja, vestida de colorines, con un clavel tieso hincado en el moño. Mecía a I; i r h u-