BLANCO Y NEGRO MADRID 13-02-1960 página 71

de guerra, al estuario del Támesk con la flota de Sánchez de Tovar y pegan fuego a Londres; emplean por primera vez la artillería naval de pólvora en Guernersey; son, con los vas 08, sus hermanos en la mar, los creadores de las grandes ipesquerias de ¡ballenas y pintan la ballena en el marinero escudo de Luarca, orno los vascos en los de Bermeo y Lequeitio. Y es un marinero asturiano- -de Luarca o Luparica- -quien, al frente de una embajada de las Hermandades de villas marineras cántabras impone paces humillantes a la Corona de Inglaterra, vencida en su propio elemento por aquellos rudos y esforzados hombres de mar, balleneros, corsarios, mercantes, que fueron: dura rasa señora del Océano, rival del ballenato entre la espuma. Tal la significación de Asturias en la historia exlerna. Pero todo eso- ¡con ser tanto! -es sólo una faceta de lo que nuestro pueblo representa. FOLKLORE Y POESÍA Otra faceta atrayente y definidora de la personalidad de Asturias es su folklore. También en eso el Principado da la nota de claridad casi clásica, que es su principal característica. Asturias ama la vida, y con ella, las cosas de este mundo. ¡Ño sabe mucho de ascetismo, pero es maestra de heroísmo alborozado y ielicoso, que tamibién suele ser vehículo de martirio y escala de salvación, y tal vez por eso Asturias da a los altares el único mártir español del siglo XIX, el beato fray Melc hor Sampedro. Ese heroísmo es el que le libra de moverse a ras de tierra y le obliga a levantar los ojos hacia arriba. Cuando canta, es como un alarido de jocundidad lo que salé de su boca. ¡La canción asturiana es historia viva. A s turias canta tradiciones, guerras, combates, singladuras, supersticiones, amores sátiras, trajes, riquezas. Cantar es una manera de expresión, una verdadera gracia de Dios, miuy propia del pueblo de Asturias. Hay una copla que EL ROMANCERO Y LA DANZA Pero hay tamibién en 1 asturiano una innata delicadeza y aptitud poéticas que se manifiestan en la riqueza y belleza de su sin par romancero (épico- lírico) Esos romances iqne nacieron en la alta Edad Media al son del rpaso militar de la reconquista y fueron evolucionando en sus formas ba ta los comienzos de la moderna, como Gerirneldo Galancino Delgadina y otros, tesoros dé la lírica y madres de la poesía hispana. Y hay también los lentos poemas Fuerte Gaviluetu, que vino del mar, con una infantina casó en Portugal, La niña era blanca y Sera verde el mar, la niña tenía boca de coral y los ojos verdes como el verde mar, En Asturias puede encontrarse el más remoto- antecedente del más importante mito literario español, que ha recorrido F O LK LO RE ASTURIANO lo dice: ¡Ay de mí que la perdí la gracia de cantadora... Asturias conserva, estudia y exalta su riquísimo follciiore. En la foto de la d e recha aparecien dos eruditos del Instituto de Estudios Asturianos, doctore Landeíra y Pérez de Castro, tomando letra y músicas d e viejas canciones quo les explican dos ancianos Intérpretes del arte ipopüiar. La vaquiera Rogella y el inaestro gaitero Caslna. Rogeíia recorrió el mundo ai frente de s u s famosos coros de vaquelros de alzada portavoces de un folidore milenario, y c o n ellos tuvo memorables actuaciones en Roma, Berlín y Londres. Algunas de sus canciones fueron Incoriporadas al Cancionero poipular europeo de la UNESCO. A la Izquierda, un giro de la danza vaqueira bailada por ios c o r o s y danzas de Luarca, en la que puede apreciapse eii airoso escorzo d e un bailap fn y de una bellísima muchacha. de rueda, como los que se cantan en la danza prima: ¡Ay un galán nesta villa, ay un galán ínesta casa! ¡Ay el por aquí venia, ay el por aquí buscaba! ¡Ay busca a la blanca niña, ay busca a lia niña blanca! O aquel otro bellísimo y casi perdido del Gaviluetu o sea del hijo de las gaviotas, tan popular antaño en las costas luarquesas: el mundo entero durante siglos a través del romance, el teatro, la ópera y el cine: el mito de Don Juan. El joven libertino que sólo piensa en el amoiitumultuoso y se burla del más a Uá e invita, irreverente, a una calavera para que asista a sus orgías, es personaje de un viejísimo romance del ciclo asturiano, que comienza así: Pa misa diba un galán caminito de la iglesia; non diba por oir misa nin pa estar atento n ella; La canción asturiana es recia y v i ril, imás propia para coro de voces masculinas. Es tierra de ipastores, de cazadores de osos, de soldados, de mineros, de hombres de mar. La mina y la tnar son pródigas en dar riquezas, pero también exigen, implacablemente, nn tributo de vidas humanas. La muyer del marinero bien puede llamase viuda, que el que navega en la mar navega en la sepultura. ¡Hala p alante y dale al remo!